En la primera parte de este relato, vimos cómo las criptomonedas se convirtieron en la referencia económica mundial, pero no todo el mundo estaba contento con esa idea. Por ello, hubo un ataque con torpedos a Argentina, un país representativo de la expansión de los ideales de descentralización blokchain en todo el mundo. Veamos qué sucedió después.
La estación subacuática de Buenos Aires quedó destruida, pero, por suerte para la familia de Igor y Getta, las cápsulas en las que viajaban eran de vidrio unfragmentario, por lo que fueron lanzados a la superficie en el momento en el que se registró la explosión.
Junto a otros mil viajeros, los Torresverg fueron rescatados en barcos y llevados al puerto de La Plata. El rumor se corrió a una velocidad un poco lenta, y solo después de dos horas fue posible que todo el mundo estuviera enterado de que la subestación de Buenos Aires había sido atacada por los dolaristas.
La información fue difundida por un amigo de Camilo, quien, al ver interrumpido el encuentro neuronal-sexual, se preocupó y buscó la localización del chico por satélite, pero no pudo observarlo de cerca, como normalmente se podía hacer, porque había mucho humo entorpeciendo el video de Facebook, plataforma que había comprado el gobierno estadounidense hacía mucho tiempo para espiar todas las actividades de cualquier persona en la tierra sin su consentimiento. Luego de la ‘Guerra de las corporaciones’, la comunidad estuvo de acuerdo en que el acceso a esta herramienta fuera completamente público solo con fines de seguridad ciudadana.
Del otro lado del mundo, la Antártida, paraíso tropical para los turistas desde su derretimiento en el 2078, era la sede en la que se reunían los dolaristas para conspirar. Entre sus dirigentes se encontraba el zombie inórganico de J.P. Morgan; el producto de la fusión de Melania y Donald Trump -este último había expresado el deseo de lucir las largas piernas de su esposa luego de su muerte, aunque esta aún estuviera viva. También había dos robots, uno con el cerebro del actor Jackie Chan y otro con el del magnate Hugh Hefner; y el clon del multimillonario Mark Zuckerberg, quien en el proceso de clonación se había llevado toda la maldad de su creador, el cual se había vuelto un monje budista y compartía sus prácticas religiosas a través de las redes sociales.
Los dolaristas también tenían un as bajo la manga, pues habían hecho contacto con la raza de extraterrestres IK-4502, quienes lucían exactamente como los humanos, pero sus huesos eran flexibles y no tenían pulmones, por lo que podían adaptarse a muchos ambientes diferentes.
La Unidad Mundial, por su parte, no necesitaba de una sede oficial, aunque los ciudadanos podían reunirse en Chile para tener un encuentro físico con algunos miembros. Luego de la caída de los gobiernos, este país se convirtió en la meca de la tecnología de contabilidad distribuida, pese a que en el pasado, las casas de cambio sufrieron una gran arremetida por parte de los bancos del país. Sin embargo, los encuentros físicos eran muy raros, por lo que Chile quedó solo como una referencia y una leyenda urbana.
Igor fue convocado a una reunión de emergencia para veteranos de la Unidad Mundial, por lo que su familia se trasladó a las afueras de Rosario, donde tenían un apartamento horizontal. Una vez dejó a los niños y a su esposa a salvo, fue materializado en Ontario, donde se llevaba a cabo el encuentro. Allí se enteró de que otras ciudades atacadas fueron París, Berlín, Caracas y Hong Kong. Los daños fueron de mayor magnitud en la ciudad de Washington, lugar donde, al parecer, no hubo sobrevivientes. En esta ciudad, debido a la enorme pobreza y los estragos de la guerra anterior, los ciudadanos apenas poseían tablets y celulares con una baja conexión de 2 Gb/s, por lo que si alguien aún estaba con vida, todavía no lo había comunicado.
Los hackers se encontraban rastreando el registro de los misiles en la cadena de bloques pública para la cadena de suministro de armas de destrucción masiva, esfuerzos que no rendirían sus frutos porque los dolaristas usaban tecnología antigua. En la reunión también fue informado a los soldados-por-voluntad-propia que había sido apresado uno de los dolaristas más jóvenes, descendiente de Steve Jobs, quien sorprendentemente se parecía a un artista muy famoso en el pasado, Ashton Kutcher. Sin embargo, sería muy difícil extraer alguna información sobre la organización a la que pertenecía, pues las políticas de la Unidad Mundial prohibían por completo el maltrato a animales, plantas y robots con el fin de obtener información.
Mientras se daba este debate en Ontario, los dolaristas atacaron el lecho marino del Océano Atlántico, y provocaron una ola gigantesca que cubrió el norte de África, la zona cultural más importante del mundo post-dolarístico. Una parte de los nodos que daban soporte a la red bitcoin quedaron bajo el agua… ¿acaso el plan de los dolaristas sería eliminar cada nodo en el mundo? Esto sería algo imposible, ya que los nodos se encuentran en muchos lugares…
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Descargo de responsabilidad: Esta es una obra de ficción. Los nombres, personajes, empresas, organizaciones, lugares, acontecimientos o hechos que aparecen en la misma son producto de la imaginación del autor o bien se usan en el marco de la ficción. Cualquier parecido con personas (vivas o muertas) o hechos reales es pura coincidencia.