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Para Keiser, las stablecoins son el nuevo rostro de la expansión monetaria sin control.
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Según Friedman, luchar contra la inflación es difícil porque los efectos negativos vienen primero.
Max Keiser, reconocido defensor de bitcoin (BTC), volvió a agitar el debate al sugerir que las stablecoins podrían representar una nueva forma de alcoholismo monetario. Lo hizo al compartir una publicación que remite a un video del economista Milton Friedman, quien en su momento comparó la inflación con la bebida.
Según Friedman, la tentación de imprimir dinero por parte de los políticos, al igual que la de seguir bebiendo en el caso del alcoholismo, surge porque los beneficios inmediatos ocultan las consecuencias a largo plazo. Y en ambos casos, lo más difícil es sostener la cura: al dejar de imprimir (o de beber), los efectos negativos se sienten primero, mientras que los resultados positivos llegan después.
Para Max Keiser, las stablecoins son una nueva y más sofisticada forma de imprimir dinero, lo que las hace aún más peligrosas. Advierte que, aunque a simple vista parezcan inofensivas, podrían estar siendo utilizadas como una herramienta encubierta para llevar a cabo una expansión monetaria a gran escala.
Como reportó CriptoNoticias, el asesor de bitcoin del gobierno de El Salvador sostiene que Donald Trump tendría un plan para duplicar la oferta monetaria a través de stablecoins.
El objetivo no sería fortalecer el dólar, sino debilitarlo estratégicamente para impulsar las exportaciones estadounidenses. Esta maniobra, en teoría, le permitiría sortear a la Reserva Federal (FED), que actualmente mantiene una política de tasas altas para controlar la inflación.
De esta forma, Keiser sostiene que, si el plan de Trump avanza, podría impulsarse una emisión masiva de stablecoins respaldadas en dólares o activos equivalentes. Aunque estas criptomonedas son emitidas por empresas privadas, su uso generalizado en los mercados podría generar un efecto similar al de imprimir dinero desde el banco central, pero sin su supervisión directa.
El resultado de esto sería una devaluación acelerada del dólar y una pérdida significativa del poder adquisitivo de los ahorristas. Pero mientras muchos podrían verse perjudicados, Keiser cree que bitcoin saldrá beneficiado.
Así, la advertencia de Milton Friedman cobra nueva relevancia: lo que comienza como una solución temporal —como las stablecoins— podría desencadenar una crisis más profunda.
En medio de la situación planteada, BTC se perfila como la única alternativa con una política monetaria fija y predecible. A diferencia de las monedas fíat, que pueden expandirse de forma ilimitada, bitcoin tiene un suministro máximo de 21 millones de unidades. Esta particularidad lo convierte en un activo deflacionario y resistente a la manipulación monetaria.
Desde su rol como asesor en El Salvador, Max Keiser lleva tiempo advirtiendo que el colapso del dólar es inevitable. A su juicio, la reciente aprobación de la Ley GENIUS (Guiding and Establishing National Innovation for U.S. Stablecoins), la cual regula la emisión de stablecoins para sostener la hegemonía de la divisa estadounidense, no es más que un intento desesperado por dar continuidad a un sistema que se desmorona.
En su visión, stablecoins como USDT —emitida por la empresa Tether— terminarán exponiendo las debilidades del dólar en lugar de respaldarlo, especialmente si sus reservas comienzan a depender más de bitcoin que de activos tradicionales.