Minar bitcoins es sinónimo de «hacer negocios» con criptomonedas. Desde que Satoshi Nakamoto lanzó su creación, el proceso de generar nuevos bitcoins se comenzó a popularizar. Ganar dinero en digital era una oportunidad que muchos “mineros” (cómo se dieron a conocer aquellos que se avocaron a ese proceso) aprovecharon. Un dispositivo para minar era más que suficiente para poder sumarse a un mining pool (grupo de mineros) o empezar a hacerlo por cuenta propia.
Ese dispositivo no es otra cosa que un Circuito Integrado para Aplicaciones Específicas (conocido en inglés por sus siglas ASIC) y suelen ser provistos por empresas privadas que desarrollan software. Esencialmente, estos dispositivos ensamblados en una computadora y combinado con energía eléctrica, hacen que minar bitcoins sea (como todo negocio serio) una inversión.
No obstante, en 2012 hubo un intento por cambiar las reglas del juego en el mundo de la minería bitcoin y el responsable de ello era el proyecto OpenBitAsic.
¿¡Open qué!?
OpenBitAsic, tal y como lo leen. Se trata de un proyecto que planteó en 2012 una idea revolucionaria: crear un ASIC para minar bitcoins cuyo código y diseño serían publicados bajo una licencia de libre uso. Puntualmente, escogida fue escogida una GPL (General Public License) una modalidad de uso de software libre, que garantiza al usuario final la libertad de usar, estudiar, compartir (copiar) y modificar el software.
Así, esencialmente, el software para minar fue concebido para ser gratuito y se facilitaría como un plug-and-play de hardware con la placa de circuito impreso ya montado en un recinto sellado y con una fuente de alimentación propia. Según se refirió al momento de publicar la iniciativa, en abril de 2012, la inspiración para este modelo vino de los dispositivos que fabrica Altera Corporation.
Ok… ¿Cuál es el truco?
Respuesta: el hardware. Y es que la compañía no planeaba ganar dinero por la actividad de minería propiamente, sino a través de la venta del hardware. Es decir, sí, había una ganancia para la empresa en algún punto pero era meramente para garantizar la sostenibilidad del proyecto.
A partir de este punto surgieron críticas al proyecto. Ya para junio del 2012, un usuario cuestionaba en un foro el proyecto alegando que “Puede ser llamada de código abierto o comunidad impulsada, pero ¿qué significa eso si usted es simplemente una empresa que va a financiar el costo no recurrente de ingeniería (NRE, por sus siglas en inglés) para desarrollar y vender otro ASIC? No veo la gran diferencia con otros programas”. La crítica cuestionaba el proyecto de base, sin duda un duro golpe.
¿Viabilidad?
El punto más crítico sobre el OpenBitAsic era su viabilidad económica en un mercado minado por ASICs diseñados y facilitados por empresas privadas. Y es que hasta ahora las firmas y desarrolladoras de software no hayan una mejor forma de monetizar los ASIC que cobrando por su uso.
La iniciativa planteaba la creación de una empresa que usaría crowfunding (financiamiento provenientes de gran cantidad de personas) proveniente de la comunidad que se construiría entorno al proyecto. Se planteó el lanzamiento del hardware para finales del 2012 y hasta se consideró una modalidad de preventa.
No obstante, todo dependía del financiamiento inicial y de la disposición de una fábrica para producir el hardware. La campaña para lo primero tuvo impacto, pero las negociaciones para lo segundo fallaron. Un año después, el 14 de abril de 2013 se anunció que el proyecto había sido cancelado. El motivo? “No se pudo encontrar un fabricante de hardware que presentara una oferta razonable”.
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