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Una CBDC replicaría el modelo de las monedas fíat, según Grayscale.
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Para la firma, forzar el uso de CBDC resaltaría las ventajas de Bitcoin ante los usuarios.
El interés de los bancos centrales en emitir sus propias CBDC (monedas digitales de bancos centrales) se ha ido generalizando. Las entidades emisoras de monedas oficiales de los países han visto cómo ha aumentado el interés del público por las denominadas stablecoins o monedas ancladas a otros activos, mientras bitcoin sigue su curso de adopción y reconocimiento en el mundo.
Este interés y el posible lanzamiento de monedas digitales en varios países podrían abrir una nueva puerta de entrada a bitcoin, según la firma de inversiones en criptomonedas Grayscale.
La investigación, titulada «Las monedas digitales de bancos centrales [CBDC] destacan la propuesta de valor de Bitcoin», señala que cualquier hipotética CBDC se enfrentaría a diversos retos de cara a una adopción masiva. Sin embargo, su éxito podría beneficiar un mayor uso de bitcoin y otras criptomonedas.
Si los CBDC se lanzan con éxito, la infraestructura y la educación que acompañarían el uso de estos activos al portador podrían servir como puerta de entrada para una mayor adopción de Bitcoin y otras monedas digitales.
Grayscale
Su argumento se basa en que una posible movilización de las monedas fíat a la infraestructura digital «destacaría [el hecho de] que bitcoin es especial no porque sea digital, sino porque bitcoin es una moneda escasa, intransigente y apolítica que está abierta para que cualquiera la use». En síntesis, el contraste sería más claro y resaltaría las ventajas de bitcoin.
Pero el informe deja claro que, a pesar de esas posibles ventajas, «bitcoin no está esperando los CBDC». La criptomoneda, creada hace poco más de 11 años, «está ganando rápidamente visibilidad por sí misma», en palabras de Grayscale.
CBDC: ningún parecido con bitcoin
El estudio, publicado por Grayscale este 27 de mayo en su sitio web, destaca igualmente las diferencias entre estas monedas digitales centralizadas y las características principales de bitcoin y otras criptomonedas descentralizadas.
Entre esas diferencias, la firma apunta que cualquier banco central tendría total control sobre la emisión, el rastreo de transacciones y hasta las posibilidades de censurar estas últimas, vetar su uso fuera de su jurisdicción e incluso imponer restricciones, tal como ocurre actualmente con las monedas fíat.
Precisamente, las CBDC «probablemente aumentarían la capacidad del gobierno para supervisar las transacciones», argumenta Grayscale en su informe. Estas monedas «están destinadas a ser versiones digitales de monedas fíat y representan muchas de las mismas características», concluye la firma.
El creciente interés al que hace referencia Grayscale se basa, entre otros datos, en una encuesta publicada por el Banco de Pagos Internacionales (BIS, por sus siglas en inglés). En esa consulta, respondida por 66 entidades centrales, casi un 60% manifestó estar explorando el posible impacto de las stablecoins.
Bancos centrales como el de China, Francia, Inglaterra o Corea del Sur han hecho pruebas o tienen el tema en su agenda. Otro país que ya ha comenzado a hacer pruebas con la versión digital de su moneda ha sido Suecia. Reportes de CriptoNoticias señalan los avances de algunas de estas entidades. Sobre el caso de China, quizá el más resaltante, se dio a conocer que la nación asiática no tiene un calendario definido para el lanzamiento de su moneda digital.