La descentralización ha sido uno de los pilares fundamentales de la tecnología blockchain desde su creación. El objetivo de Bitcoin, desde su concepción, fue devolver a las personas el poder sobre sus finanzas, y que éstas no tuvieran que depender de intermediarios (entes centralizados) para realizar operaciones financieras.
Esta descentralización buscaba también quitar el poder de emisión de la moneda a algún país específico: la producción de criptomonedas y la verificación de la cadena de bloques es responsabilidad de la propia comunidad.
Para formar parte de este proceso sólo bastaba tener una computadora, descargar la cadena de bloques y ejecutar el nodo. De esta forma, cualquier persona en cualquier parte del mundo podía participar en el proceso de verificación. Cualquiera que cuente con un CPU podía tomar parte en la minería de Bitcoin.
Sin embargo, a medida que Bitcoin fue creciendo y masificándose, varias empresas comenzaron a desarrollar equipos específicos de minería (ASIC) que, al ser mucho más eficientes, fueron reduciendo el número de usuarios que podían dedicarse a la minería de forma productiva. Estos equipos, mucho más costosos que los computadores comunes, son menos accesibles para la comunidad alrededor del mundo.
Al dificultar la adquisición de equipos de minería, la descentralización comienza a tambalearse. Sin embargo, otro factor contribuyó a centralizar aún más la verificación de la cadena de bloques, esta vez geográficamente.
Desde muy temprano en la historia de Bitcoin surgieron los pools de minería, empresas que reúnen a los nodos para aumentar el poder de procesamiento y dividir luego las ganancias. El primer pool en ser creado fue Slush Pool, en diciembre de 2010. Sin embargo, el problema no es la existencia de pools de minería, pues estos existen hasta en monedas descentralizadas como BTG.
Pronto surgieron muchos más y, desde hace al menos dos años, el mayor volumen de transacciones son procesadas por pools ubicados en China. Actualmente, más del 50% del poder de procesamiento de Bitcoin está alojado en el país asiático, repartido entre BTC.com, AntPool y ViaBTC.
Esta concentración de más de la mitad de la minería en un sólo país amenaza directamente la descentralización buscada por la primera criptomoneda del mercado y fue un obstáculo, además, durante los debates en torno a la escalabilidad de la red. Los principales representantes de las empresas que dominaban el ecosistema se oponían a la implementación del protocolo SegWit, que distribuye de manera más eficiente la información en el bloque y reduce el costo de las comisiones.
De esta oposición, surgió, finalmente, la altcoin BCash, con bloques de mayor tamaño (8MB) que reducen aún más el número de personas que pueden adquirir los equipos necesarios para correr los nodos.
BITCOIN GOLD ENTRA EN ESCENA PARA DEVOLVER A LAS PERSONASLA POSIBILIDAD DE MINAR BITCOIN NUEVAMENTE Y DE ESTA MANERA CREAR UN RED VERDADERAMENTE DECENTRALIZADA
Alrededor del mes de octubre del 2017, un grupo de desarrolladores de la comunidad deciden unirse para bifurcar la red de Bitcoin, cambiando el algoritmo de minado para que los equipos especializados no puedan procesar sus transacciones y la minería sea, nuevamente, descentralizada.
Como indica su eslogan, el objetivo de esta moneda es que toda la comunidad pueda participar tanto en el minado como en la toma de decisiones. Además, el equipo detrás de Bitcoin Gold desde antes del lanzamiento de su red ha realizado programas de recompensas, destinados a atraer a los mejores desarrolladores a trabajar con ellos. Así como cualquier persona con un CPU o GPU puede participar en el procesamiento de transacciones y en la toma de decisiones, cualquier persona con conocimientos puede participar en el desarrollo y la mejora de la red.
Sobre esto, Alejandro Regojo, gerente de proyecto de Bitcoin Gold, opina lo siguiente:
La idea de Satoshi Nakamoto fue la de implementar un mecanismo de votación, el cual llamó 1CPU1VOTE; nosotros creemos que es justo, en el sentido de que cualquier persona alrededor del mundo puede comprar hardware (CPU o GPU) para minar.
Alejandro Regojo
Gerente de proyecto
La aparición de esta nueva moneda, por lo tanto, juega un papel fundamental, pues recupera ese elemento tan importante en lo que se ha conocido como “el internet del dinero”.
Chris Dixon, un personaje del ecosistema que ha estudiado las implicaciones sociales del Internet y los beneficios de las criptomonedas, explica en un artículo las tres eras del Internet, desde su origen descentralizado hasta la aparición de los activos digitales, pasando por el período de centralización en las principales compañías norteamericanas (Google, Apple, Facebook y Amazon).
En el texto, Dixon señala que para los desarrolladores es más provechoso trabajar en proyectos descentralizados, pues así no hay forma de que las reglas del juego cambien sin el consentimiento de todos los involucrados.
En el caso de una red que concentra el mayor poder de procesamiento en un sólo país y en unas pocas empresas, éstas pueden tomar la decisión de realizar cambios que no sean aceptados por el resto del ecosistema, como el intento de implementar el protocolo SegWit2x, que finalmente fue cancelado.
De esta forma vemos que Bitcoin Gold recupera ese sentido inicial de las criptomonedas, pues como opina Dixon: “las criptoredes combinan las mejores características de las dos primeras eras del internet: redes descentralizadas y gobernadas por la comunidad con capacidades que eventualmente excederán aquellas de los servicios centralizados más avanzados”.
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