Hechos clave:
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Zamfir piensa que el protocolo debe adecuarse a las disputas que surjan en la comunidad.
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Promueve facilitar la participación de usuarios no-técnicos en la gobernanza de la red.
Inmutable se dice de aquello que no cambia o que resiste a los esfuerzos externos de modificación. La inmutabilidad ha sido insistentemente pregonada y valorada como una cualidad de ciertas redes de blockchain por ser una garantía de predictibilidad, así como de confianza en la integridad de la información registrada, sobre todo en materia de transacciones. Pero Vlad Zamfir, desarrollador e investigador de la Fundación Ethereum, no está del todo de acuerdo en que la inmutabilidad sea un bien en sí mismo.
No es parte de la naturaleza de la tecnología. Es como un acuerdo o doctrina social que las personas aprenden cuando son educadas sobre la tecnología, y dice que cuando las personas tienen una disputa sobre el protocolo, cuando tienen conflictos en torno a las criptomonedas y la tecnología blockchain, no deberían cambiar el protocolo como resultado de ese conflicto. No deberías cambiar el protocolo por razones morales, políticas, legales. El protocolo ha de ser inmutable, lo que quiere decir que el código del protocolo es una mezcla final, una aproximación sobre disputas, y las únicas disputas que están realmente permitidas son las disputas técnicas que cambian el protocolo por mantenimiento. ¿Sabes?, cambios mínimos por razones técnicas.
Vlad Zamfir
La querella de Zamfir contra la inmutabilidad no es reciente. Ya desde el hackeo a The DAO de Slock.it, en el año 2016, fue uno de los promotores de la realización del hard fork que derivó en la separación de Ethereum frente a aquellos que piensan que “el código es ley”, es decir, Ethereum Classic.
Usualmente, la inmutabilidad es defendida como aquella propiedad a la que tiende una red de blockchain en la medida que el registro de sus transacciones se distribuye entre más nodos, disminuyendo la probabilidad de que un ataque pueda revertir, borrar o reescribir el historial de información validada e indexada con su debida marca de tiempo, al libro contable compartido por los miembros de la red.
Pero, al parecer de Vlad Zamfir, parte de esta expectativa de asegurar la integridad de la información registrada se ha colado hacia el desarrollo del protocolo, implantando la idea de que los cambios en el funcionamiento de la red deben reducirse al mínimo, lo que deja sin resolución práctica las disputas que puedan surgir respecto al protocolo.
La respuesta hoy en día es como una radical minimización de la gobernanza, lo que pienso que es vendido como una forma de minimizar el tercero de confianza en blockchain, y es más una cuestión de escalibilidad social. La idea es que no sea posible tomar estas decisiones de una forma en la que las personas confíen, y por lo tanto es mejor si no las tomamos en absoluto para que así las personas puedan confiar. Esta es como la perspectiva general en la tecnología cripto y blockchain, mientras que yo realmente no creo eso. Pienso que es profundamente cuestionable porque pienso que es imposible prever todos los conflictos y disputas y es imposible decir hoy o hace unos años que lo apropiado es minimizar las decisiones que pueden tomarse.
Participación y gobernanza
Vlad Zamfir, cuyo trabajo técnico en los últimos cinco años se ha enfocado sobre todo a estrategias de escalabilidad para la transición hacia Ethereum 2.0, tales como Casper y Sharding, también se ha sumergido desde una perspectiva más teórica en el mundo de la gobernanza de blockchains.
Desde su perspectiva, “muchos participantes y potenciales participantes dentro y fuera del espacio de blockchains fallan en participar en la gobernanza” por falta de entendimiento de los posibles resultados de la gobernanza, sobre cómo estas decisiones les afectan y sobre cómo pueden participar de manera efectiva. Por esta razón, promueve la participación activa de los usuarios y la apertura de los procesos de toma de decisiones para que los involucrados en los cambios puedan expresar su parecer durante los procesos de debate.
Con todo, cuando se le pregunta sobre la gobernanza actual en Ethereum, afirma que es “altamente tecnocrática y basada en una norma de inmutabilidad”, estando lejos del estadio que le parecería ideal.
Lo único que está realmente permitido en la gobernanza de Ethereum hoy en día es mantenimiento y desarrollo técnico. Entonces es básicamente tecnocrático y conservador, del tipo que mantiene el sistema existente. Pero al mismo tiempo todo el mundo sabe que el sistema actual no es sostenible, por lo que estamos hablando de movernos a actualizaciones ¿sabes? prueba de participación y fragmentación, desde hace mucho tiempo.
Vlad Zamfir
La transición hacia Ethereum 2.0, la que en un inicio fue llamada en su mapa de desarrollo fase Serenity, lleva en discusión al menos desde octubre de 2018. Sin embargo, durante la tercera edición de la Ethereum Community Conference pudo saberse que la transición aún está muy lejos, y que todavía las investigaciones se encuentran en un estado muy germinal. Recientemente, el mismo Vitalik Buterin compartió su perspectiva sobre el asunto, estableciendo un horizonte temporal de entre cinco y diez años para la transición:
This is my approximate view of what the next ~5-10 years of eth2 and beyond might look like.
Roadmap below reflects my own views, others (including future versions of me) may have different perspectives! Details may of course change as we discover new info or new tech. pic.twitter.com/wynMVC04Ag
— vitalik.eth (@VitalikButerin) March 18, 2020
Con todo, Zamfir insiste en la necesidad de migrar a un modelo basado en Prueba de Participación, asegurando que se trata de un mecanismo más seguro que la Prueba de Trabajo, a pesar de los riesgos que admite que existen para la transición:
(Con Prueba de Participación) tienes finalidad y puedes tener un equilibrio para seguir el protocolo. En la prueba de trabajo no hay equilibrio para seguir el protocolo por la minería egoísta y otras estrategias que se desvían la racionalidad del protocolo. En la prueba de participación es posible tener un mercado con equilibrio para seguir el protocolo y eso es importante por razones de seguridad. Pienso que por lo menos por seguridad nos deberíamos mudar a prueba de participación. Pero también preguntaste por la transición a Ethereum 2. La parte de la transición que es más aterradora para mí, es la parte donde Ethereum 1 se convierte en la fragmentación de Ethereum 2, esa es obviamente la parte aterradora.
Vlad Zamfir
Respecto a la posibilidad de que se implante un sistema plutocrático en Ethereum, donde simplemente quienes tengan más dinero en participación tendrán más control sobre la red, Zamfir no se mostró tan inquieto:
La prueba de participación es un poco diferente, porque la prueba de participación es solo sobre el orden de los bloques y el contenido de los bloques, no es sobre las reglas de validez o la gobernanza del protocolo. La prueba de participación es como un mercado entre usuarios y validadores, o proveedores de servicios en este protocolo, no es sobre la gobernanza del protocolo como tal. Entonces el poder de esa votación, lo que tu llamas votación, está minimizado por el protocolo en orden de mantener a los usuarios seguros de los validados tanto como sea posible.
Vlad Zamfir
El debate respecto a cuál mecanismo de consenso es más seguro, si el PoW o el PoS parece no tener una respuesta definitiva. Si bien, como establece Zamfir, un sistema basado en PoS reduce las barreras de entrada para participar de la minería de la red al no tener que adquirir equipos especializados para ello, esta misma reducción podría hacerla más vulnerable a ataques, por otro lado. Por ejemplo, en el caso supuesto de que un gobierno quiera atacar la red, podría imprimir suficiente dinero para hacerse con el control de la cadena si esta trabaja con PoS; pero si trabaja con PoW, no hay suficientes chips en existencia disponibles para la compra como para que una sola entidad pueda atacar una red como, por ejemplo, Bitcoin, aumentando su seguridad a causa de escasez técnica.
Empero, la transición de Ethereum hacia PoS, si bien se ve aún distante, parece ser una decisión inmutable en esta red que hasta el momento no ha suscitado demasiadas disputas, quizás por la estructuración actual de la gobernanza en Ethereum, altamente centrada en el poder de decisión de los desarrolladores, según admite Vlad Zamfir.
Lo primero que veo más sencillo para mejorar es que los usuarios tomen más decisiones en el protocolo y tengan más poder disponible para la configuración del protocolo, de forma que los desarrolladores no tengan un monopolio natural en la gobernanza. Actualmente ellos gobiernan el protocolo y tienen mucho poder en la gobernanza. Pienso que los desarrolladores podrían hacer que un poco de ese poder esté disponible para otras personas. Y es como algo natural porque los desarrolladores realmente son una pequeña parte de la comunidad, una parte realmente pequeña del ecosistema, y tienen una gran cantidad de poder que está básicamente sin supervisión, y podrían, por lo menos parte de este poder, hacerlo disponible para otros.
Vlad Zamfir
Pero en la actualidad hay altas barreras técnicas para la supervisión y participación de personas sin conocimientos de desarrollo en las decisiones de gobernanza, siendo el caso que las discusiones pueden llegarse a concentrar en temas de difícil comprensión para el público lego. Por eso, Vlad Zamfir vislumbra un futuro en que la participación sea más amigable con el usuario.
Básicamente la idea sería tener como un panel de configuración, como una experiencia de usuario con botones y selectores en donde, sabes, si tú tienes la misma configuración que otros en algún punto pueden sincronizarse y luego todos pueden cambiar la configuración juntos en una experiencia de usuario que sea algo aceptable para las personas. Entonces la idea es tener como un panel de configuración, como una experiencia de usuario donde puedas como abrir una interfaz de usuario para configurar y allí es donde harías estas elecciones.
Vlad Zamfir