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Se celebra que Pix y Drex incluyan a millones de brasileños sin tarjetas de crédito.
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Galípolo asegura que Brasil ya no desarrolla un sistema de pago, sino tokenización de activos.
Gabriel Galípolo, presidente del Banco Central de Brasil (BCB), dijo hoy que mientras las potencias globales debaten y diseñan sus monedas digitales de Banco Central (CBDC), Brasil ya solucionó con su sistema Pix la mayoría de los problemas que estas buscan resolver. La afirmación intenta posicionar al país sudamericano como un pionero que marca el ritmo en la revolución de los pagos digitales.
El Pix es una red de pagos instantáneos que conecta bancos, fintechs e intermediarios homologados bajo la supervisión del BCB. No es un libro de contabilidad distribuido que se comparte entre miles de nodos. Como lo informó CriptoNoticias en su momento, se trata de un sistema desarrollado con la idea de competir con bitcoin.
Durante el inicio del evento Blockchain in Río Galípolo, afirmó que es fundamental preservar el Pix como una “infraestructura pública digital”. Destacó que este sistema, lanzado en 2020, fue responsable de la inclusión de millones de brasileños en los servicios bancarios.
Según sus cifras, hoy, Pix representa el 76,4% de la preferencia de la población, llegando a 159 millones de personas y 15 millones de empresas.
Con ese nivel de adopción, para Galípolo significa que el sistema de pagos instantáneos ya aborda de manera efectiva los principales objetivos de las CBDC. «He argumentado en estos foros de debate que quizás soluciones como Pix ya aborden buena parte de estos problemas», afirmó, sugiriendo que muchos países podrían estar complicando innecesariamente su desarrollo sin antes tener un sistema de pagos instantáneos robusto.
Su argumento no se apoya en teoría, sino en lo que Galípolo cataloga como un éxito y parte de un legado que «ha producido una revolución». Este sistema, permite transferencias 24/7 en menos de 10 segundos, de forma gratuita para los usuarios. Cree que su adopción masiva democratizó el acceso a los servicios financieros para millones de personas y dinamitó la dependencia del efectivo.
Para evitar confusiones, Galípolo aclara una distinción fundamental cuando dice que Pix no es una CBDC. Incluso dijo que Pix es una infraestructura de pagos distinta a el Drex (sistema del real digital) que tiene un propósito distinto.
Esa plataforma del real digital, que ha sido elogiada por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y con la que en el 2023 se hicieron las primeras transferencias bancarias, «está mucho más relacionada con el proceso de tokenización de activos», como lo explicó el presidente del BCB, y su fin es «facilitar créditos [cuando un préstamo está garantizado por un activo]… y transacciones con menor presión y menores costos».
Con su discurso, Galípolo deja claro que Brasil avanza en dos frentes simultáneamente. Por un lado, consolida a Pix como una solución para los pagos del presente. Por otro, explora, con el Drex, el modelo que el 98% de la economía mundial ya estudia de cerca, un hecho que el propio presidente del BCB confirma:
«Hay una enorme demanda de varias otras autoridades monetarias para entender qué fue capaz de hacer el Banco Central de Brasil… Esto es algo de lo que debemos estar orgullosos».
Gabriel Galípolo, presidente del BCB.
Los sistemas de pago de Brasil todavía tienen tareas pendientes
Galípolo también abordó las críticas sobre la seguridad de Pix, calificando como “narrativas divertidas y disparatadas”, lo cual catalogó como temores exagerados sobre su impacto. Sin embargo, un ciberataque en julio de 2025 expuso vulnerabilidades en el sistema.
Según Diego San Esteban, presidente de Latam Open Finance, el ataque a C&M Software, un intermediario homologado de Pix, permitió el desvío de entre 400 y 800 millones de reales brasileños (aproximadamente 70 a 140 millones de dólares) de cuentas de reserva de al menos seis instituciones financieras, incluyendo BMP y Banco Paulista.
El análisis de San Esteban revela la vulnerabilidad de Pix, a pesar de que Galípolo promociona su “máxima seguridad”. Este sistema de pagos, desarrollado por el Estado, depende de una infraestructura centralizada. Esta fragilidad expone al sistema a riesgos significativos, contradiciendo las promesas de seguridad y evidenciando la necesidad de abordar sus debilidades estructurales.
Sin hacer referencia al ciberataque, Galípolo ahora habló sobre nuevas funcionalidades de Pix, como la posibilidad de disputar transacciones a través de aplicaciones bancarias, para garantizar “máxima seguridad”. El Banco Central también anunció planes para reforzar auditorías a intermediarios y establecer límites operativos en las cuentas de reserva para prevenir futuros incidentes.
Por otro lado, el Banco Central celebra que Pix permite que 60 millones de brasileños sin tarjeta de crédito accedan a servicios como streaming, promoviendo la inclusión financiera. Sin embargo, esta “inclusión” es condicional, ya que requiere integrarse a un sistema bancario regulado que, por diseño, excluye a muchos.