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Con la fusión entre la blockchain actual y la de Ethereum 2.0, ether se haría deflacionario.
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Se observa un cambio de narrativa sobre la función de Ethereum y su criptomoneda nativa.
120 millones de ethers (ETH). Este sería el suministro máximo de la criptomoneda nativa de Ethereum, de acuerdo con los cálculos de Justin Drake.
El investigador de la Fundación Ethereum hizo pública esta predicción días atrás en su cuenta de Twitter. Allí aclaró que ese es su pronóstico más conservador. Otros posibles máximos de emisión, según su análisis, serían alrededor de los 118 o 119 millones.
Drake considera que este máximo se alcanzará con la fusión (merge) de la blockchain actual con la de Ethereum 2.0. Luego, el circulante comenzaría a reducirse mediante la quema de tokens y es por eso que se refiere a ese número como «pico de suministro».
Para sus cálculos, el desarrollador consideró que el suministro de ETH al momento del análisis era de 115.620.035 ethers. Esto es un dato discutible pues, como ha informado CriptoNoticias, no existe un único método para calcular cuántos ethers se han emitido y las cifras pueden variar levemente.
Por ejemplo, al momento de redacción de este artículo, CoinMarketCap informa que existen 115.746.304 ETH, mientras que para CoinGecko este número es de 115.746.571.
Cambio de narrativa en Ethereum: de combustible a dinero
Drake, en su publicación, compara la emisión de ether, que en la versión 2.0 de la red sería deflacionaria, con la de bitcoin (BTC). No existirán más de 21 millones de BTC, pero, a diferencia de ETH, no existe un modelo preestablecido de reducción del suministro de la primera criptomoneda.
El investigador acompaña la comparación con un gráfico en el que califica a BTC como dinero «sónico» y a ETH como dinero «ultrasónico».
El hecho de que miembros de la propia Fundación Ethereum se refieran a ETH como dinero implica un cambio de narrativa en la comunidad. Atrás parecen haber quedado los días en los que se decía que ether era «solo combustible para contratos inteligentes». Ahora, hay quienes lo consideran dinero.
Así lo cree, por ejemplo, el desarrollador Evan Van Ness, anfitrión del podcast Week in Ethereum, quien en varias ocasiones se refirió a ether como una buena reserva de valor.
En esta misma línea se expresó Arash Ghaemi, director de estrategia de la compañía de inversiones Two Prime, el pasado 30 de abril. Para él, ETH es una mejor reserva de valor que BTC.
Entre otros motivos, el ejecutivo dice que esto es así porque ya lo ha demostrado con el incremento de su precio en más de un 85.000% desde su lanzamiento en 2015. En el mismo período, el incremento del precio de BTC fue cercano al 20.000%.
También menciona Ghaemi que gran parte del suministro de ETH no está en plataformas de compraventa, sino que se encuentra bloqueado, ya sea por validadores de Ethereum 2.0 o en protocolos de finanzas descentralizadas (DeFi).
Además, el estratega sostiene que grandes inversionistas institucionales podrían llegar a Ethereum, tal como ocurrió con bitcoin. El hecho de que nuevos fondos de inversión en ETH estén surgiendo, facilitaría esta adopción a gran escala.
Ghaemi considera que estas causas son las que llevarían a que el precio de ether pueda, algún día, desacoplarse definitivamente del de bitcoin y no verse afectado por sus fluctuaciones, como suele ocurrir.
Entre quienes no creen que el ether algún día pueda reemplazar a bitcoin como reserva de valor ideal, un argumento común es el de los constantes cambios en la política monetaria de ETH. Para ellos, la inmutabilidad de la emisión de bitcoin es una de sus principales fortalezas, pues ofrece predicibilidad y certeza a los inversionistas.
Por ejemplo, en palabras del especialista en inteligencia artificial, Mark Saroufim, «el suministro de Ethereum no está claro y su política monetaria cambia con demasiada frecuencia para que sea una reserva de valor». Para él, «los protocolos básicos» de algo que pretende ser una reserva de valor, «deberían ser aburridos».