El crecimiento de bitcoin y las altcoins en años recientes motivó a muchos emprendedores a intentar desarrollar proyectos propios de criptomonedas. El auge de las ofertas iniciales de moneda (ICO) en 2017 y el primer semestre de 2018 evidencia que un buen grupo de desarrolladores e inversionistas optaron por la creación de criptoactivos, como la mejor forma de impulsar la economía de sus emprendimientos. Pero no todos los proyectos alcanzan el éxito esperado y cerca de mil criptomonedas hoy en día perdieron totalmente su valor.
Proyectos fallidos, estafas, piratería informática o simplemente bromas, se pueden encontrar entre las criptomonedas que hoy en día se consideran “muertas”. El sitio web Deadcoins enlista 929 criptoactivos muertos, de los cuales 677 son proyectos abandonados o cerrados por sus desarrolladores, 180 son estafas o esquemas fraudulentos, 60 fueron creadas como una broma y 12 fueron hackeadas. Por su parte, en Coinopsy, otro sitio web que lleva un registro y revisión de criptoproyectos, el número de criptoactivos malogrados es de 414.
Algunos expertos y medios de comunicación señalan que muchos de estos proyectos han sido víctimas del mercado bajista a lo largo de 2018. No obstante, las “causas de muerte” de las criptomonedas pueden ser varias.
Proyectos débiles o abandonados
Para algunos de estos emprendimientos los problemas comienzan desde la concepción del proyecto y la propia Oferta Inicial de Moneda (ICO). Según Cpinopsy, en la lista de criptomonedas muertas se encuentran algunos emprendimientos realizados por personas inexpertas, por lo que la hoja de ruta simplemente no se completa. Muchas veces cuentan con un equipo muy pequeño, un presupuesto bajo y publicidad insuficiente. Así la moneda o token nunca gana la tracción necesaria para ser listada en los intercambios de criptomonedas.
También se encuentran algunas basadas en muy buenas ideas, emprendidas por buenos desarrolladores, que no logran la inclusión de su token en las principales casas de cambio de criptomonedas. Con el tiempo, los promotores se dan por vencidos y pasan al siguiente proyecto. Muchas veces el dinero recaudado en estas ICOs es devuelto a los inversionistas.
Jori Falkstedt, el director general de GlobalSpy, opinó recientemente que las ICO ganaron popularidad a un ritmo muy acelerado, y que este rápido crecimiento, aunado a proyectos débiles podrían estar llevando al fracaso a muchas ICO.
En una publicación en el blog Medium se lee una de las afirmaciones de Falkstedtr sobre este tema:
Cuando las ICO llegaron el año pasado, su crecimiento fue increíble, fácil y rápido. Muchas ICO recaudaron mucho a pesar de que sus conceptos básicos no estaban del todo bien. Poco después, todos notaron el dinero fácil de ICOs, estos llegaron como setas en la lluvia y de repente ya había miles. Estaba claro que los inversores ya no están disponibles para todas las ICO y su éxito ha sido significativamente más difícil.
Jori Falkstedt
Director General
Otras razones por las que una criptomoneda pueda ser abandonada, según Coinopsy, es la pérdida de tracción, es decir, que desciende en los ranking de criptoactivos; no hay nodos y por lo tanto no existe quien verifique las transacciones; no aparece o es eliminado de las casas de cambio de criptomonedas, por bajo volumen o fallas de seguridad; o el proyecto está estancado.
Monedas como Ethereum Lite (ELITE) se encuentran tanto en el listado de Deadcoin como en el de Coinopsy, como “moneda muerta”. Este proyecto es un buen ejemplo de una idea que no llegó a cristalizar. Se trata de un token ERC-20 basado en la blockchain de Ethereum que fue creado en 2017 con la idea de convertirse en la cara financiera de la red Ethereum.
En el anuncio de su lanzamiento se puede leer “Ether no fue diseñado como moneda. Fue diseñado como medio de pago para contratos inteligentes (Smart contracts) (…) Ethereum Lite se centrará en ser la mejor moneda para estos menesteres, trabajando con los comerciantes directamente para que se acepte y difunda esta moneda.”
Aunque aún se negocia en el intercambio Yobit, este token tiene un volumen de negociación de apenas $6,5 USD en las últimas 24 horas y su valor de 0,00002893 BTC ($0,19 dólares). Su sitio web no funciona y sus redes sociales fueron borradas.
Caso similar es el de BeatCoin (XBTS), cuyo desarrollador parece haberse dado por vencido. Comenzó en 2016, en una cadena de bloques propia. El proyecto se basó en una oferta alternativa de comercio descentralizado para la industria musical. Esta criptomoneda aun se comercia en la plataforma Yobit, pero su volumen de intercambio en las últimas 24 horas ya se ubica en cero y su precio es de $0,008 USD.
Los indicadores de mercado es estos criptoactivos llegan a niveles tan bajos, que se hace inviable su intercambio. Es así como pasan a formar parte del cementerio de las criptomonedas.
Estafas
Pero no siempre la debilidad de los proyectos o la inexperiencia llevan a una criptomoneda a desaparecer. Algunas son creadas con como un método para defraudar a los inversionistas. Estos fraudes van desde estafas de salida, hasta esquemas piramidales conocidos como “ponzi”. Una vez que los estafadores cumplen con su objetivo, los criptoactivos que crearon terminan en la lista de “fallecidos”.
Uno de los casos más reconocidos de una criptomoneda que murió luego de ser identificada como fraudulenta es el de Bitconnect (BCC). Fue creada en 2017 y cerró en enero de 2018. Desde entonces, el proyecto fue abandonado por sus desarrolladores. Sin embargo, según Coinopsy, aun se comercia en tres casas de cambio de criptomonedas con un volumen muy bajo, y su sitio web permanece activo.
Bitconnect fue calificado como un esquema ponzi, ya que presuntamente ofrecía a los usuarios un retorno de 40% mensual y bonificaciones de 0,2% diario, a cambio de “prestamos” dinero a la plataforma. Supuestamente, dichos porcentajes eran financiados con los “préstamos” de los nuevos usuarios, configurándose la pirámide. Cuando, este mecanismo fue denunciado, el valor del criptoactivo cayó más de 90% y sus desarrolladores cerraron el proyecto. Este criptoactivo está en la lista de monedas muertas por “scam” (estafa), tanto en Coinopsy como en Deadcoin.
Algunos informes, como el de Diar y The Wall Street Journal, apunta a que la escasa regulación de las Ofertas Iniciales de Moneda (ICO), podría estar propiciando los sistemas fraudulentos. En este sentido, Diar señaló recientemente que los incentivos legales para completar los proyectos son limitados.
Otras posibles razones para que una criptomoneda muerta se considere una estafa es por la aplicación de esquemas “pum and dump”, el preminado masivo, o porque los promotores huyeron con el dinero recaudado.
El sitio de Deadcoin añade una categoría de monedas muertas a causa de la piratería informática, que incluye proyectos que fueron descapitalizados por ciberdelincuentes. En esta lista se encuentran monedas como Superior Coin (SUP), al cual los piratas le escamotearon $1,5 millones de su ICO y todas sus bases de datos, imposibilitándolos para operar. No obstante, la categoría también abarca criptomonedas creadas como un software malicioso en sí mismas. Tal es el caso de OreoCoin (OREO), cuyo cliente resultó ser un malware.
En definitiva, el valor de las criptomonedas está influido por muchos factores, entre los que destacan un proyecto robusto, seguro y confiable, fundamentado en los principios de la descentralización.
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