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El precio de Worldcoin ha caído 87% desde su máximo histórico.
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La criptomoneda se ve afectada por grandes transacciones que ha hecho Alameda Research.
El token de Worldcoin (WLD), conocido por su protocolo de verificación de identidades basado en el escaneo de datos biométricos, ha alcanzado un nuevo mínimo anual en su cotización.
La cotización de WLD ha caído un 87% desde su máximo histórico de marzo pasado, cuando alcanzó los 11,8 dólares por unidad. En la jornada actual, el activo se cotiza en tan solo 1,3 dólares, tocando un precio que no se veía desde hace un año. Esto se ve en el siguiente gráfico de TradingView.
Esta fuerte caída amenaza con desplazarlo del top 100 de criptomonedas por capitalización de mercado, mientras se mantiene en el puesto 93.
El marcado descenso ha sido impulsado por varios factores, comenzando por la tendencia bajista de bitcoin (BTC), que ha arrastrado a casi todas las altcoins.
Bitcoin, la principal moneda digital del mercado, ha registrado una caída del 8% solo en la última semana, lo que ha exacerbado la situación. Hay que tomar en cuenta que septiembre, históricamente, ha sido un mes complicado para bitcoin y por ende eso se traslada al resto del mercado.
Movimientos del token WLD y el constante escrutinio afectan al proyecto
Otro factor importante es la alta inflación del token WLD. Esta cualidad hace que el token no resulte atractivo para los inversionistas a largo plazo, quienes prefieren evitar activos que tienden a devaluarse con el tiempo.
La situación se agrava con el movimiento reciente de Alameda Research, la compañía hermana del quebrado exchange FTX.
Según datos de Spot On Chain, desde agosto, Alameda ha depositado 698.312 WLD, valorados en 1,13 millones de dólares, en pequeños lotes a través del exchange Binance, probablemente con el fin de pagar a sus acreedores.
Este aumento en la oferta podría estar ejerciendo una presión adicional sobre el precio del token. No obstante, las principales tenencias de Alameda incluyen 98,86 millones de BitDAO (BIT), valorados en 78,8 millones de dólares, y 24,3 millones de WLD, equivalentes a 36,2 millones de dólares, lo que indica que WLD sigue siendo parte de su portafolio clave, como se ve en la siguiente imagen.
A esto se suman los continuos cuestionamientos sobre el modelo de negocio de Worldcoin, que utiliza un dispositivo llamado «Orbe» para escanear los iris de los usuarios y verificar su identidad. A cambio, estos usuarios reciben una «renta básica» pagada en tokens WLD.
Sin embargo, este método ha sido objeto de críticas por parte de expertos en privacidad, quienes argumentan que la recolección de datos biométricos es excesiva para los fines planteados, además de señalar la falta de transparencia en torno al uso futuro de estos datos, incluyendo la posibilidad de que sean vendidos o utilizados con fines comerciales o de vigilancia.
La polémica en torno a Worldcoin ha llevado a que el proyecto, fundado por Sam Altman, cocreador de ChatGPT, sea investigado en varios países de Latinoamérica como Chile, Colombia, Ecuador, Argentina, y más recientemente, México, como lo reportó CriptoNoticias.
En este último, el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) ha iniciado una investigación para analizar la «posible vulneración de datos» relacionada con Worldcoin.
Worldcoin quiere alcanzar una escala mayor como Facebook
A pesar de los desafíos que enfrenta el proyecto, Alex Blania, CEO de Tools for Humanity, la empresa detrás de Worldcoin, ha reiterado en una entrevista reciente que el enfoque principal sigue siendo la expansión masiva del uso de los Orbes de escaneo de iris.
Según Blania, «al igual que otras redes que hemos visto surgir en las últimas décadas, como PayPal o incluso redes sociales como Facebook, solo se vuelven útiles cuando alcanzan una escala mayor». Por ello, su prioridad sigue siendo aumentar la cantidad de usuarios verificados en todo el mundo.
Aunque Worldcoin enfrenta dificultades significativas, tanto en términos de mercado como de confianza pública, sus líderes mantienen el optimismo sobre el potencial de crecimiento del proyecto.