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Parece que los problemas para esta popular casa de cambio apenas están comenzando. Mientras que aún se está debatiendo si debe entregar o no sus registros de transacciones de los últimos tres años al Servicio de Impuestos Internos de Estados Unidos (IRS), ahora acaba de recibir una demanda colectiva por parte de los usuarios de la extinta Cryptsy, que la acusa, básicamente, de permitir e incluso de ayudar en la estafa de la que fueron objeto.
En octubre de 2015 es cuando comienza a enturbiarse la historia de la ya extinta casa de cambio Cryptsy, a la que aún no se le ha dado una resolución definitiva. Su antiguo CEO, Paul Vernon, comenzó declarando que la plataforma estaba sufriendo ataques informáticos, y de esta forma fue perdiendo funcionalidades hasta no permitir el retiro de fondos. Posteriormente se declaró en bancarrota por un presunto robo, pero lo cierto es que tanto sus oficinas como su líder desaparecieron junto a los fondos de sus desafortunados usuarios. Se aprobó una demanda colectiva en su contra, pero el proceso ha sido muy lento debido a la ausencia de Paul Vernon, el responsable directo, e incluso se ha considerado la idea de que los bienes de su ex-esposa deberían servir para pagar a las víctimas.
Y sin duda dichas víctimas no se han olvidado de sus fondos perdidos, pues ahora pretenden recuperarlos a través de Coinbase. La demanda fue realizada por uno de los antiguos clientes de Cryptsy en nombre de todos los afectados, y también por James D. Sallah, monitor corporativo designado por la Corte para ordenar los activos de Cryptsy. Está siendo llevada a cabo en el Distrito Sur de la Florida por los bufetes de abogados Silver Law Group y Wites & Kapetan, que precisamente son especialistas en inversiones fraudulentas y negligencia financiera. Según describe la acusación, Vernon llegó a trasladar una cantidad no exactamente definida pero aproximada a los 8 millones de dólares directamente desde la cuenta que resguardaba los fondos de sus clientes a su cuenta personal en Coinbase, donde sin duda debieron percatarse de que esta actividad resultaba muy sospechosa.
Coinbase es legalmente una compañía financiera, y por tanto se rige por las normas básicas para evitar el lavado de dinero (AML) y conocer a sus clientes (KYC). En este caso, Coinbase habría incumplido conscientemente aplicar las investigaciones requeridas pues las actividades de Vernon le estarían reportando sustanciosas ganancias. Tal como se describe en el documento de la corte, apenas fueron enviados algunos correos electrónicos a Vernon para inquirir sobre el asunto, a lo que él explicó tales cantidades como ganancias reportadas por su propia compañía y actividades de minería personal.
Por el contrario, ahora sus demandantes han investigado a fondo, pues incluso han rastreado en la cadena de bloques cada una de las transacciones irregulares realizadas por Vernon que prueban que ninguno de los BTC transferidos acababan de ser minados, sino que provenían de los fondos confiados a Cryptsy. Y esto fue posible tan sólo consultando la blockchain pública: Coinbase, que tenía toda la información privada sobre Vernon, debería haberlo sabido. Por tanto, se le acusa de ser participante en la estafa y de haber liquidado y lavado junto a Vernon más de 8 millones de dólares pertenecientes legítimamente a los usuarios de Cryptsy.
Coinbase sabía, o debió haber sabido, que los activos que fueron liquidados a través de su casa de cambio no eran ganancias conseguidas de Cryptsy en las operaciones normales de su negocio. En su lugar, Coinbase sabía, o debió haber sabido, que los activos que fueron liquidados a través de su casa de cambio pertenecían a los clientes de Cryptsy y estaban siendo convertidos por Cryptsy y Vernon. Coinbase hizo ojos ciegos a los crímenes que estaba facilitando (…) Coinbase también tenía la obligación de detener los crímenes de Cryptsy y Vernon, sin embargo se rehusó a hacerlo porque estaba más interesada en enriquecerse a sí misma.
Demanda presentada al Tribunal de Estados Unidos
A causa de todo ello, los demandantes exigen llevar a Coinbase a juicio, donde, de perder, estaría obligada a retribuir todas las pérdidas de los clientes de Cryptsy a los que se les ha denegado el acceso a sus cuentas entre el 22 de mayo de 2014 y la fecha actual, además de tener que correr también con todos los gastos derivados del conflicto legal y “cualquier otra compensación adicional que esta Corte estime necesaria, justa y apropiada”, reza el documento.
Por otro lado, Vernon continúa desaparecido, y se cree que huyó a China desde 2015. Cryptsy ya tuvo su sórdido final como compañía, si bien sus viejos usuarios aún claman compensación ante sus fondos perdidos. Sin embargo, Coinbase aún continúa como una de las casas de cambio más populares a nivel global: cabe preguntarse entonces si es este el comienzo del fin.