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Trump dijo que creará una reserva estratégica con XRP, Solana, Cardano, BTC y ETH.
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“La propuesta de Bitcoin no es funcional para ningún gobierno”, afirma Ricardo Mihura.
El pasado domingo 2 de marzo, el presidente estadounidense Donald Trump anunció la creación de una reserva estratégica de criptomonedas que incluye bitcoin (BTC), ether (ETH), XRP, solana (SOL) y cardano (ADA). El mensaje, esperado por la industria, tuvo repercusiones inmediatas en el precio de los activos digitales.
Como reportó CriptoNoticias, Trump confirmó a través de un post en su red social Truth Social que el tesoro estadounidense abarcaría criptoactivos alternativos centralizados y controlados por fundaciones y empresas. En un mensaje posterior, mencionó que bitcoin y ether, la criptomoneda de Ethereum, los dos activos digitales más valuados del mercado, también formarían parte de la reserva. La comunidad bitcoiner de Latinoamérica reaccionó con opiniones diversas ante esta propuesta.
Las tres primeras criptomonedas señaladas —XRP, SOL y ADA— son proyectos originados en Estados Unidos. La posibilidad de incluirlas en una reserva estratégica ya se discutía antes de que Trump asumiera la presidencia el pasado 20 de enero.
CriptoNoticias reportó el 16 de enero que Trump parecía dado a priorizar otros activos digitales sobre bitcoin. En ese momento, SOL y XRP destacaban como candidatos para integrar el tesoro estadounidense. Esto siguió a reuniones entre los fundadores de las empresas detrás de esos activos y Trump en su mansión de Mar-A-Lago, Florida, días antes de su toma de posesión.
Luego, durante su primera semana como presidente, Trump firmó una orden ejecutiva que ordena crear un grupo de trabajo para evaluar la conformación de esta reserva, dando señales de que no se limitaría a bitcoin.
David Sacks, el zar cripto de Trump, dijo recientemente que una reserva exclusiva de bitcoin estaba entre las prioridades del gobierno. Sin embargo, el anuncio del domingo contradice esa idea.
La decisión desencadenó una ola de reacciones en la industria de las criptomonedas. La comunidad latinoamericana también se pronunció al respecto. CriptoNoticias conversó con referentes de Argentina, Colombia, Venezuela y México. Sus puntos de vista, en algunos casos coincidentes y en otros opuestos, reflejan el debate sobre la inclusión de altcoins junto a bitcoin en la reserva estadounidense.
Funcional, pero para no perder el control
Ricardo Mihura Estrada, presidente de la ONG Bitcoin Argentina, afirmó que un tesoro con altcoins, sin priorizar a bitcoin, “tiene más lógica” para los fines del gobierno estadounidense.
“La propuesta de Bitcoin no es funcional para ningún gobierno”, sostuvo. Según Mihura, una reserva de altcoins permitiría a EE. UU. apoyarse en redes más centralizadas.
“Yo creo que podría haber un plan de mediano plazo de alentar la construcción de stablecoins trazables y con el protocolo conoce-tu-cliente (KYC), lo cual sí sería funcional para el financiamiento del gobierno y para no perder el control fiscal sobre los individuos”, explicó.
El también abogado señaló que las fundaciones y organizaciones detrás de estas altcoins influyeron en las políticas del gobierno estadounidense.
“Sin dejar de lado también los especuladores, oportunistas y también los insiders, que siempre están atentos para sacar tajada. Bitcoin es otra cosa”, agregó.
Escogiendo ganadores y perdedores
En Colombia, Mauricio Tovar, bitcoiner, cofundador de la plataforma DeFi para préstamos con BTC, Tropykus y director ejecutivo de TRUWeb3, expresó una visión diferente.
Según él, al incluir altcoins en la reserva, Trump y su gobierno están “escogiendo ganadores y perdedores”.
Recordó que estas criptomonedas son “proyectos privados con niveles mayores o menores de descentralización”. Y, por tanto, cree que la reserva estratégica de EE. UU. no debería incluir más que bitcoin, activo que es considerado un commodity o título valor.
“Cuando estás apostando por bitcoin como obra digital 2.0 no estás apostando por ninguna empresa. En el caso del resto de proyectos sí estás apostando por empresas o fundaciones. Y eso creo que no es adecuado para el libre mercado, de que se escojan ganadores y perdedores”, afirmó.
Tovar reconoció que el gobierno estadounidense puede apoyar otras criptomonedas mediante proyectos e iniciativas. Sin embargo, cuestionó una preferencia por altcoins.
“Eso es escoger ganadores y perdedores como lo hace China con sus empresas, y también el criterio de que las empresas sean americanas, pues tampoco me parece correcto, porque eso no es parte de la filosofía de blockchain”, dijo.
Añadió: “Bitcoin no es de ningún país, y creo que eso es lo que lo hace un commodity, y desde ese punto de vista espero, y tengo la esperanza, aunque cada vez es menos probable, de que la Reserva sea solamente de BTC por el bien de Estados Unidos y no de una cantidad de criptomonedas”, ya que son en su mayoría proyectos mucho más privados, “con empresas y fundaciones detrás”.
Propuesta basada en el valor real de los criptoactivos
En Venezuela, Aníbal Garrido, asesor de criptomonedas y director de la Academia Blockchain, Trading & Cripto de la Universidad Católica Andrés Bello, ofreció una perspectiva distinta.
Para él, el anuncio de Trump es una “propuesta interesante basada en el valor real que pueden ofrecer los criptoactivos para salvaguardar y proteger la economía de las naciones”.
Garrido atribuyó la inclusión de altcoins a una “falta de conocimiento técnico” y a “alguna influencia comercial ejercida por algún proyecto”.
Sin embargo, no ve que estas altcoins busquen desplazar a bitcoin. “Esto queda demostrado con sus continuos esfuerzos en desarrollo, lucha desde lo jurídico para no ser clasificados como ‘securities’ por la SEC y obviamente sus gastos en marketing y comunidad según cada caso”, señaló.
Garrido no cree que una reserva exclusiva de bitcoin quede descartada en EE. UU. “Pero quizás esta administración haya dado un importante primer paso que no debe ser menospreciado”, afirmó. Su postura valora la diversificación como un enfoque pragmático para fortalecer la economía estadounidense.
Se desaprovecharían oportunidades
En México, Irwing Tello, consultor experto en criptomonedas y miembro de Bitcoin Monterrey, coincidió en parte con Garrido.
Él sostuvo que la reserva con altcoins “marca un movimiento positivo para el ecosistema Web3 y la economía de Estados Unidos, especialmente en un contexto de crisis en el que el país busca mantener su influencia global”.
Para Tello, esta iniciativa busca incrementar el valor de las reservas a corto plazo. “No obstante, también se enmarca dentro de una estrategia de manipulación del mercado y declaraciones estratégicas a las que Donald Trump nos tiene acostumbrados”, comentó.
Recordó que iniciativas previas de Trump, como los NFT y memecoins, podrían haber sido experimentos dentro de esta estrategia de acumulación.
Tello defendió que incluir altcoins amplía los casos de uso y evita una alineación exclusiva con una filosofía específica. “Permite enfocarse en el crecimiento y la adopción”, explicó.
Así, no considera que las altcoins mencionadas resten espacio a bitcoin. “Cada empresa tiene intereses particulares, y el número de desarrolladores en estos protocolos ha disminuido”, afirmó.
Para él, la reserva de EE. UU. “debería incluir altcoins junto con un gran porcentaje de bitcoin”. Esto es así, ya que ignorar las altcoins “sería desaprovechar oportunidades emergentes”, concluyó.
Un impacto que está por medirse
El anuncio del presidente Donald Trump, que aún está sin concretarse, sigue generando reacciones y opiniones en la industria.
Aunque su impacto es previsible, todo dependerá de cómo se materialice el proyecto para conocer su marca real. Por ahora, los efectos se reflejan en el precio de mercado de las criptomonedas. Y han sido bastante positivos.
Para el próximo viernes 7 de marzo está pautada la primera cumbre de criptomonedas de la Casa Blanca. En ese evento, el tema podría ampliarse, y potencialmente se conocerán más detalles sobre sus implicaciones.