Hechos clave:
-
Franco cuenta su uso de tarjetas de ePayments, LuxPin y N26.
-
Actualmente hay al menos catorce empresas ofreciendo tarjetas de débito de bitcoin.
Vivir una vida de completa bitcoinización es un reto que pocos asumen. Para las personas que viven en economías inflacionarias con monedas devaluadas, sin duda bitcoin es de las mejores alternativas como reserva de valor. Pero aún persisten dificultades para utilizar criptomonedas como método de pago para los insumos de la vida cotidiana. Sin duda, contar con tarjetas de débito de bitcoin o recargable con criptomonedas, facilita en buena medida las cosas. Al menos esto nos cuenta Franco Amati.
Franco, cofundador de Signatura, Espacio Bitcoin y la ONG Bitcoin Argentina, afirma que su economía está completamente bitcoinizada. “Vivir el día a día implica vender bitcoins o utilizar tarjetas prepagas recargables con bitcoin, pero también en ocasiones puedo pagar directamente en bitcoin, por ejemplo, tickets aéreos en CheapAir. También mensualmente pago mi seguro de salud y factura de gas mediante SatoshiTango, que brinda una plataforma para pagar servicios públicos y más mediante bitcoin”, nos contó en una entrevista pasada.
En una nueva oportunidad que tuvimos de conversar con él, durante la Blockchain Summit Latam 2019, nos ofreció mayores detalles sobre los retos y beneficios de este modo de vida, y sobre cómo las tarjetas de débito de bitcoin, si bien ayudan, aún presentan problemas, sobre todo para usuarios latinoamericanos.
Yo suelo decir que mi economía está completamente bitcoinizada y es un desafío, pues los comercios no te aceptan bitcoin. Compré el pasaje aéreo y de vez en cuando compro otras cosas, y uno sobrevive con ciertas tarjetas a veces prepagas que puedes recargar con bitcoins, vendiendo bitcoins en intercambios peer to peer, Localbitcoins y cosas así. Ahora Localbitcoins no tanto porque ahora no se puede con dinero en efectivo pero, por ejemplo, en Argentina tenemos varios foros online donde la gente hace un post diciendo compro tanto, zona de tal lugar geográfica, y otra persona va y se hacen estos intercambios. Pero a veces es un desafío.
Franco Amati.
Tarjetas de débito de bitcoin
Franco nos cuenta que “el panorama de tarjetas para Latinoamericanos es malo y cambiante». Existen al menos catorce empresas que en la actualidad ofrecen servicios de tarjetas de débito de bitcoins y criptomonedas en el mundo, pero casi ninguna directamente para Latinoamérica. Con todo, Franco explicó sobre aquellas tarjetas con las que ha tenido experiencias de primera mano, usándolas en la región, especialmente en Argentina. «Hay opciones que funcionan y las envían por correo a Latinoamérica pero son costosas, tanto en términos de pedido como de tasa de conversión de los bitcoins. Por ejemplo, LuxPin”.
LuxPin se presenta como una compañía que ofrece paquetes de viajes de lujo. Y entre sus productos para mejorar la experiencia del viajero, está su tarjeta Global Cash, que permite ser recargada a través de casas de cambio y monederos fríos. Para obtener una membresía en LuxPin es necesario realizar una verificación de cliente, mediante la presentación de un carnet de identidad, un documento que certifique la dirección de domicilio (carta bancaria o factura de servicio), una selfie sosteniendo la identificación y un documento firmado.
Más que LuxPin, a Franco Amati le gusta ePayments, un proveedor de servicios de pagos internacionales nacido en el año 2011 que cuenta con licencia de la Autoridad de Conducta Financiera de Reino Unido (FCA). Sus tarjetas son Mastercard y utilizan el servicio de mensajería de SWIFT para la conexión interbancaria. Además, cuentan con certificado 1 de PCI DDS, el cual pretende validar los altos niveles de seguridad con que manejan los datos de sus clientes.
Las tarjetas contactless de ePayments no cobran cargos por pago de bienes y servicios, y permiten retirar efectivo en cualquier divisa. Las tasas cobradas por transferencias varían dependiendo del emisor y receptor. El pedido de la tarjeta tiene un cargo de 5,95 dólares y el servicio mensual es gratuito.
Con todo, como nos cuenta Franco, recientemente dejaron de enviar nuevas tarjetas a Latinoamérica, si bien quienes ya la poseen, pueden utilizarlas sin problema. La mejor vía para obtenerla sería pedir el envío a Europa y luego utilizar otro servicio para enviarla a Latinoamérica: “algunos argentinos tienen doble nacionalidad con Italia o España, y logran obtenerla de ese modo, y la envían a Latinoamérica sin problemas”. La empresa permite registros manuales o desde el servicio de mensajería, Telegram.
Otro caso particular son las tarjetas de bancos digitales, como N26. Son bancos donde uno se puede crear una cuenta sin visitarlos físicamente. Por ejemplo, N26 es de Alemania, y uno puede crearse cuenta sin importar donde tenga la residencia (ni siquiera piden demostración de la misma), y la cuenta (de la Zona Única de Pagos en Euros, SEPA) viene con una tarjeta asociada. El problema es que solo la envían a Europa, y uno debe valerse de algún amigo allá para que la reciba y reenvié a Latinoamérica.
Franco Amati.
N26 utiliza la tecnología TransferWise para la realización de transferencias internacionales en diecinueve monedas distintas desde su aplicación móvil. En su servicio gratuito, permite retiros de euros y pagar sin comisiones en cualquier moneda. Para acceder a los retiros en cualquier moneda, debe pagarse 9,90 euros mensuales.
El detalle es que estas tarjetas de bancos digitales no se cargan con bitcoins. Es necesario utilizar casas de cambio como Kraken, Bitstamp o Bitnovo en España, si bien esta última opción es la más costosa. “Uno en el exchanges vende BTC por EUR. Luego manda los EUR a la cuenta de N26 o banco digital similar y puede usar la tarjeta libremente”, dice Franco, y agrega:
Lo extraño de las tarjetas de bancos digitales es que este uso termina siendo más económico en su carga que las tarjetas de bitcoin propiamente dichas. Esto porque la tasa de conversión o la comisión de casas de cambio como Kraken o Bitstamp suelen ser mejores que las de tarjetas de bitcoin, con precios que rondan los 0,25% y unos centavos de euros por la transferencia al banco.
Franco Amati.
Franco Amati aclara que, hasta el momento, ni con ePayments o N26 ha tenido problemas de ninguna índole, “ni para uso normal, ni para bloqueo de fondos como suelen hacer los hoteles como seguro. La única particularidad tal vez la tiene LuxPin y otras tarjetas que no tienen el nombre del titular en el plástico y algunos pocos comercios no las aceptan porque no pueden acreditar la identidad del usuario”.
Si bien el proceso de solicitud de tarjetas de débito de bitcoin y criptomonedas parece sencillo cuando Franco relata su experiencia, el cofundador de Espacio Bitcoin recomienda “dedicarle tiempo a aprender, y aprender finanzas internacionales”, siendo el caso que la mayoría de las tarjetas mencionadas son de origen europeo.
El crecimiento de Bitcoin
Franco, quien en sus charlas suele hablar de la historia de Bitcoin, siente que la industria ha crecido muchísimo desde que él entró en ella, en el año 2011. “Al principio era gente desde su casa de distintos países intercambiando mensajes en un foro online, por hobbie, ni siquiera por dinero, y fue cambiando todo”. Le apasiona contar sobre “el primer comercio que aceptó bitcoin, el primer intercambio comercial, la primera transferencia de bitcoins. Que incluso hay gente que participaron en ello y hoy en día ya no están, que fallecieron. Y todo eso fue necesario para lo que tenemos hoy en día”.
Aun así, le parece difícil determinar cuándo podría decirse que Bitcoin superó su etapa inicial. “Porque si yo hubiese pensado hace seis años que hoy estaríamos acá yo hubiese dicho, ya está, esto se terminó. Y vemos que a la tecnología se le falta un montón para crecer. Vemos que la gente en general, la tecnología ya la conocen, la han escuchado nombrar, pero falta muchísimo».
Bitcoin hoy día es usado para casos muy marginales, casos de censura, bloqueos comerciales., donde hay gente que es bitcoin o es nada, bitcoin o alguna otra cryptocurrency, pero no puede usar los medios tradicionales, gente que tiene problemas. Por ejemplo en Venezuela o en Argentina hace algunos años y hoy en día que no es tan fácil hacer una transferencia internacional: necesitas permisos y demás. Y ver como todo esto ha cambiado y para qué sirve y todo lo que nos falta.
Franco Amati.
Herramientas como las tarjetas de débito facilitan a los bitcoiners utilizar bitcoin como medio de pago sin verse limitados por la decisión de adoptar o no por parte de los distintos comercios. La reflexión que nos deja Franco Amati es la importancia de investigar: “mucha gente me pregunta cómo hago para lograr esto. Ojo que no es tan fácil, tienes que dedicarle tiempo a aprender. No es todo tan sencillo, pero se puede. Yo no tengo cuenta bancaria”.