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La nación centroamericana y la ciudad suiza comparten sus ideas políticas relacionadas con bitcoin.
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De El Salvador y sus bonos bitcoin podría surgir un nuevo modelo de financiamiento para los Estados.
El Salvador, en Centroamérica, y la ciudad de Lugano en Suiza tienen muchas cosas en común, y bitcoin (BTC) es una de ellas. Ambos gobiernos están impulsando la adopción de la criptomoneda pionera con legislaciones y métodos distintos a los que están de manifiesto en el resto del mundo, algo que les llevó a establecer una alianza estratégica.
Mientras los países de todo el mundo se enfocan en marcos regulatorios para vigilar y supervisar a la industria de las criptomonedas; los gobernantes de Lugano y El Salvador, están promoviendo la adopción de bitcoin como un movimiento político nacido de un anhelo de libertad e independencia.
En marzo del año pasado, seis meses después de que bitcoin se convirtiera en moneda de curso legal en El Salvador, Lugano presentó un proyecto llamado Plan B. Este consiste en convertir a la ciudad en un centro para la adopción europea de Bitcoin, y en un modelo de libertad financiera para todo el mundo, según lo informó CriptoNoticias en ese momento.
Más tarde, en octubre del año pasado, el alcalde de Lugano, Michele Foletti, y Milena Mayorga, en representación del gobierno de El Salvador, firmaron un acuerdo de cooperación para fomentar las mejores prácticas que impulsen la adopción de bitcoin en ambos territorios.
Estamos muy interesados en entender cuáles son las mejores prácticas, para la adopción de bitcoin que está implementando El Salvador y ellos en lo que nosotros estamos haciendo. Por eso, nos reunimos con el embajador salvadoreño ante la Oficina de las Naciones Unidas en Ginebra [Joaquín Maza Martelli], y con la embajadora de ese país en Estados Unidos [Milena Mayorga] para iniciar discusiones e intercambiar impresiones. Es interesante conocer cómo las criptomonedas pueden interactuar con la política y la geopolítica.
Michele Foletti, alcalde de Lugano.
Una embajada de El Salvador en territorio bitcoiner
El acuerdo de cooperación que ahora existe entre El Salvador y Lugano es definido por la bitcoiner Stacy Herbert como nuevas relaciones diplomáticas para la adopción de bitcoin.
Se debe a que ahora la nación centroamericana tiene una oficina de bitcoin en el tercer centro financiero más importante de Suiza, país que tradicionalmente ha tenido uno de los sectores económicos más sólidos del mundo, pero que el año pasado registró su mayor pérdida en 116 años de historia.
La oficinade bitcoin en Lugano, y otras que El Salvador abrirá en otros países, trabajará enlazada con la Oficina Nacional de Bitcoin, a cargo de los inversionistas norteamericanos Max Keiser y Stacy Herbert.
«Tenemos la tarea de facilitar que los inversionistas de bitcoin vengan a El Salvador y participen en esta economía porque sabrán que hay una oficina a la que pueden acudir para obtener información y apoyarlos», dijo Herbert durante una entrevista reciente.
Herbert agregó que la cooperación entre Lugano y El Salvador permitirá el intercambio para que los salvadoreños puedan participar en proyectos educativos centrados en bitcoin que se desarrollen en la ciudad suiza, y viceversa.
Agregó que la idea es que las puertas de ambos territorios permanezcan abiertas para todos los individuos, naciones, inversionistas y regiones interesadas en cómo se usa bitcoin como moneda de curso legal en una jurisdicción.
«De igual manera, coordinaremos y trabajaremos con estas embajadas de bitcoin, que las llamamos así pero que en realidad su punto de enlace son sus cámaras de comercio, para establecer comunicación con individuos, naciones, inversionistas y regiones interesadas en la política bitcoin de El Salvador», explicó Herbert.
Bitcoin como política de Estado
Por su lado, el alcalde Foletti ve el acuerdo de cooperación suscrito con El Salvador como una oportunidad para demostrar cómo dos territorios se convierten en modelo de adopción de bitcoin. Para él, la criptomoneda pionera es clave por muchos aspectos, pero principalmente destaca la resistencia a la censura de la red descentralizada.
Entendimos cómo una persona como Julian Assange y una organización como WikiLeks, que se atrevía a destapar ciertos negocios, eran penalizados con el cierre de todas sus cuentas bancarias. Sin embargo, gracias a bitcoin, WikiLeaks pudo financiarse y, en consecuencia, continuar con sus denuncias.
Michele Foletti, alcalde de Lugano.
El gobernante municipal cree que, con una política basada en bitcoin, Lugano puede fortalecer su economía. Asegura que la ciudad ha captado el interés de empresas vinculadas a las finanzas, la tecnología y al ecosistema de los activos digitales que desean invertir en la zona.
En ese sentido confía en que, en medio del auge del sector de las criptomonedas, se creen nuevos puestos de trabajo en la región. Todo con la idea de que las personas desarrollen más habilidades y puedan aspirar a salarios más altos.
«Creemos que, de esta manera, Lugano está despertando el interés de muchos jóvenes que ven a la ciudad como un lugar apropiado para crear algo», señaló Foletti. Agregó que bitcoin y todo el Plan B que se está implementando está enmarcado en la visión, misión y los valores que guían su crecimiento, así como los ejes estratégicos objetivos que desea alcanzar en 2028.
La visión es la de convertir a Lugano en una ciudad innovadora, y como parte de ello, tiene dos condiciones marco que son: «el mantenimiento del equilibrio financiero y una administración eficiente y digitalizada». Todo enfocado en cinco áreas principales de intervención: «medio ambiente y calidad urbana, polo de desarrollo entre el norte y el sur de los Alpes, barrios, conocimiento y empleo».
Por el lado de El Salvador, la política basada en bitcoin no es muy distinta que la de su socio europeo. De hecho, el gobierno enfatiza que la nación centroamericana trabaja con el objetivo de convertirse en el hub tecnológico de la mano de bitcoin.
El experimento de Nayib Bukele avanza con ciertos contratiempos, pero el año pasado también demostró que tiene varios aspectos que destacan como positivos, entre los que se cuentan los planes de inversión con bitcoin, preparando el escenario para el crecimiento económico del país.
Al igual que Lugano, El Salvador es uno de los pocos territorios del mundo en el que el gobierno incentiva la educación financiera basada en dinero duro como bitcoin. De hecho, en los planes del Ministerio de Educación salvadoreño está que los niños de entre 7 y 15 años de edad, que cursan la educación básica, aprendan sobre la moneda digital.
Alianza para la inclusión financiera y el financiamiento de los Estados
El Salvador y Lugano firmaron un acuerdo con la idea de compartir impresiones para la adopción de bitcoin, pero también sus experiencias pueden servir de modelo para que los Estados descubran nuevas fuentes y estrategias de financiamiento, basado en un nuevo sistema financiero descentralizado.
De esta forma, podrían tomar vías distintas al endeudamiento que promueve el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo. Sus fondos para el financiamiento de los llamados «países en desarrollo» (principalmente los latinoamericanos y africanos) buscan atraer a las naciones en crisis con la narrativa de «arreglar» sus economías.
Sin embargo, con frecuencia los países que solicitan préstamos ante estos organismos internacionales, caen en una crisis económica aún más profunda. Sucede porque, casi todas, tienen una enorme deuda soberana y un amplio historial de incumplimiento, por lo que el endeudamiento no tiene fin, solo aumenta con el tiempo.
Pero ahora, El Salvador y Lugano están observando que con bitcoin pueden tener acceso a un mercado paralelo de deuda y financiamiento basado en la pionera de las criptomonedas. El país centroamericano, por ejemplo, ya cuenta con un marco legal para la emisión de bonos volcán basados en bitcoin.
Con ello, se ha trazado el objetivo de recaudar USD 1.000 millones que utilizará para ampliar su tenencia de BTC, desarrollar su infraestructura minera y financiar la construcción de la Bitcoin City.
Hasta ahora, Lugano no ha anunciado ningún proyecto de financiamiento basado en bitcoin, pero sí planea la emisión de bonos municipales por un total de 100 millones con la idea de pagar un préstamo vencido. Según medios locales, en diciembre pasado la deuda de la ciudad con terceros ascendía a 856 millones de francos suizos (USD 927 millones).
«Si el Ayuntamiento no consigue equilibrar su presupuesto, se vería obligado a pedir más préstamos, aumentando el costo de los intereses anuales», señala la nota publicada a mediados del año pasado.
Mientras tanto, Lugano hace preparativos para recibir el segundo foro anual de Plan B, el cual está pautado para el próximo 20 de octubre, fecha en la que seguramente se harán nuevos anuncios con respecto a la alianza estratégica con la que su territorio y El Salvador planean alcanzar mayor inclusión financiera de la mano de bitcoin.