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Estaría usando la misma herramienta que el Departamento de Justicia vincula con el crimen.
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Al ofuscar el rastro de las transacciones se complica la auditoría de los procedimientos del FBI.
Un informe publicado el 8 de abril acusa a la agencia federal de investigación e inteligencia de Estados Unidos, mejor conocida como FBI, de usar servicios mezcladores de bitcoin (BTC) para ofuscar las transacciones durante sus procedimientos de incautación de criptoactivos robados. Al hacerlo, impide que las víctimas de casos denunciados puedan comprobar cuántos activos fueron recuperados realmente.
El autor del informe, Joshua Davis, señala que el FBI está utilizando los mismos servicios de mezcla de criptomonedas que el Departamento de Justicia (DoJ) y FinCEN (Control de delitos financieros de Estados Unidos, en español) han dicho que facilitan el crimen. Aun cuando estudios afirman que la mayoría de los bitcoins mezclados no se utilizan con fines ilícitos.
Al usar servicios de mezcla las víctimas deben confiar ciegamente en el FBI, ya que no tienen forma de verificar exactamente cuántos fondos realmente confiscó la agencia a los criminales. También hace que sea muy difícil para otros organismos gubernamentales auditen al FBI cuando toman posesión de fondos ilícitos.
Joshua Davis en su informe «Querido FBI, Dios bendiga tu corazón».
El accionar del FBI llevó a Davis a plantearse interrogantes sobre la moralidad de la agencia federal, especialmente después de proceder con el cierre de Silk Road. El extinto mercado de sustancias ilícitas clausurado por el FBI en 2013, el cual tenía una de las direcciones de bitcoin más ricas del mundo.
En su momento, el FBI incautó 174.000 BTC y posteriormente se supo que el resto, más de 400.000 BTC del total, desaparecieron por completo, tal como fue informado por CriptoNoticias. El incidente levantó suspicacia en la comunidad bitcoiner, sobre todo por el hecho de que ni el FBI ni otros investigadores hicieron mención a la desaparición de los fondos.
Los BTC de Silk Road oficialmente decomisados por el FBI, luego fueron subastados y los últimos 44.000 fueron comprados por 4 postores a mediados de noviembre de 2015. Sin embargo, no se supo que sucedió con la porción perdida de los bitcoins del mercado oscuro y ese acontecimiento quedó como uno de los misterios de la edad temprana de Bitcoin.
Mezcladores de bitcoin + discrepancias = fondos perdidos
Davis describe en su informe un caso similar al de Silk Road que sucedió en agosto de 2018, cuando el FBI incautó unos 39,67 BTC (por un valor de USD 307.000 en ese momento) a un hombre de Tucson, Arizona, identificado como Ahmad Wagaafe Hared. Posteriormente, los reportes de la agencia señalaban que el monto recuperado era de USD 255.731,58, lo que significaba que el 16,7% había desaparecido.
Inicialmente se pensó que la divergencia en los reportes correspondía con un recorte típico del 15% que la agencia toma como parte de la venta de activos recuperados. Sin embargo, más tarde, el papeleo del FBI reveló datos discordantes en las fechas y direcciones, dejando claro que eso no era lo que había sucedido, tal como lo pudo comprobar Davis.
Por los datos registrados se supo que el FBI había tomado posesión de los fondos decomisados en enero de 2018, siete meses antes de lo que habían dicho inicialmente. La agencia también reportó que los fondos habían llegado a sus manos desde una dirección que tenía un historial de transacciones de más de 43 millones de bitcoins, según apunta Davis.
El reporte del FBI, entonces dejó en evidencia una gran discrepancia adicional, pues si todo sucede como está establecido en el libro blanco de Satoshi Nakamoto, alguna vez solo existirán 21 millones de bitcoins. Por lo tanto, si la dirección que transfirió los fondos al FBI había procesado 43 millones de unidades de la criptomoneda pionera, significa que esa cartera ya había recibido el doble de los bitcoins que no existirán jamás. «Quiere decir, que esa dirección pudo haber enviado el 1% de todos los bitcoins que se extraerán en la historia de la humanidad, pero 231 veces», agrega el informe.
Al descubrimiento de Davis sobre las acciones del FBI, también habría que sumarle el caso de los dos investigadores de Silk Road, Carl Force y Shaun Bridges, quienes lavaron miles de bitcoins de los monederos del sitio web para su propio beneficio personal.
Después de estos casos de alto perfil, no es de extrañar que las víctimas de delitos con criptomonedas sean más cautelosas cuando los organismos gubernamentales reporten el decomiso de bitcoins. Especialmente si estas entidades están utilizando mezcladores para ofuscar el rastro de los verdaderos fondos recuperados.