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El banco pudo haber comprado más de 50.000 bitcoin desde la asunción de Milei.
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Tener reservas en bitcoin es una política realmente soberana, como lo muestra El Salvador.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobó finalmente un préstamo para el gobierno de Argentina. Se trata de un financiamiento de 800 millones de dólares que se otorgan “sobre la base de resultados mejores de lo esperado”.
Según la entidad multilateral, el gobierno de Javier Milei logró “sobrecumplir” los criterios de desempeño. También alcanzó “entendimientos sobre políticas para seguir reduciendo la inflación, reconstituir las reservas internacionales, apoyar la recuperación y mantener el programa firmemente encauzado”.
El FMI asevera que el plan de estabilización del gobierno de Milei “ha dado como resultado un progreso más rápido de lo previsto en el restablecimiento de la estabilidad macroeconómica”. Ello, “a pesar de heredar una situación económica y social muy difícil”.
Ahora bien, el hecho de que el FMI preste dinero a un país, aunque puede ser indicio de estabilidad económica, también trae consigo ciertas consecuencias que no deben dejarse de lado. Por ejemplo, la austeridad fiscal, las reformas estructurales, la recesión, malestar social, pérdida de autonomía, endeudamiento y hasta la dependencia.
Aun sabiendo eso, el gobierno argentino decidió asumir las posibles consecuencias de los compromisos con el FMI. Incluso cuando llegaron a tener en sus manos una oportunidad de evitar los impactos negativos del préstamo y, al mismo tiempo, ser autosuficientes y sin deberle a nadie.
Esa oportunidad se puede aprovechar con bitcoin (BTC), el mayor activo digital del mercado, que pudo haber sido pieza clave para que el país suramericano no tuviera la necesidad de estar comprometido con el FMI para pagar sus préstamos.
Para eso, el Banco Central de la República Argentina (BCRA) debió haber emprendido un cambio estructural (y radical) en su política de expansión de reservas, que, ahora mismo, se limita a la compra diaria y constante de dólares estadounidenses en el mercado.
Según los propios datos provistos por el BCRA a través de X, la entidad monetaria se ha dedicado a la compra prácticamente diaria de cientos de millones de dólares. Por ejemplo, el lunes 13 de mayo, el BCRA adquirió USD 101 millones. Mientras que el pasado viernes 10 de mayo, compraron USD 228 millones. Un patrón de compra de dólares que se ve en los días y meses anteriores.
Algo resaltante es que, desde el 11 de diciembre, fecha cuando el economista Javier Milei asumió la presidencia de Argentina, el BCRA ha comprado al menos 15.860 millones de dólares, de nuevo, para expandir sus reservas, que actualmente están en USD 28.360 millones.
Haciendo un ejercicio mental
En un ejercicio mental, si el BCRA hubiera seguido el camino de El Salvador y, con ello, hubiese empezado a comprar bitcoin en lugar de dólares desde diciembre de 2023, el gobierno de Javier Milei no habría tenido la necesidad de pedir prestado al FMI. Las propias ganancias de BTC le hubieran otorgado el dinero que necesita (y hasta más).
Hay que recordar que, en diciembre, el precio de BTC rondaba los USD 40.000. En esa cotización, se trataba de una oportunidad clara para los inversionistas, a sabiendas de la proximidad del mercado alcista.
En el supuesto de que el BCRA hubiera invertido USD 40 millones diarios en BTC, habrían comprado 1.000 bitcoin por día. Si hubieran seguido esa estrategia, para febrero de 2024 las reservas de BTC de Argentina habrían sido de unos 50.000 bitcoin, en promedio, partiendo de que la moneda lateralizó sobre los USD 40.000 por más de un mes.
Ahora, una reserva de 50.000 bitcoin no pasa desapercibida, ya que el precio BTC ha incrementado alrededor de 50% desde que Milei llegó a la presidencia de Argentina. Dicho de otro modo, la inversión que hubiera hecho el BCRA en BTC ya se hubiera revalorizado al punto de, incluso, superar el préstamo recién otorgado por el FMI al gobierno argentino.
En diciembre, BTC se negociaba en USD 42.000. Pero hoy, 14 de mayo de 2024, 1 BTC se cotiza por el orden de los USD 61.800, según los datos de CoinMarketCap. Si tan solo el gobierno de Milei hubiera destinado fondos a la adquisición de bitcoin, las reservas del país ya sobrepasarían los USD 3.000 millones.
Bitcoin es la mejor opción
Pero todo se trata, de nuevo, de un ejercicio mental. De un contexto hipotético en el que el gobierno de Javier Milei reconoce abiertamente las ventajas de BTC frente a cualquier dinero fíat, como el dólar estadounidense. Una realidad que, visto lo visto, no parece estar cerca de llegar.
No obstante, hay ejemplos de países que sí dieron el paso para guarecerse de la crisis económica y la debacle inminente de todo el sistema fíat tradicional, apoyándose en el activo digital descentralizado más importante del mundo, bitcoin.
El Salvador, el primer país que adoptó legalmente a BTC, es una demostración de ello. Esa nación acumula hasta ahora casi 6.000 BTC, según los datos en cadena. Eso es poco más de USD 300.000 millones al precio actual. Aunque se estima que ese monto se revalorice todavía más debido a la tendencia alcista de BTC.
En El Salvador, según lo han expresado desde el gobierno, entienden por qué la inversión a largo plazo de BTC suele ser una mejor opción que la de cualquier otro tipo de dinero o activo.
Y es que, por mera ley de oferta y demanda, el precio de bitcoin está destinado a incrementar constantemente hacia el futuro, ya que su emisión (oferta) es finita y la demanda es cada vez más creciente en el mundo.
Es una gran diferencia entre BTC y otros tipos de dinero, como el dólar estadounidense, al cual se apega el gobierno de Milei en Argentina. Ese activo, como el resto del dinero fíat, está destinado al fracaso debido a que su emisión está a merced de los políticos y gobernantes, lo que hará que sean, tarde o temprano, víctimas de la inflación.