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Cayó el índice de confianza del consumidor a niveles más bajos de lo esperado.
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Sin embargo, muchos analistas siguen mostrando expectativas positivas para la economía.
La confianza de los consumidores estadounidenses ha dado señales claras de deterioro en los últimos meses, lo que refleja un creciente pesimismo sobre la economía y el futuro financiero del país.
Según “The Kobeissi Letter”, un boletín de análisis financiero fundado por el especialista Adam Kobeissi, el índice de confianza del consumidor cayó a 98,7 puntos, lo que representa el descenso más pronunciado en tres años para la principal potencia financiera mundial.
Este índice, que mide el optimismo de los ciudadanos sobre la economía, se ha situado cerca de los niveles observados durante épocas de alta inflación, lo que sugiere que los consumidores aún sienten los efectos de las subidas de precios anteriores.
El análisis también destaca la caída del índice de situación actual, que refleja cómo los consumidores perciben la economía en tiempo real.
Este bajó a 124,3 puntos, su nivel más bajo desde 2021. La caída es un indicativo claro de que muchos estadounidenses están experimentando de primera mano las dificultades económicas.
Asimismo, el índice de expectativas, que evalúa las proyecciones de los consumidores sobre el futuro, se redujo en 4,6 puntos hasta los 81,7, lo que señala un pesimismo generalizado respecto a una recuperación económica a corto plazo, como refleja el siguiente gráfico.
Con todos estos factores en juego, The Kobeissi Letter advierte que los consumidores sienten que el país ya está atravesando una recesión. Esta percepción pesimista, respaldada por las cifras, pone de relieve una economía que sigue luchando contra las secuelas de la inflación y otros desafíos macroeconómicos.
Golpe al sector manufacturero
El panorama es aún más sombrío cuando se examina el sector manufacturero. El Índice de Empleo Manufacturero de la Reserva Federal de Richmond, que abarca regiones como Virginia, Maryland, las Carolinas y el Distrito de Columbia, cayó a 21 puntos en septiembre, su nivel más bajo desde abril de 2009.
Este índice, que mide la salud del sector manufacturero, ha estado en contracción la mayor parte de 2024, e incluso se encuentra por debajo de los mínimos alcanzados durante la pandemia en 2020, dice el análisis.
Las expectativas de empleo para los próximos seis meses también se han desplomado a -12 puntos, su nivel más bajo desde abril de 2020, lo que anticipa un futuro sombrío en el mercado laboral, como muestra el siguiente gráfico.
Esto podría traducirse en una menor creación de empleos, despidos masivos y mayores dificultades para los ciudadanos en encontrar trabajo. La situación, en conjunto, sugiere que la industria manufacturera se encuentra en una grave recesión, según el análisis de The Kobeissi Letter.
El efecto dominó de esta contracción podría afectar a otros sectores de la economía, llevando a un aumento en las tasas de desempleo y una mayor reducción en la actividad económica.
La pregunta que surge ante este panorama es si el país está frente a un «aterrizaje suave», una desaceleración gradual que evita una recesión severa. Sin embargo, los indicadores actuales pintan un cuadro más preocupante, alejado de ese escenario.
Visiones optimistas y el impacto de los recortes de tasas
A pesar de las cifras que apuntan hacia una recesión, no todos los análisis coinciden en la gravedad del panorama. Coinbase, el mayor exchange de criptomonedas en los Estados Unidos, señala que el riesgo de recesión es bajo, como lo reportó CriptoNoticias.
Según la empresa, aunque el mercado laboral ha mostrado debilidad, esto podría llevar a la Reserva Federal (Fed) a seguir recortando las tasas de interés más rápidamente de lo previsto, especialmente si los datos de empleo continúan deteriorándose.
De hecho, el 18 de septiembre, la Fed realizó un recorte de 0,50% en las tasas de interés, un cambio que rompió con la política monetaria agresiva que había mantenido desde marzo de 2020.
Este movimiento ha sido visto como una señal de que la Fed busca evitar una recesión, y las proyecciones de crecimiento del 3% del PIB, respaldadas por la Reserva Federal de Atlanta, refuerzan esta visión optimista. Además, el incremento en el gasto de los consumidores y las ventas minoristas continúa siendo un punto positivo.
En este contexto, los inversionistas tienden a buscar activos considerados “de riesgo” como bitcoin, las criptomonedas y el oro, que ofrecen un potencial de rentabilidad más alto en comparación con otros instrumentos financieros tradicionales.
Bitcoin sigue en aumento
En los últimos 7 días, el precio de bitcoin ha aumentado de 63.000 dólares a 65.300 dólares, impulsado por la incertidumbre macroeconómica y los recortes de tasas de interés, tal como aprecia en el gráfico de TradingView.
El oro, por su parte, ha alcanzado una cotización histórica de 2.682 dólares la onza, reflejando el aumento en la demanda de activos refugio.
En un escenario de «aterrizaje suave», la mejora en las condiciones crediticias y la reducción de las tasas de interés podrían facilitar el acceso al capital, beneficiando a activos como bitcoin.
Los inversionistas, en busca de mayores rendimientos, podrían aprovechar la oportunidad para ingresar en este mercado, impulsando aún más el valor de las criptomonedas.
Mientras algunos sectores como el manufacturero enfrentan una posible recesión severa, otros actores del mercado, como Coinbase, ven oportunidades en medio de la incertidumbre. El futuro económico de Estados Unidos sigue siendo incierto, pero lo que está claro es que la percepción de recesión entre los consumidores está cada vez más presente y, sea cual sea el escenario, bitcoin tiene razones para destacarse.