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Aunque BTC experimentó el “cruce de la muerte”, las ballenas mantienen la acumulación.
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Las posibilidades de que no haya recorte en las tasas de interés está presionando al mercado.
Bitcoin (BTC) atraviesa una de las correcciones más pronunciadas del año tras retroceder más de 30% desde el máximo histórico de 126.200 dólares alcanzado el 6 de octubre.
Este movimiento, que incluso llevó el precio de bitcoin por debajo del nivel de apertura de 2025, ha reactivado la preocupación de que se haya iniciado un nuevo «criptoinvierno».
No obstante, hay especialistas del mercado que aclaran que, más que el final del ciclo alcista se está viviendo una fase correctiva dentro de una estructura alcista de mayor plazo.
El analista colombiano Juan Rodríguez afirma que «nada se ha acabado en bitcoin», aunque su precio ha perdido varios soportes. De hecho, sugiere que todo apunta a que, más que el fin del ciclo, se está experimentando un «cambio» en el mismo.
Ello, considerando que, aunque los factores técnicos apuntan a un contexto bajista, el plano on-chain está mixto y el ámbito de la macroeconomía refleja un escenario «aceptable», en su opinión.
Bitcoin y el «cruce de la muerte»
Enfocándose en lo técnico, Rodríguez recalcó que BTC atravesó el denominado «cruce de la muerte» esta semana. CriptoNoticias así lo reportó, cuando la gráfica de precios mostró que la media móvil de 50 días se encuentra por debajo de la de 200 días.
Por lo general, ese patrón suele ser visto como una señal técnica negativa para el precio de bitcoin.
«Normalmente este cruce ha identificado tendencias bajistas, como la de 2022. Aunque en la actualidad, yo no estoy totalmente convencido de ello», dijo Rodríguez.
No obstante, enfatizó que, si se tiene en cuenta solo el análisis técnico, «la conclusión es que sí estamos bajistas y en cara de haber perdido la tendencia».
Desde otra óptica, el analista técnico Emanuel Juárez advierte que si bitcoin no logra recuperar los 106.000 dólares, «significa que los compradores recientes siguen en pérdida». «Y eso suele mantener al mercado con presión, menos confianza y menor entrada de liquidez», alerta.
En diálogo con CriptoNoticias, Juárez enfatiza que «en términos simples, el precio quedaría vulnerable a nuevas caídas porque los tenedores a corto plazo no tienen incentivo para sostener posiciones».
Ballenas de bitcoin y datos on-chain apuntan a oportunidad
A pesar de las señales técnicas de debilidad, las métricas on-chain ofrecen una lectura más matizada.
Rodríguez enfatiza que uno de sus indicadores clave es la tenencia de grandes direcciones, también conocidas como ballenas (tenedores con entre 1.000 y 10.000 BTC).
Tras una fase de distribución previa, Rodríguez observa un cambio en el comportamiento de las ballenas. Estas están «comprando la caída» previa, lo que suele ser optimista para BTC, en su opinión.
Esta visión guarda coherencia con la del investigador español Carmelo Alemán. Él considera que la reciente corrección de bitcoin «es una caída artificial, una caída forzada».
Según sus estimaciones, los inversores de largo plazo —quienes mantienen bitcoin por más de 155 días— incrementaron sus ventas en apenas 2,81% durante el último mes. Ese es un volumen que considera insuficiente para justificar un colapso tan brusco del precio.
En contacto con este medio, Alemán sostuvo que «las ballenas están absorbiendo un poquito menos de la mitad de los BTC que se están vendiendo, y la otra parte la absorben los grupos de 100 a 1.000 bitcoin».
No hay sobrecalentamiento en bitcoin, todavía…
Otra métrica que cita Rodríguez es la diferencia entre la capitalización de mercado y la capitalización realizada. La misma no muestra sobrecalentamiento. «Desde el libro de contabilidad no estamos recalentados, tenemos espacio», enfatizó.
Finalmente, destacó el indicador SOPR, que mide si los bitcoin que se están moviendo en la red se venden con ganancias o con pérdidas. El mismo está alcanzando niveles de compra, lo que es positivo, en su opinión.
No obstante, advirtió que, si el indicador permaneciese varios días en ese nivel, «sí sería una señal on-chain que de que ya estamos en una tendencia bajista».
Un informe reciente de Glassnode, citado por CriptoNoticias, sugiere que bitcoin ha entrado en una «zona de potencial reactivación de demanda» tras caer por debajo de 90.000 USD. Esto, registrando lecturas de sobreventa en indicadores como el de fuerza relativa (RSI), junto a una moderación en las salidas de capital de los ETF de bitcoin al contado.
El contexto macro genera presión
Aunque las señales on-chain brindan cierto optimismo, el contexto macro sigue siendo un factor de presión relevante.
Rodríguez explica que el mercado estima que no habrá recortes de la tasa de interés por parte de la Reserva Federal (FED) el 10 de diciembre. Para él, esto es un factor negativo.
«Esto es lo más malo que está afectando a los mercados, entre más suba será peor y más bajista para los mercados», alerta. Esto, indicando que los recientes datos de empleo en Estados Unidos, de que al parecer se crearon 119.000 nuevos empleos, no son reales, sino «maquillados».
«El mercado está diciendo que la cosa está complicada por el empleo, porque los datos que nos están aportando parecen no ser reales», señala Rodríguez. Y agrega que, debido a esa falta de claridad, la decisión de la FED de no recortar los tipos de interés podría concretarse.
«Entre más suba la probabilidad de no recortes pues lo que va a ocurrir con el precio de bitcoin es que tenderá más a la baja», dijo el analista.
Efectivamente, CriptoNoticias reportó que las chances para que la FED recorte las tasas de interés en diciembre cayeron en un 30%. Esto, luego que se revelaran las minutas de la reunión del organismo en octubre.
Qué podría prolongar la caída de bitcoin
Pese a que la mayoría de indicadores no apuntan aún al inicio de un ciclo bajista estructural, Juárez advierte que existen condiciones que podrían derivar en una fase bajista más prolongada.
Entre ellas menciona la necesidad de una combinación de factores adversos. «La caída del hashrate de Bitcoin o problemas en la red, la salida fuerte de capital de ETF, las divergencias bajistas claras en las métricas on-chain (como menos direcciones activas o caída del volumen) y un sentimiento negativo persistente durante varias semanas», explica.
«Estas combinaciones podrían prolongar la caída de BTC y el resto de las criptomonedas», subraya.
Rodríguez, por su parte, recuerda que en ciclos anteriores BTC ha mostrado comportamientos similares de corrección antes de ampliar su avance.
«Bitcoin claramente sigue una tendencia alcista global. ¿Hay correcciones marcadas? Sí (…) Pero el rango entre 10.000 y 100.000 dólare sigue siendo tiempo de oportunidad para acumular», expresó.
La conclusión que se desprende de este análisis es que el ciclo alcista de bitcoin no ha concluido. En su lugar, atraviesa una fase de ajuste caracterizada por la confluencia de factores técnicos, on-chain y macroeconómicos.
El retroceso evidencia estrés y cierto agotamiento entre participantes. Pero las métricas de demanda, el comportamiento de las ballenas y la estructura de largo plazo aún no apuntan a una ruptura bajista estructural.