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Bitcoin perdió la marca de 90.000 dólares desatando pánico en el mercado.
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Las señales siguen apuntando a un escenario constructivo para bitcoin.
Bitcoin (BTC) tuvo una caída esta semana por debajo de los 90.000 dólares, un movimiento que borró todas las ganancias acumuladas en 2025 y genera preocupación entre los operadores. La profundidad del retroceso lleva a algunos actores del mercado a preguntarse si ha comenzado un nuevo «criptoinvierno».
Sin embargo, varios especialistas coinciden en que este escenario aún no se ha configurado y que el movimiento forma parte de una corrección dentro de una tendencia alcista mayor.
Por ejemplo, analistas del exchange Bitfinex explicaron a CriptoNoticias que la caída de bitcoin (y de todo el mercado de criptomonedas) se inserta en un contexto técnico y macroeconómico que todavía favorece la continuidad del ciclo alcista.
Señalan que la caída bajo los 100.000 dólares estuvo influida por un movimiento risk-off generalizado, fuertes salidas en ETF al contado antes del fin de semana, y más de USD 1.100 millones en liquidaciones apalancadas. «Todo esto generó un efecto cascada», explican.
Recuerdan, además, que el retroceso llega tras «un rally que llevó a bitcoin a más de USD 126.000 hace pocas semanas», por lo que la toma de ganancias y la baja liquidez típica del cierre de año influyeron en la presión vendedora.
Los analistas mencionados sostienen que los precios bajos activan las órdenes de compra y representan las bases de costo de los inversores de corto plazo. Ambos son factores positivos para la cotización del activo, aseguran.
En ese sentido, destacan: «podemos decir que aún nada indica un cambio estructural de ciclo», descartando de momento la tesis de un invierno prolongado».
«El panorama de bitcoin sigue siendo constructivo»
Desde Bitfinex destacan que, pese al nerviosismo del mercado, «las señales siguen apuntando a un escenario constructivo». En el plano técnico y on-chain, explican que hay áreas de precio que «concentra fuertes niveles de demanda, lo que históricamente favorece rebotes».
También afirman que los ETF y los inversores institucionales, que «ya controlan más de 4 millones de BTC», suelen aprovechar estas correcciones para aumentar posiciones.
En lo macroeconómico, consideran que la situación continúa siendo favorable, ya que «se espera que la Reserva Federal mantenga un sesgo de relajación hacia 2026» y que «la liquidez global vuelva a expandirse».
Los especialistas añaden que el apetito corporativo por bitcoin y otros activos digitales sigue creciendo en América Latina. A modo de ejemplo, mencionan el caso de Méliuz, que anunció la compra de 604,9 bitcoin y el de OranjeBTC, que se posicionó como el mayor tenedor público de BTC y criptomonedas en Latinoamérica. Esto, tras su debut en bolsa con 3.691 BTC.
Para Bitfinex, estos casos muestran que «Latinoamérica está entrando en una nueva era de mayor adopción institucional», consolidando a bitcoin como activo de tesorería en estrategias corporativas de largo plazo.
«Hay ruido, pero no es invierno»
El analista salvadoreño Jaime Merino coincide con Bitfinex en que la caída reciente de bitcoin no representa un cambio de ciclo. A su juicio, el descenso hacia la zona cercana a 90.000 dólares ha generado mayor cautela entre los operadores, pero no configura un escenario bajista prolongado.
«Para mí esto no es un criptoinvierno. Lo que estamos viendo es una corrección dentro de una tendencia alcista mucho más grande», asegura Merino a CriptNoticias. Añade que bitcoin «ya nos ha demostrado varias veces que después de subidas fuertes vienen descansos, y eso es totalmente normal».
Mientras la moneda digital mantenga estructuras técnicas clave, el especialista considera que la tendencia alcista se mantiene intacta. «Hay ruido, sí, pero no es invierno», expresa.
Es más, datos on-chain refuerzan la tesis de que el mercado podría estar atravesando una fase de limpieza y no un ciclo bajista prolongado. El indicador Short-Term Holder SOPR (STH-SOPR), que mide si los tenedores de corto plazo venden con ganancias o pérdidas, cayó a 0,97 y se ha mantenido por debajo de 1 durante varias semanas.
Según la plataforma XWIN Research, este comportamiento «refleja un proceso de ‘limpieza’ severo». El mismo, caracterizado por ventas sistemáticas con pérdidas por parte de los inversores más recientes. Esto, afirman, indica que la presión vendedora de bitcoin podría estar agotándose.
Una caída de bitcoin forzada, no estructural
Por su parte, el investigador español Carmelo Alemán también descarta un cambio de ciclo. Explica que la caída actual de bitcoin «es una caída artificial y forzada», influida principalmente por factores de liquidez y derivados.
Aunque los inversores de largo plazo aumentaron sus ventas en un 2,81% durante el último mes, Alemán remarca que este volumen «es insuficiente para generar un descenso tan abrupto del precio». A su juicio, se trata del «agotamiento» natural de quienes ya habían obtenido beneficios.
Indica además que estas ventas han sido absorbidas por grandes tenedores. «Las ballenas están absorbiendo un poquito menos de la mitad de los BTC que se están vendiendo, y la otra parte la absorben los grupos de 100 a 1.000 bitcoin», explica.
Efectivamente, la caída de bitcoin por debajo de los 90.000 dólares llevó el rendimiento anual de bitcoin a −2,10%, revirtiendo por completo las ganancias acumuladas del año. No obstante, los especialistas consultados coinciden en que el mercado aún no muestra las señales propias de un criptoinvierno.
El soporte técnico fuerte, la demanda institucional persistente, la fase de capitulación de corto plazo y la estabilidad macro esperada para 2026 configuran un escenario clave. Uno en donde una recuperación en el corto o mediano plazo sigue siendo plausible. Eso sí, siempre que el entorno global no se deteriore significativamente.