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BitMine es la empresa de cotización pública con más ether (ETH) en sus balances.
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Está transformación es impulsada por iniciativas como la ley GENIUS.
BitMine Immersion (BMNR), una firma que cotiza en el Nasdaq, continúa trabajando en un ambicioso plan para adquirir el 5% del suministro circulante de ether (ETH), la criptomoneda nativa de Ethereum.
Actualmente, la firma que abandonó la minería de Bitcoin para enfocarse en la acumulación de este activo tiene en su poder un total de 2,15 millones de unidades de ETH, valuados en 11.649 millones de dólares a precios actuales.
Otra cuestión para destacar es que es la segunda tesorería corporativa de activos digitales más grande a nivel mundial, solo superada por Strategy, la firma que dirige Michael Saylor que tiene la reserva de bitcoin (BTC).
La persona que está detrás de este objetivo es Tom Lee, cofundador de Fundstrat y presidente de BitMine, quien en el marco de la presentación del último balance empresarial destacó el potencial que tiene la red Ethereum para los próximos años.
“Wall Street y la IA (inteligencia artificial) se basan en la cadena de bloques, y Ethereum es donde se construye la mayor parte de esto. Es por esto que vemos el año 2025 como análogo al ‘momento de 1971’, cuando el dólar abandonó formalmente el patrón oro”, afirma Lee, quien es conocido como el Michael Saylor de Ethereum. Esto es porque BitMine ha estado siguiendo una estrategia similar a la de Strategy.
Esta suerte de paralelismo con 1971, año en el que el presidente estadounidense Richard Nixon puso fin a la convertibilidad del dólar en oro, abandonando así el patrón oro, lo que marcó un antes y un después en cómo se conciben los sistemas de valor.
La comparación resalta el rol de Ethereum como infraestructura clave en la convergencia entre los mercados financieros tradicionales (a lo que se alude al decir “Wall Street”, y no a la zona geográfica en sí) y la IA, posicionándolo como el epicentro de innovación financiera y tecnológica.
Es decir, el ecosistema creado por Vitalik Buterin podría redefinir el sistema financiero, por ejemplo, los contratos inteligentes reemplazando funciones bancarias, identidades en cadena aumentando la seguridad y rollups optimizando la eficiencia de las transacciones.
Por ese motivo, Lee asegura: “Seguimos creyendo que Ethereum es una de las mayores apuestas macro para los próximos 10 a 15 años. La migración de Wall Street y la IA a las redes de criptomonedas debería conducir a una mayor transformación del sistema financiero actual. Y la mayor parte de esto se está produciendo en Ethereum”.
Una de estas grandes transformaciones a la que hace referencia Lee se debe a la Ley de Orientación y Establecimiento de Innovación Nacional para Stablecoins, más conocida como ley GENIUS.
Esta norma, que ya fue aprobada por el Congreso de Estados Unidos y promulgada por el presidente Donald Trump, propone integrar a las monedas al sistema financiero de ese país. Además de crear reglas claras para la emisión y operación de esta clase de activos digitales.
La norma apunta a garantizar que cada stablecoin tenga respaldo real 1:1 con el dólar, lo que podría reforzar la confianza y favorecer una adopción más amplia.
Como ha reportado CriptoNoticias, Ethereum actualmente concentra el 54% del mercado de stablecoins, lo que reafirma su narrativa como “el hogar” de estos activos. Y esto es importante señalarlo porque debajo de ese techo todavía hay lugar para seguir recibiendo a huéspedes.
Dado que la mayoría de estas monedas ya circula en Ethereum y gran parte de la emisión futura se concentraría en redes consolidadas, aquí cobra relevancia la teoría de Lee, que apunta a que este crecimiento beneficiaría directamente a la red.
Según Node Analytica Research, la ley GENIUS podría llevar a que el volumen de stablecoins se multiplique por 15 hacia 2030, alcanzando los 4 billones de dólares.
Si este escenario se concreta, Ethereum tendría un impulso adicional: un mayor volumen de stablecoins en su red incrementaría la necesidad de utilizar ETH para cubrir comisiones, lo que funcionaría como un motor de demanda para el activo y, en consecuencia, como un catalizador para su precio.
Sin embargo, en diálogo con CriptoNoticias, desde el equipo de investigación del exchange de criptomonedas CoinEx le pusieron paños fríos a la cuestión y explicaron el doble impacto que esta norma podría tener en Ethereum.
“Por un lado, puede conducir a una mayor adopción y crecimiento al proporcionar claridad normativa y atraer a las instituciones financieras tradicionales al espacio criptográfico, lo que probablemente aumentaría la demanda de la red Ethereum. Por otro lado, plantea retos a la naturaleza descentralizada de Ethereum. Los requisitos de la ley para que los emisores de stablecoins tengan la capacidad técnica de congelar o incautar activos, así como su preferencia por las entidades bien capitalizadas, podrían conducir a una mayor centralización dentro de Ethereum”.
Además, los especialistas indicaron: “Para resolver esta cuestión, el ecosistema necesitará una combinación de tecnología, políticas y compromiso de la comunidad para navegar por el nuevo entorno regulatorio sin sacrificar los principios fundamentales de un sistema financiero descentralizado y abierto”.
Si bien la opinión de Lee refleja el potencial alcista de la red, habrá que ver si Ethereum logra hacer equilibrio entre la expansión y preservación de la descentralización de su ecosistema.