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Se trata de una jugada que refleja más oportunismo que visión estratégica.
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No tiene sentido mezclar bitcoin con una memecoin dentro de una reserva corporativa.
Sigue la tendencia de añadir criptomonedas a reservas corporativas, como si se tratara de una mala copia del accionar bitcoiner de Michael Saylor y Strategy (anteriormente llamada MicroStrategy).
Este jueves 15 de mayo se conoció que la empresa textil e inmobiliaria Addentax Group Corp. (Nasdaq: ATXG) pretende adquirir 8.000 bitcoin (BTC) «junto con otras criptomonedas, como la moneda official Trump (TRUMP), con un valor de mercado actual previsto de aproximadamente 800 millones de dólares estadounidenses, mediante la emisión de acciones ordinarias».
Si bien se indica que aún «no se ha alcanzado un acuerdo definitivo», los directivos de Addentax «consideran esta iniciativa como la acción principal de la empresa para respaldar su estrategia de inversión y tenencia a largo plazo de criptoactivos, a la vez que fortalecen sus redes al incorporar a titulares influyentes de criptomonedas como accionistas».
Se informa en un comunicado de prensa:
«ATXG tiene como objetivo fortalecer su balance mediante la adquisición de activos digitales altamente líquidos y ampliamente reconocidos, al mismo tiempo que incorpora nuevos accionistas con experiencia y conocimientos demostrados en el sector de las criptomonedas».
Addentax Group, empresa textil e inmobiliaria.
Hong Zhida, director ejecutivo de Addentax, comentó: «Esta iniciativa respalda la estrategia blockchain más amplia de la empresa, facilitando posibles adquisiciones de activos digitales como bitcoin y atrayendo a inversores estratégicos con experiencia en el ecosistema de las criptomonedas. Creemos que ciertos activos digitales consolidados pueden constituir un componente estable de las inversiones a largo plazo de la empresa, dada su liquidez y el creciente interés institucional en los últimos años».
Una estrategia sin sentido ¿Qué buscan realmente?
En principio, no hay nada objetable en la decisión de una empresa de incorporar bitcoin a su tesorería. De hecho, es una estrategia que ha demostrado ser eficaz para resguardar valor a largo plazo, en especial frente a la depreciación del dinero fíat. Bitcoin ofrece propiedades que lo distinguen radicalmente de cualquier otro activo digital: su emisión es limitada, su red es verdaderamente descentralizada, y su política monetaria no depende de decisiones arbitrarias ni de modas pasajeras.
En ese sentido, acumular BTC en el balance puede representar una jugada racional, especialmente si se trata de una apuesta sostenida y bien comprendida, como en el caso de Strategy, liderada por Michael Saylor. A lo largo de los años, esta compañía ha construido no solo una reserva millonaria en bitcoin, sino también una narrativa coherente: bitcoin como activo superior, no como “una cripto más”.
Sin embargo, lo que propone Addentax no tiene esa claridad. Su comunicado anuncia la intención de adquirir bitcoin “junto con otras criptomonedas, como la moneda oficial Trump”. Y ahí es donde la estrategia se vuelve confusa, contradictoria e incluso peligrosa. ¿Qué sentido tiene mezclar bitcoin —una reserva de valor reconocida globalmente— con un token altamente especulativo y de dudosa utilidad como TRUMP? ¿Se trata de ignorancia, mal asesoramiento, o simplemente una movida de marketing para captar la atención de los medios?
Todo indica que esta empresa, como otras que han intentado subirse a la ola de la “saylorización” sin entenderla, está adoptando una estrategia basada en hype más que en convicción. Ya vimos algo similar con GD Culture Group y con BTCS. En ambos casos, la narrativa corporativa buscó imitar el modelo de acumulación de Strategy, pero diluyendo su lógica: en lugar de concentrarse en bitcoin, optaron por sumar altcoins —como ether (ETH), en el caso de BTCS— o directamente memecoins, como TRUMP.
Peor aún es cuando esta estrategia se financiaría con emisión de acciones, es decir, con la dilución del capital actual de la empresa. Eso implica que inversores que hoy poseen participación en Addentax verán reducido su porcentaje de propiedad para financiar una operación riesgosa y posiblemente mal fundamentada.
Lo que estamos viendo es un fenómeno cada vez más común: empresas que quieren replicar la narrativa de MicroStrategy sin entender por qué esa narrativa tiene fuerza. Bitcoin no es una moda, no es una apuesta más dentro del universo de «las cripto”. Es un activo con fundamentos sólidos, con una red inmutable, y con una política monetaria que no ha cambiado en 15 años. Las altcoins, en cambio, viven de los ciclos de euforia y mueren con el olvido.
La inclusión de TRUMP en una estrategia corporativa de acumulación de reservas no solo es incoherente: es una señal de alerta. O bien esta empresa no comprende lo que está haciendo, o bien está especulando con una subida mediática para levantar el precio de sus acciones. En cualquiera de los dos casos, se trata de una jugada que refleja más oportunismo que visión.