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Solo Texas tiene un PIB de 2,4 billones de dólares, 70 veces más grande que el de El Salvador.
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23.000 millones de dólares se invertirían en bitcoin por parte de los estados de EE. UU.
Veinte estados de Estados Unidos han introducido proyectos de ley para crear reservas de bitcoin (BTC) en sus tesorerías. Desde Montana hasta Texas, estos estados en conjunto poseen un Producto Interno Bruto (PIB) que supera el de toda América Latina.
Cada vez son más los estados que, de manera individual, han dado pasos para la conformación de sus tesorerías de bitcoin, sumándose hasta ahora unas 20 regiones donde ya existen proyectos de ley para esto.
Estos estados se distribuyen a lo largo y ancho del país, con casos notables como Arizona o Utah, donde los proyectos respectivos han avanzado sin mayores trabas. Sin embargo, en otras regiones ha habido obstáculos, aunque sin que esto reduzca el interés por crear reservas de bitcoin a nivel estatal.
Las reservas de bitcoin a nivel estatal suponen, hasta ahora, una potencial inversión de hasta 23.000 millones de dólares en BTC. Esto se basa en propuestas que incluyen la inversión de hasta el 10% de los fondos públicos estadales en este activo digital, como lo ha reportado CriptoNoticias. No es poca cosa si se considera que, en términos de poderío económico y financiero, estos 20 estados superan a toda la masa económica reunida en Latinoamérica.
Más grandes económicamente que Latinoamérica
Hasta ahora, Montana, Utah, Arizona, Nuevo México, Texas, Oklahoma, Misuri, Iowa, Dakota del Norte, Dakota del Sur, Illinois, Kentucky, Ohio, Pensilvania, Maryland, Carolina del Norte, Florida, Massachusetts y Nuevo Hampshire son las entidades donde se han elevado propuestas legislativas para crear un tesoro de bitcoin.
En conjunto, estos estados suman un PIB de 9,4 billones de dólares para 2023, de acuerdo con Datosmacro.com y entidades como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional.
Por ejemplo, Texas es uno de los estados con mayor PIB debido a su enorme industria energética, especialmente el petróleo y el gas, y una diversificada economía que incluye sectores como la tecnología, la agricultura y el comercio. Mientras que Florida se destaca por el turismo y los servicios financieros.
El PIB de estos 20 estados es 1,3 veces más grande que el de Latinoamérica, que, según Statista, alcanzó los 7,09 billones de dólares en 2023, marcando un incremento del 11,9% respecto al año anterior y siendo la cifra más alta del periodo analizado.
Para poner esto en perspectiva, Texas, por sí solo, supera con creces en economía a El Salvador, cuyo PIB aproximado es de 34.000 millones de dólares. Texas, en cambio, llega a los 2,4 billones. Es decir, Texas es 70 veces más grande que El Salvador, económicamente hablando.
Implicaciones internas y externas
Este interés en invertir en bitcoin y resguardarse en activos digitales por parte de un conglomerado de regiones con un PIB tan significativo tiene implicaciones tanto internas como externas para Estados Unidos.
Internamente, puede diversificar las reservas financieras estadales, potencialmente estabilizando economías regionales al no depender exclusivamente de las fluctuaciones del dólar. Podría también incentivar la innovación en tecnología financiera y atraer más negocios y talentos relacionados con la tecnología de Bitcoin.
Externamente, este movimiento podría influir en la percepción global del bitcoin como un activo viable para instituciones públicas, posiblemente llevando a otros países a considerar políticas similares. Podría también aumentar la legitimidad de BTC y otras criptomonedas, promoviendo su adopción y regulación a nivel mundial. Además, dado el peso económico de estos estados, sus decisiones podrían tener un impacto considerable en los mercados globales de criptomonedas, influyendo en su valor y apreciación.
Como ya lo dijo Dennis Porter, CEO de la organización Satoshi Action y principal promotor de las reservas de bitcoin a nivel estadal, hay un auténtico movimiento a favor de los tesoros de BTC en Estados Unidos, el cual incluso podría tener resonancia en otras latitudes. Como lo ve Porter, hasta los BRICS y el G7 crearán sus reservas de bitcoin.
En general, este fenómeno indica una creciente aceptación de bitcoin y criptomonedas por parte de las instituciones gubernamentales, sugiriendo un cambio paradigmático en cómo se gestionan y perciben las finanzas públicas en la era digital.
La decisión de estos estados podría no solo redefinir las estrategias económicas locales, sino también influir en la política monetaria global, marcando un hito en la integración de las tecnologías emergentes en las estructuras financieras tradicionales.