Hechos clave:
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El domingo, Sam Altman había sido contratado por Microsoft.
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Tras el giro de los eventos, se proyecta un acercamiento entre Microsoft y OpenAI.
Sam Altman vuelve a la junta directiva de OpenAI, una de las empresas que lidera el desarrollo de inteligencias artificiales (IA) con el proyecto ChatGPT. Esto ocurre luego de que el viernes la junta directiva de la empresa lo despidiera.
Altman, quien había aceptado unirse a Microsoft el domingo para emprender un nuevo proyecto relacionado con inteligencia artificial, comentó: «estaba claro que [ir a Microsoft] era el mejor camino para mí y el equipo. Con el apoyo de la nueva junta directiva y de Satya [CEO de Microsoft], espero volver a OpenAI y aprovechar nuestra sólida asociación con Microsoft».
Por su parte, el equipo de OpenAI expresó que llegaron «a un acuerdo para que Sam regrese a OpenAI como CEO con una nueva junta inicial formada por Bret Taylor (presidente), Larry Summers y Adam D’Angelo».
La causa del despido de Altman no se ha esclarecido. Sin embargo, en una comunicación, la antigua junta directiva de OpenAI acusó a Altman de no ser «consistentemente sincero en sus comunicaciones» y alegó que, como resultado, había «perdido confianza» en su liderazgo. A propósito, distintas fuentes revelaron que Altman había estado recaudando miles de millones de dólares en Medio Oriente para un nuevo proyecto enfocado en el desarrollo de hardware especializado en IA que compita con Nvidia, el mayor fabricante de chips semiconductores de la industria, como reportó CriptoNoticias.
Tras la decisión de la junta directiva de OpenAI se señala la participación de Ilya Sutskever, el científico que lidera el desarrollo de OpenAI, quien parecía preocupado por la seguridad de estos modelos de ChatGPT y habría sido uno de los principales responsables de la salida de Altman, según Bloomberg. «Lamento profundamente mi participación en las acciones de la junta. Nunca tuve la intención de dañar OpenAI», dijo en una publicación a través de la red X.
Otra de las razones que puede estar detrás del despido de Sam Altman podría ser meramente económica. Una venta de acciones programada para estos días, valoraría a OpenAI en USD 86.000 millones. La venta no se ha materializado hasta ahora, pero su posibilidad supone un cambio radical en el modelo de negocios de la empresa. OpenAI es una empresa sin fines de lucro que funciona con sus ingresos. Pero una rama de la compañía que surgió en 2019 pretende consolidar otro modelo de negocio. Se comentó en el pasado que la salida de Elon Musk de la junta directiva de OpenAi estaba relacionada con esta medida.
El motivo de mayor peso en la reciente decisión de OpenAI se relaciona con una carta firmada por 738 empleados de la empresa (de los 770 que la conforman), que exigía a la junta directiva la reincorporación de Altman. «El proceso del consejo por el que ustedes despidieron a Sam Altman y provocaron la dimisión de Greg Brockman [cofundador de OpenAI] ha puesto en peligro todo este trabajo y ha socavado nuestra misión y nuestra empresa», explican en la carta. «Su conducta ha dejado claro que ustedes no tenían la capacidad de supervisar OpenAI», sentencian.
Como reportó CriptoNoticias, Sam Altman había aceptado una oferta de Microsoft que le permitiría desarrollar un proyecto para fabricar chips y hardware especializado en inteligencia artificial. Los nuevos acontecimientos permiten suponer que en el futuro OpenAI y Microsoft estrecharán lazos con esos objetivos.