En el panorama latinoamericano, las criptomonedas han tenido un paso difícil entre las autoridades, pese a una adopción en aumento por parte del público. Bolivia es uno de los países que ha cerrado sus puertas a la discusión sobre la tecnología Bitcoin, aunque sigue sin lograr evitar su empleo.
Ante la prohibición de las autoridades, surgen negocios ilícitos con criptomonedas. Esto se ha visto confirmado tras el reporte de 60 arrestos a supuestos promotores de un negocio fraudulento con monedas digitales en la ciudad de Santa Cruz, difundido por medios locales.
La Directora de la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI), Lenny Valdivia, anunció los arrestos y recordó a la población la ilegalidad que pesa sobre el empleo de criptomonedas en Bolivia desde 2014, al no estar reguladas por ningún ente gubernamental ni financiero.
En nuestro país está prohibido el uso o circulación de cualquier tipo de moneda virtual, llámese Bitcoin o reciba cualquier otra denominación. A partir de esta comunicación formal de la autoridad competente, es importante exhortar a la población que denuncie estos casos en los cuales gente pretende aprovecharse del ahorro de las personas y del ahorro de las familias.
Lenny Valdivia
Directora
De acuerdo a las declaraciones de Valdivia, el arresto fue ejecutado en horas de la noche por la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc). La directora de la autoridad financiera también comunicó que estará trabajando en conjunto con la unidad policial para evitar la proliferación de esquemas fraudulentos.
Asimismo, también denunció haber decomisado publicidad de negocios con criptomonedas a nivel internacional, advirtiendo al público no dejarse manipular. «No participen de estos grupos cerrados a través de WhatsApp que lo único que están haciendo es aprovecharse de la población», alertó haciendo referencia al esquema piramidal Bitcoin Cash, descubierto hace tan sólo un mes.
Ya van dos ocasiones en que el Banco Central de Bolivia emite advertencias contra criptomonedas en el país, y a cada aparición de negocios fraudulentos, su respuesta continúa siendo la prohibición de la tecnología. No obstante, los estudios confirman una pieza de sabiduría popular: lo prohibido atrae. Así también lo aseguran medios de comunicación bolivianos, los cuales demuestran el crecimiento de una comunidad dedicada a concientizar sobre el empleo de criptomonedas a pesar de la censura.
Mientras tanto, la radicalización en la persecución del empleo de criptomonedas como fuente de fraude hasta el momento tiene efectos contraproducentes, ya que pese a poseer características que facilitan el delito -evitable con medidas regulatorias de rigor- es una indudable herramienta de inclusión financiera a la mano de cualquiera, y continúa en ascenso.