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El economista Daniel Arraez cree que vendrá un período "turbulento" de regulaciones.
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Inversión y ahorro al margen, bitcoin tiene otros atractivos para los venezolanos.
Con cinco meses consecutivos de inflación mensual inferior a dos dígitos, pareciera que lo peor pasó para la economía de Venezuela. Y sumando más de doce meses fuera del umbral de una inflación sobre el 50%, técnicamente el país suramericano ya no está en hiperinflación. Ese panorama que se alargó por unos tres años y que, a juicio de muchos analistas, fue un catalizador para la irrupción de bitcoin (BTC) como vehículo de resguardo (y especulación) entre los venezolanos.
La crisis económica movió a muchos venezolanos a este mundo en la búsqueda de preservar ahorros, sueldos que en bolívares se devaluaban a gran velocidad; o incluso, como inversión en un mediano plazo. Ahora, con la economía de calle un poco más tranquila, ¿es este escenario sostenible en el tiempo? ¿Bitcoin perderá protagonismo? ¿Se acabará el interés entre los venezolanos por instrumentos como este?
En realidad, la respuesta no es tan simple como un seco «sí» o «no». No solo porque son muchos los factores que intervienen, sino porque, además, el fin de la hiperinflación no borra que la inflación sigue siendo alta.
Según datos del Banco Central de Venezuela (BCV), el país cerró enero de este año con una inflación mensual de 6,7%. El mismo BCV ha reportado que desde agosto de 2021 no se ha vivido inflación de dos dígitos (19,8% ese mes) y desde diciembre del año anterior, no se ha vuelto a estar por encima del 50% en esos índices mensuales (situación que marca el fin de la hiperinflación).
Nuevas regulaciones podrían frenar el alivio económico
El economista y bitcoiner venezolano Daniel Arraez advierte que los índices inflacionarios se mantienen altos, por lo que la situación todavía no se ha resuelto. Reconoce que, de momento, sí se siente el alivio en la economía venezolana.
Conversando con CriptoNoticias, Arraez aseguró que este panorama tiene mucho que ver con una aparente flexibilización de las medidas restrictivas del gobierno venezolano que «asfixiaban la economía».
Sin embargo, el economista no ve sostenible esta recuperación en el largo plazo. Principalmente, porque prevé una nueva ola regulatoria que frenaría las libertades económicas recientes. Menciona, por ejemplo, la Ley de Impuestos a Grandes Transacciones Financieras, aprobado hace unos días, que abarca operaciones con bitcoin y criptomonedas, además de divisas extranjeras.
A pesar del nombre de «grandes transacciones», el impuesto no tiene un monto mínimo. Todas las operaciones en monedas extranjeras realizadas por «contribuyentes especiales», personas jurídicas identificadas por la institución tributaria nacional, el Seniat, acarrean el pago de este impuesto, que varía de 2,5% hasta un 20%.
Ya hace unos días reportamos en CriptoNoticias otra postura que ve con preocupación esta medida: el abogado Raúl Velásquez, que ve este nuevo impuesto como una traba para la adopción de bitcoin a nivel empresarial.
Pareciera ser que este va a ser un año donde se van a apretar los controles de regulación fiscal. Y pudieran tenerse de nuevo índices elevados de inflación. Quizá de nuevo hiperinflación, en la medida en que la gente vuelva a sentir las presiones cambiarias y vuelva a cerrarse al mercado. A largo plazo, a menos que haya un viraje fuerte en la política económica, yo no creo sostenible que Venezuela entre nuevamente en una senda de crecimiento.
Daniel Arraez, economista venezolano.
Dólares, «criptodólares» y stablecoins reducen el mercado para bitcoin
Javier Bastardo, creador del proyecto educativo Satoshi en Venezuela, cree que el momento de recuperación de la economía venezolana sí afecta la adopción de bitcoin. No que dejará de tener presencia, pero sí habla de una disminución de la importancia que ha tenido la criptomoneda. Especialmente, por el nivel de dolarización que ha alcanzado la economía transaccional del país en los últimos tiempos (una válvula que ha aliviado el entorno inflacionario local).
Para él, esto influye «de tal manera que uno ha visto cómo la penetración de bitcoin ha disminuido y ha dejado de ser un riel como lo fue en su momento». En efecto, en años anteriores bitcoin se había posicionado con fuerza en el mercado cambiario a través de plataformas como LocalBitcoins y, más recientemente, Binance.
En contacto exclusivo con CriptoNoticias, Bastardo recordó cómo hace algunos años bitcoin fue una válvula de escape de esa hiperinflación y de las múltiples trabas para acceder a dinero duro, como el dólar. Ahora esa situación ha cambiado mucho.
Abundan las opciones digitales dolarizadas y eso se nota en la calle: «stablecoins, dólar sintético, pseudo dólar, cripto dólar», enumera el bitcoiner venezolano.
Todas estas alternativas han permitido ampliar la oferta de acceso al dólar en el día a día de los venezolanos. «Uno podría decir que eso le come participación de mercado a bitcoin (…) la demanda del mercado lo que está apuntando es al dólar».
Por eso ha sido tan popular USDT [la stablecoin tether] a través de Binance. Eso le resta empuje a bitcoin. Ni hablar de una economía cada vez más dolarizada donde haya más estabilidad de precios. Entonces probablemente el nuevo participante del mercado cripto venezolano prefirirá no tener volatilidad o tenerla si es que ha pasado un ciclo completo en BTC.
Javier Bastardo, creador de Satoshi en Venezuela
Tal como sugiere el filósofo conocido en redes como @criptobastardo, bitcoin no solo se ha popularizado en el país como vehículo de escape a la inflación. De hecho, a su juicio, a día de hoy es más popular por la minería (actividad ejecutada por privados y públicos). Pero en cuanto a los venezolanos y su día a día, la nueva situación económica «influye en bitcoin en la forma en que se ha venido utilizando aquí».
Bitcoin como inversión vs. inflación del dólar
Tal como comentaba Bastardo, Venezuela se ha estabilizado en términos económicos de la mano de una creciente circulación del dólar, tanto en su modalidad tradicional (efectivo, cuentas en el extranjero) como en sus alternativas digitales (Zelle, PayPal, Reserve, el propio USDT).
Eso, por una parte, reduce la necesidad de bitcoin como intermediario cambiario. Pero la criptomoneda sigue siendo un vehículo de inversión muy atractivo. Daniel Arraez recuerda al respecto que se trata de «un activo que se ha apreciado muchísimas veces. Incluso mejor que muchísimas empresas» de renombre.
Evaluar bitcoin como un activo de inversión, ahora que varios economistas y tenedores de bonos, financieros, lo están considerando, pudiera resultar atractivo para un target que hasta hace poco lo miraba con recelo y con miedo. Fíjate que mucha gente habla mal de las criptomonedas pero recomiendan bitcoin.
Daniel Arraez, economista y bitcoiner venezolano
Javier Bastardo agrega que, si bien la economía venezolana se ha estabilizado y la inflación está en sus niveles más bajos en mucho tiempo, resguardarse en dólares tampoco es garantía. «Tú, accediendo a dólares igual estás expuesto a la inflación del dólar, que es la moneda de paridad y se ha depreciado considerablemente contra bitcoin», alega.
La moneda norteamericana está experimentando sus mayores niveles inflacionarios en décadas y el panorama no parece mejorar en el corto plazo, según las medidas de emisión monetaria adoptadas en el país norteamericano en los últimos tiempos. Más aún desde la llegada de la pandemia.
Pudieses tener un mejor vehículo de ahorro en bitcoin que guardando dólares. Incluso pensando en la volatilidad. En corto plazo siempre te va a jugar en contra de tu posición en BTC, pero si estás ahorrando y estás pensando en guardar dinero por largo tiempo, puede que el valor que tienes en bitcoin se conserve de mejor manera que si lo mantuvieras en dólares.
Javier Bastardo, filósofo y bitcoiner venezolano.
Incluso, datos compartidos recientemente por el economista Ángel García Banchs, reconocido detractor de bitcoin, dan fe de que este habría sido un mejor vehículo para el resguardo de la riqueza en Venezuela, en comparación con el dólar.
Cuando los bitcoiners se refieren a la criptomoneda como una alternativa adecuada para el largo plazo, parten de ciertas nociones básicas sobre su naturaleza que, en teoría, forman el caso alcista de BTC en el largo aliento: una emisión decreciente, deflacionaria; el suministro limitado desde el código (solo habrá 21 millones de BTC). Y hasta ahora, eso se ha trasladado al mercado en la poco más de una década de existencia de esta herramienta.
Resistencia a la censura, atractivo de bitcoin que escapa a la inflación
Bitcoin ofrece mucho más que una volatilidad que sirve para especular o un crecimiento de valor sostenido en el largo plazo. Por ello, incluso con una economía más estable y los índices inflacionarios en márgenes de disminución, continuaría siendo una alternativa interesante para los venezolanos.
Arraez así lo considera, especialmente al prever para el futuro cercano «un período turbulento en términos regulatorios». Allí entra en juego uno de los principales atractivos de la criptomoneda como herramienta: su resistencia a la censura. Algo que, agrega el economista, ya se ha probado en Venezuela.
«A pesar de que en esta medida la economía pueda cambiar, no sé si para mejor o para mal, creo que la adopción de bitcoin va a seguir creciendo en el país», dice. La diferencia es que esta adopción no sería necesariamente como la hemos estado experimentando en los meses recientes.
Quizá no [será] de una forma abierta y frontal, sino de una forma más clandestina. Una forma más discreta, en donde los actores que ahora están dando la cara o que se están mostrando como promotores podrían verse afectados por los cuerpos de seguridad y control del Estado.
Daniel Arraez, economista venezolano.
Además de los propios controles internos, se suma el escenario de las sanciones: decenas de empresas extranjeras que facilitan operaciones financieras han preferido distanciarse de Venezuela, temiendo posibles represalias de las autoridades estadounidenses o europeas. Es decir, que los venezolanos siguen expuestos a la censura incluso en plataformas dolarizadas que se han hecho cotidianas en el país. Ya lo hemos visto incluso con mercados relacionados con las criptomonedas, como Paxful o Xapo.
Al respecto, Javier Bastardo alega que en la mente de los ciudadanos siempre rondará la idea de que estos servicios, «que generalmente suelen ser centralizados, puedan excluirte». Esta podría ser una buena razón para que los venezolanos piensen nuevamente en bitcoin.
Pero es difícil pensar que las personas van a transaccionar exclusivamente en bitcoin, que es la forma en que sea resistente a la censura, y no que lo van a hacer a través de exchanges [igualmente centralizados en su mayoría]. Interesante que el venezolano igual accediendo a nuevos vehículos dolarizados puede siempre estar en riesgo y eso plantea la vía bitcoin. Pero no sé si ese salto lo va a dar todo el mundo.
Javier Bastardo, creador de Satoshi en Venezuela.
Al igual que Arraez, Bastardo es escéptico ante la posibilidad de que esta recuperación sea sostenible en el tiempo. Su duda es la misma: ¿realmente la flexibilización de medidas se mantendrá en el largo plazo? Lo que sí es cierto, y en eso coinciden ambos, es que bitcoin tiene mucho más que ofrecer a los venezolanos. Con hiperinflación o sin ella.