-
La minería de Bitcoin causó daños ambientales por USD 12.000 millones, afirman los autores.
-
El estudio tomó datos entre 2016 y 2021 y alerta sobre la sostenibilidad de la industria.
Aunque Bitcoin suele vincularse con el concepto de «oro digital», desde el punto de vista ambiental se parece más al «crudo digital», afirma un estudio publicado por la revista científica Scientific Reports y replicado por la prestigiosa publicación Nature. La publicación asegura que la minería de Bitcoin conlleva varias «banderas rojas» con relación a su sostenibilidad.
El estudio tuvo en consideración tres criterios para determinar la sostenibilidad de la minería de Bitcoin desde el punto de vista ambiental. El primero es el impacto por cada bitcoin (BTC) minado a medida que la industria maduró entre 2016 y 2021.
El segundo factor es la relación entre el precio de cada BTC y el impacto ambiental que este genera, mientras que el tercero es la comparación de las consecuencias de la minería de Bitcoin para el ambiente en comparación con otras industrias, como la producción de carne de res, electricidad con gas natural y petróleo procesado.
En estos tres apartados, los resultados no son favorables para la minería de Bitcoin. Por ejemplo, según las estimaciones de los autores de la investigación citada, cada moneda de bitcoin que se mina genera un impacto ambiental equivalente al 35% de su valor de mercado. Entre 2020 y 2021, ese porcentaje subió al 60%, mientras que el valor total entre 2016 y 2021 es de USD 12.000 millones.
Además, se detalla que el daño ambiental promedio de la industria en los cinco años investigados se equipara con el de la producción de la carne vacuna (impacto del 33%), la electricidad generada a partir de gas natural (46%) y el combustible a partir de petróleo crudo (41%).
A diferencia de todas estas actividades, la extracción de oro genera un impacto ambiental equivalente al 4% de su valor, se explica.
Los investigadores describen a la prueba de trabajo (Proof of Work o PoW), el algoritmo de consenso que se usa en Bitcoin para validar transacciones, como un esquema «altamente competitivo e intensivo en demanda de energía». Asimismo, hablan de la prueba de participación (Proof of Stake o PoS) como un método más efectivo para la creación de nuevas unidades de una criptomoneda.
Los investigadores no hablan de la utilidad de Bitcoin
El estudio publicado por Nature aclara que «es probable que los bienes digitalmente escasos hayan llegado para quedarse y traigan innovación en varias dimensiones económicas, con lo que generan valor para las personas». Sin embargo, este es un aspecto que la ciencia a menudo deja de lado.
En CriptoNoticias hemos reportado otras publicaciones que critican el impacto ambiental de la minería de Bitcoin. Pero casi todas estas investigaciones omiten la utilidad que genera la industria.
Bitcoin es un dinero electrónico descentralizado y con emisión finita y programada, lo que lo vuelve un activo deflacionario a largo plazo. La criptomoneda es incensurable y las transacciones registradas en su libro contable son inmutables.
Muchas personas de todo el mundo que no pueden acceder al sistema bancario recurren a Bitcoin, ya sea para reservar el valor de su dinero, para enviar remesas internacionales o incluso para su vida cotidiana.
La banca, por su parte, es un sistema centralizado y exclusivo para una parte de la población mundial. Y no es precisamente una industria que no genere impacto ambiental, dado que, como han reportado algunas investigaciones, consume el doble de energía que la minería de Bitcoin.