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La inflación de Estados Unidos llegó a más de 9% en junio, la más alta en décadas.
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Los usuarios dicen entender el motivo del cobro del impuesto.
La inflación de los Estados Unidos ha impactado severamente en el costo de los alimentos, tanto, que ha obligado a los restaurantes a sobrevivir. Para ello, suman un importe de hasta USD 2 por consumo, bajo el concepto de «impuesto temporal por inflación».
En Florida, más precisamente en Orlando, un restaurante de nombre Romano’s Macaroni Grill está pechando el coste de la inflación, que en junio cerró en 9,1%, la más alta registrada en varias décadas, como muestra de la profunda crisis que atraviesa el país norteamericano.
El restaurante apunta que la medida responde a «tiempos inusuales, con impactos macroeconómicos significativos que afectan la cadena global de suministros, algo que crece cada vez más con la inflación».
«Decidimos emplear una solución temporal con la tarifa de USD 2, que ayudará, en parte, a cubrir los costos operacionales que incrementaron, así como a mantener el estándar que nuestros clientes esperan», dijo la compañía en un comunicado citado por CNBC.
Pero no es el único, el restaurant Ramblewood Diner, en Coral Springs, también está cobrando el impuesto temporal por la inflación. En este caso, cobran el 8% del consumo, tarifa que comenzó a aplicarse desde el pasado 9 de julio de 2022.
La representante del restaurante, Laura Bertrand, aclaró a Local 10 News que no están intentando «hacerse ricos» con el impuesto, pues solo buscan «mantenerse a flote».
Ellos comunicaron abiertamente que iban a pechar a costa de la inflación, con una comunicación en la entrada del restaurante, en el que atribuyen a ese fenómeno la necesidad de aplicar el impuesto.
En todo caso, y aunque se van sumando los restaurantes que imponen abiertamente la tarifa, los consumidores, quienes son los que les dan vida a estas empresas, no ven gran afectación, o al menos así lo dejan ver los reportes de prensa.
De hecho, dicen entender las razones del tributo, con el que intentan hacerle frente a un fenómeno macroeconómico muchas veces originado por equivocadas políticas monetarias.