Hechos clave:
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Mónica cuida autos en el estacionamiento del parador Mediterráneo de Miramar desde hace 8 años.
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La gente le deja propinas por cuidar su auto y, desde este verano, comenzó a aceptar bitcoin.
Una señora de 62 años llamada Mónica Beatriz Quiroga se hizo notar en la costa argentina por cuidar autos en un balneario a cambio de propinas en bitcoin (BTC). Se trata de una nueva forma de pago que inauguró este verano, tras la recomendación de un turista. Así le reveló a la agencia de noticias LM Neuquén, que se acercó a la playa para entrevistarla.
La señora cuida autos desde hace ocho años en el parador Mediterráneo en Miramar, el cual se encuentra a 1 kilómetro de la avenida central de la ciudad. Está precisamente a 15 minutos caminando desde la calle 21, la peatonal que distingue a la ciudad.
Hasta hace poco, esta actividad le permitía ganar 800 pesos por día (aproximadamente USD 3,90), algo que no era mucho teniendo en cuenta que supone 13 horas de trabajo. «Llego a la mañana, cerca de las 09:00, y me voy cuando se va el último auto, a eso de las 22:00», dijo. Afortunadamente manifestó que eso cambió recientemente.
Todo cambió cuando un turista le recomendó aceptar bitcoin
La cuidadora de autos contó que sus ganancias se vieron beneficiadas desde que acepta propinas con bitcoin con la plataforma de criptomonedas Lemon Cash. Desde entonces, lo máximo que juntó en una jornada laboral fue 7.000 pesos y hasta representantes de la aplicación fueron a conocerla y la mencionaron en Twitter.
Sobre el equipo de Lemon que la visitó personalmente, comentó: «me dijeron que les gustaba mucho lo que había hecho y lo que estoy logrando». Asimismo, agregó que eso no hubiera sido posible sin Agustín, un turista al que ella apodó «su ángel de la guarda», ya que fue quien le recomendó hacer esto y la ayudó a abrir el monedero de bitcoin.
Este caso se une a las historias que CriptoNoticias ha reportado sobre personas que han visto frutos positivos al hacer que algo cotidiano sea parte del ecosistema de las criptomonedas. Una muestra de ello es Ghozali, el joven de 22 años que la semana pasada ganó USD 1 millón por vender sus selfies en NFT (tokens no fungibles).