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Fernando Grijalba, representante de Braiins, afirma que los mineros no quieren vender sus bitcoins.
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Hay más de 830.000 bitcoins bajo el control de los mineros, de acuerdo con Braiins.
Bitcoin (BTC) ha acumulado caídas importantes en los últimos días y, como era previsible, la minería ha sufrido cierto daño colateral. Los principales indicadores de la rentabilidad de la importante actividad también tienen saldos negativos. Curioso es que, mientras eso pasa, hay más participación que nunca en la red. Es un ímpetu hodler al que –parece– los mineros no renunciarán.
De acuerdo con las cifras de Hashrate Index, el hashprice, que es el monto (expresado en dólares para facilitar la comprensión) estimado a recibir por cada terahash invertido en la red, está en mínimos de 2020, sobre los USD 0,12. Las recompensas diarias siguen la senda y están sobre los 25 millones de dólares. Lo propio con las ganancias por 144 bloques minados, que están en 0,12 BTC.
En contraste, el hash rate, que es el poder de cómputo, escaló hasta un nuevo máximo histórico esta semana y ronda ahora mismo los 222 EH/s, según Braiins. La dificultad, asimismo, se ajustó y también marcó cifras récord, de hasta 5% más respecto a la marca anterior, evidenciando una creciente participación en la minería de Bitcoin.
Para conocer qué es lo que está pasando en el nicho de los mineros de Bitcoin, CriptoNoticias conversó en exclusiva con Fernando Grijalba, quien es el desarrollador de negocios para Latinoamérica de la firma de minería Braiins y también es minero de Bitcoin.
Para Grijalba, esto representa el objetivo de los mineros por seguir produciendo bitcoin. Es una estrategia de no vender sus tenencias y mantenerlas (hodl), pues están preparados para estos momentos de bajadas, lo que les permite tener liquidez para cubrir costos operacionales y mantener la generación.
«Por eso en estos tiempos ‘difíciles’, los mineros están tranquilos, sobre todos los grandes, porque tienen bastante músculo financiero», dijo Grijalba durante nuestra llamada.
Hay participación en la red porque los mineros quieren seguir teniendo BTC y no los venderán para pagar la luz u otros servicios. Es cíclico, un movimiento natural del mercado. Es una forma de refugiarse con un activo que es líquido y sólido como bitcoin.
Fernando Grijalba, desarrollador de negocios de Braiins (Latam) y minero de Bitcoin.
Según la firma, hay 831.379 bitcoins bajo el control de los mineros. Esto es un número notable pues ha subido en comparación con días anteriores, cuando el indicador oscilaba poco más de los 770.000 BTC. Es un sentimiento hodler del que hemos hablado en CriptoNoticias.
Nada tienen que ver los nuevos mineros ASIC en camino
Consultado sobre si la hipotética prueba de nuevos mineros por parte de los fabricantes pudiera ser un causal del repunte en la tasa de hash, Grijalba precisó que no, pues los terahashes «siempre van a ser los mismos».
Remarca que la diferencia entre los nuevos y viejos equipos de minería de Bitcoin yace únicamente en la rentabilidad, a partir de una eficiencia mayor. «Un TH es lo mismo en un S9 como en una máquina de última generación. Lo que va a variar es la eficiencia», explicó en la llamada con CriptoNoticias.
Afirma Grijalba que, aunque el mercado se mantenga en rojo y la rentabilidad afectada en consecuencia, tiene sentido que las nuevas máquinas mineras lleguen al mercado, pues se trata de un «cambio generacional».
Hay que recordar que el despacho de los nuevos mineros de Bitcoin, de las distintas marcas existentes, comenzarán a circular entre los consumidores a partir de mediados de este año. Se trata de equipos de minería de primera, con eficiencias superiores a las conocidas y que prometen alta rentabilidad.
¿Qué impulso tienen los mineros?
Para Fernando Grijalba, el impulso primario de los mineros por mantener sus operaciones andando es el dinero. «Al final BTC se puede revalorizar, pero todo apunta a que el que tenga 1 BTC el día de mañana, tendrá un buen capital», indicó.
Habló de la esperanza que tienen por un salto en el precio de la moneda, al recordar el comportamiento que ha tenido BTC en años anteriores, incluso, con su volatilidad característica.
«Es un negocio rentable y, por lo tanto, riesgoso. Eso es lo que motiva a los mineros, la esperanza de un salto, además de aportar a la red de Bitcoin y todo lo que representa para ellos», finalizó.
Así pues, y cuando en un lado del ecosistema se vive una pesadilla roja, en otro (que es el de la minería), todo está en completa calma. Es una muestra de una madurez que, en estos tiempos, parece indispensable.