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Además de bitcoin, las incautaciones del gobierno incluyen fondos en ETH y USDT.
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La Oficina de Alguaciles tiene dificultades para cuantificar el total de criptomonedas incautadas.
Las autoridades de Estados Unidos incautaron unos 31 millones de dólares en criptomonedas vinculadas al hackeo de la desaparecida plataforma de finanzas descentralizadas Uranium Finance.
Según informan los fiscales en una publicación en X de este 24 de febrero, la incautación fue el resultado de un trabajo entre la Oficina del Fiscal para el Distrito Sur de Nueva York y las Investigaciones de Seguridad Nacional en San Diego, California.
La incautación incluyen parte de los 50 millones robados a la plataforma, que comprendía alrededor de 80 bitcoin (BTC), 1.800 ether (ETH), 26.500 polkadot (DOT), 5,7 millones de USDT, 638.000 cardano (ADA), 5,7 millones de USDT, y unos 36,8 millones de dólares en BNB.
Tal como informó CriptoNoticias, Uranium Finanzas era un clon del maker o creador de mercado automatizado (AMM) Uniswap, implementado en la cadena BNB de Binance (entonces llamada Binance Smart Chain).
En abril de 2021 un pirata informático aprovechó un error en los contratos de pares de Uranium para robar 50 millones de dólares en varios tokens. En el momento del incidente, este hackeo fue uno de los mayores ataques en la historia de las finanzas descentralizadas (DeFi).
Uranium Finanzas cerró después del ataque, dejando a las víctimas sin respuestas ni restitución financiera. La recuperación parcial de los fondos se produce casi cuatro años después del ataque inicial.
Lo que procede ahora es el resguardo de las criptomonedas incautadas para realizar la imputación de cargos penales. En ese sentido, las autoridades no han proporcionado detalles sobre quiénes fueron los hackers, aunque sí han solicitado a las víctimas del incidente ponerse en contacto con ellos.
En este caso, hay dos escenarios: se evaluarán las posibilidades de reembolso o los fondos pasarán al fondo estatal.
Siguiendo una serie de procedimientos legales se sumarían así al pool de criptomonedas incautadas que están en manos del gobierno de Estados Unidos (más de 200.000 BTC), que en su mayoría proceden del extinto marketplace Silk Road.
No obstante, la más reciente incautación se produce en medio de los planes para la creación de una reserva en criptomonedas, proyecto impulsado por el presidente Donald Trump y que contempla utilizar las criptomonedas que se resguardan de incautaciones.
La situación luce compleja a la luz del reciente anuncio del Servicio de Alguaciles de Estados Unidos (USMS), ente encargado de administrar los activos confiscados, el cual –al parecer– ha manifestado dificultades para señalar cuántas criptomonedas tiene actualmente.
Ya en 2022, la Oficina del Inspector General (OIG) advirtió que el USMS estaba teniendo dificultades en la gestión y el seguimiento de sus existencias.
«El USMS no tenía políticas adecuadas relacionadas con el almacenamiento, cuantificación, valoración y disposición de criptomonedas incautadas y, en algunos casos, las orientaciones eran contradictorias», afirmó la OIG en ese momento.