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La sede albergará a Tether, Bitfinex y otras empresas para crear un ecosistema de vanguardia.
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El plan enfrenta críticas por la desigualdad fiscal y dudas sobre la supervisión regulatoria.
Tether, la empresa emisora de la stablecoin tether (USDT), revisa activamente los diseños del rascacielos de 70 pisos con el que busca dominar el horizonte de San Salvador y consolidar al país como una potencia financiera y tecnológica, tras mover su sede global a la nación centroamericana.
Este ambicioso proyecto, respaldado por millonarias inversiones e incentivos fiscales, avanza con la revisión de su diseño, como lo señaló el CEO de la compañía, Paolo Ardoino. Sin embargo, la iniciativa enfrenta críticas y desafíos que ponen a prueba la visión del presidente salvadoreño Nayib Bukele y de la empresa detrás de USDT.
El proyecto forma parte de un plan de gobierno más amplio que incluye otras cuatro torres de más de 35 pisos en San Salvador, Santa Tecla y Zona Rosa, con una inversión total de 500 millones de dólares para dos de ellas.
El plan de Tether no es sutil ya que busca erigir el edificio más alto de en San Salvador, la capital del país, superando con creces cualquier estructura existente y convirtiéndose en un ícono arquitectónico.
Se estima una inversión de cientos de millones de dólares, aunque no se ha revelado la cifra exacta. Y que estará apoyada por una ley aprobada en septiembre de 2024 que exonera al proyecto del Impuesto Sobre la Renta (30%) y del IVA (5%), un beneficio directo diseñado para atraer mega construcciones.
La sede no solo albergará las oficinas centrales de Tether y sus subsidiarias (como el exchange de criptomonedas Bitfinex), sino que funcionará como un imán para atraer a otras empresas tecnológicas, creando un ecosistema de vanguardia, tal como lo revelaron medios locales.
Detrás de la construcción hay una estrategia para redefinir el futuro económico del país. Esto debido a que Tether traslada oficialmente su sede desde las Islas Vírgenes Británicas, consolidando su compromiso tras obtener una licencia para operar como Proveedor de Servicios de Activos Digitales en enero de 2025, como lo informó CriptoNoticias en enero.

Ardoino lidera personalmente la iniciativa, describiendo a El Salvador como «el país del futuro» y destacando su estabilidad regulatoria y la seguridad como factores clave que transforman en un destino atractivo.
La compañía planea duplicar su plantilla para mediados de 2025, enfocándose en contratar talento local para roles en inteligencia artificial, tecnología financiera y cumplimiento, buscando desarrollar una fuerza laboral especializada.
No obstante, el camino no está exento de obstáculos y controversias, demostrado en el hecho de que el propio Ardoino descartó el primer diseño en enero, comparándolo con humor con la arquitectura de «Gondor» de El Señor de los Anillos, lo que obligó al equipo a volver a la mesa de trabajo.
Más allá de ello, economistas y empresarios locales denunciaron que los masivos incentivos fiscales crean una competencia desleal, beneficiando a un gigante extranjero mientras los negocios tradicionales no reciben el mismo apoyo.
Adicionalmente persisten las preocupaciones sobre la reputación crediticia de El Salvador, que podría limitar futuras inversiones, y la falta de supervisión regulatoria estricta, ya que los oficiales de cumplimiento de Tether no están obligados a residir en el país.
En todo caso, aunque el proyecto aún está en etapas iniciales, y pocos detalles concretos, representa una apuesta significativa de Tether y el gobierno salvadoreño por el desarrollo económico a través de la innovación en criptomonedas.