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Se desconoce cuántos tokens se pondrán a la venta el próximo 10 de julio.
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Países como Estados Unidos, Corea, Japón y Venezuela no podrán acceder al token.
Telegram, la ICO más anticipada en la historia de las ICO, finalmente está poniendo sus tokens a disposición de inversionistas minoristas a través de una lista limitada que precede una venta completa en algún momento de este año. Pero hay ciertos detalles a tomar en cuenta.
La compañía de mensajería, cuya aplicación funciona como el servicio de chat de facto para la criptocomunidad, recaudó la cifra récord de USD 1.700 millones el año pasado mediante una venta de tokens que estuvo limitada a inversionistas acreditados. La venta experimentó una demanda sin precedentes a pesar de ser un proyecto que, según argumentaron algunos críticos en la industria, recicló viejas ideas y se propuso metas inalcanzables.
Ahora su token Gram saldrá por primera vez a la venta para compradores regulares de criptomonedas el próximo 10 de julio a través de la casa de cambio Liquid. Será una venta limitada antes de una pública en octubre, aunque Estados Unidos, Corea y Japón están entre los países donde no se venderá.
Cabe destacar que Liquid, que aseguró haber recaudado fondos por USD 1.000 millones, no alcanzó un acuerdo directamente con Telegram. En su lugar, acordó listar un número no especificado de tokens que posee Gram Asia, una organización con sede en Corea que asegura ser la mayor propietaria de Grams en Asia. Por ahora, ninguna de las partes ha informado cuántos tokens se ofrecerán ni a qué precio.
De hecho, el comunicado de prensa que anuncia el acuerdo no incluye ninguna contribución de Telegram. No hay, por ejemplo, ninguna cita de su CEO, Pavel Durov, pero se mencionan dos informes de medios de comunicación para afirmar que el programa beta de su red de pruebas funciona aparentemente de acuerdo a lo planeado.
Esa es una situación bastante extraña, incluso para el mundo de las criptomonedas, ya que es una convención que las compañías respalden las ventas y las asociaciones.
«Desafortunadamente, así es Telegram y así han operado desde el principio», aseguró el CEO de Liquid, Kayamori, durante una entrevista esta semana.
A pesar del silencio, Kayamori aseguró que la venta está en el tablero y es parte importante de TON, el proyecto «Telegram Open Network» que está siendo desarrollado con los fondos recaudados mediante la ICO.
Kayamori dijo que TON está encaminado a un lanzamiento completo en octubre y que esta venta parcial de Gram Asia es parte de la estrategia general.
Claro, esa es la retórica, pero es fácil asumir que hay otras razones detrás de la venta. Por ejemplo, que Gram Asia se está anticipando a la venta general o, peor aún, que el grupo se está deshaciendo de sus tokens antes de que salga un producto.
Kayamori asegura que no es el caso.
«Siempre se planificó una venta pública para la ventana entre la red de pruebas y el lanzamiento de la red completa», dijo. «Querían trabajar con una casa de cambio regulada para ver cómo iba antes de que se venda (completo) en octubre».
«Telegram ya tiene un ecosistema, desarrolladores, compradores tempranos de tokens y capitalistas en TON, ya se están construyendo comunidades. Basado en las discusiones dentro de estas comunidades, Gram Asia dio un paso al frente para hacer esta venta pública», agregó Kayamori.
Lo de regulada es importante.
Una de las razones por las que Telegram se mantuvo en silencio durante la venta de tokens ha sido evitar encontrarse con problemas legales, como los que Kik está experimentando en este momento. Eso causó muchos problemas en el momento, con estafadores enriqueciéndose y los compradores de token confundidos. La aproximación muestra que hay mucha cautela en torno a la venta de Liquid.
Particularmente, los tokens de Gram no se podrán comerciar.
Los compradores esencialmente comprarán tokens de Gram Asia que, hasta que los tokens se publiquen en octubre, se mantendrán en USDC, la criptomoneda anclada al precio del dólar respaldada por Coinbase, entre otros. Solo cuando comience el proceso de distribución, los compradores recibirán sus tokens, pero el proceso en sí se dividirá en cuatro tramos con una cuarta parte de los tokens del comprador distribuidos cada tres meses.
Kayamori admitió que puede haber transacciones no oficiales, pero Liquid «no puede controlar» eso.
También hay límites agresivos sobre quién puede comprar.
La lista completa de países excluidos es la siguiente:
Afganistán, Albania, Bahamas, Bielorrusia, Bosnia y Herzegovina, Botswana, Burundi, Camboya, Canadá, República Centroafricana, Costa de Marfil, Crimea, Cuba, República Democrática Popular de Corea, República Democrática del Congo, Eritrea, Etiopía, Ghana, Guinea, Guinea-Bissau, Irán, Iraq, Japón, Kosovo, Kirguistán, Laos, Líbano, Liberia, Libia, Macedonia, Malawi, Mali, Moldavia, Mozambique, Myanmar (Birmania), Pakistán, Serbia, Somalia, Sudán del Sur, Sudán, Siria, Tanzania, Timor-Leste, Trinidad y Tobago, Túnez, Turkmenistán, Uganda, Estados Unidos de América (USA), Uzbekistán, Venezuela, Yemen y Zimbabwe.
Kayamori dijo que confía en que habrá una demanda significativa a pesar de esas restricciones. Explicó que existe la posibilidad de agregar más tokens si la asignación, cuyo tamaño no se comparte, se agota.
Liquid no tiene un volumen comparable con el de las principales casas de cambio, como Binance, OkEx y otras que comercian más de USD 1.000 millones en transacciones diarias. Los datos de CoinMarketCap la ubican en el puesto 83, con más de USD 900 millones negociados en los últimos siete días. Pero intentan destacar enfocándose en la regulación. Es decir, se adhieren a la regulación en mercados como Japón, y la apuesta es que algunas empresas preferirán ese enfoque para sus ventas o compras de tokens.
Se ha trabajado en términos de este acuerdo con Gram Asia, pero aún está por verse si puede pasar de una asociación llamativa a una que realmente impulse un comercio significativo, la participación de los usuarios y nuevas asociaciones.
Para Telegram, la venta en Liquid será una vista anticipada pero limitada de la demanda de su token en el mercado.
Versión traducida del artículo de Jon Russell de TechCrunch.