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En Latinoamérica, una región marcada por las remesas, las stablecoins ganarían mayor legitimidad.
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El bloqueo de stablecoins extranjeras podría generar fricciones entre EE. UU. y otros países.
El Senado de Estados Unidos dio un paso histórico al aprobar la Ley de Orientación y Establecimiento de Innovación Nacional para Stablecoins, conocida como GENIUS. Esta iniciativa bipartidista, impulsada por el senador Bill Hagerty, busca fortalecer la hegemonía global del dólar y modernizar el sistema de pagos, lo que involucraría un impacto a nivel global.
La ley GENIUS, aprobada por el Senado de Estados Unidos, aguarda ahora la revisión de la Cámara de Representantes, donde se buscará conciliarla con iniciativas similares como el proyecto de ley STABLE.
La normativa propone un marco regulatorio riguroso para stablecoins vinculadas al dólar (USD), como USDT y USDC. En ella se incluye requisitos de respaldo 1:1 de los activos, auditorías periódicas y supervisión por parte de entidades autorizadas.
Si la Cámara de Representantes rechaza la ley GENIUS, el proyecto no avanzaría directamente y tendría que ser revisado para atender las objeciones de los legisladores. Esto implicaría negociaciones para resolver diferencias y lograr un consenso que permita someter la iniciativa a una nueva votación en ambas cámaras.
Como reportó CriptoNoticias, la ley GENIUS establece un marco estricto para la emisión de stablecoins en Estados Unidos, restringiendo esta actividad a instituciones reguladas y financieramente sólidas. También contempla sanciones severas para quienes emitan este tipo de activos sin autorización.
Además, otorga al Departamento del Tesoro la facultad de bloquear stablecoins extranjeras que no cumplan con los estándares legales del país. El proyecto también impulsa acuerdos bilaterales para facilitar las transacciones transfronterizas y promover la interoperabilidad entre monedas estables reguladas.
En caso de que el texto impulsado por Bill Hagerty se convierta en ley, ¿cuáles serían sus implicaciones para Latinoamérica y el resto del mundo? A continuación, analizamos su posible impacto desde una perspectiva tanto regional como global.
El impacto en Latinoamérica
En América Latina, una región con alta adopción de criptomonedas debido a la inestabilidad económica, la inflación y la baja bancarización, esta ley podría tener impactos positivos, contribuyendo al acceso al dólar, la mayor moneda de reserva global.
En países como Argentina y Venezuela, donde los criptoactivos funcionan como refugio frente a la devaluación de las monedas locales y las restricciones monetarias, el nuevo marco regulatorio aportaría mayor legitimidad y confianza a las stablecoins.
De todas formas, cabe mencionar que, si bien el dólar es famoso por mantener mejor el valor que otras monedas fíat, esta también está sujeta a devaluación por su emisión creciente controlada por el banco central. Y lo mismo aplica para las stablecoins, puesto que siguen su cotización.
A su vez, la medida, al promover la inversión de stablecoins, supondría mayor liquidez para bitcoin (BTC) y las criptomonedas en general a nivel global. Es por eso que es vista esta regulación como una señal alcista para este mercado.
Además del uso minorista, una mayor seguridad jurídica y transparencia operativa podría impulsar la adopción institucional y empresarial de las stablecoins en la región.
El respaldo obligatorio de reservas, junto con la supervisión de entidades como la FDIC (Corporación Federal de Seguro de Depósitos), contribuiría a reducir los riesgos de fraudes o colapsos, como el ocurrido con TerraUSD en 2022.
Por otro lado, las remesas —un pilar económico en países como México, El Salvador y Guatemala— también podrían verse beneficiadas. La interoperabilidad impulsada por los acuerdos bilaterales facilitaría transacciones rápidas y de bajo costo con stablecoins, fortaleciendo su uso en pagos transfronterizos.
Así también, en diferentes economías, las stablecoins reguladas podrían servir como una alternativa complementaria para el comercio internacional, con potencial de adopción en otros países de la región.
Sin embargo, es importante señalar que los emisores locales en la región podrían enfrentar desafíos significativos. La facultad del Departamento del Tesoro para bloquear stablecoins extranjeras que no cumplan con la normativa estadounidense podría dificultar el desarrollo de proyectos en algunos países, limitando así la innovación.
El caso de la Unión Europea y posibles tensiones
Al regular de manera estricta las stablecoins vinculadas al dólar, Estados Unidos busca fortalecer la hegemonía de su signo monetario en la economía mundial, lo que podría limitar el crecimiento de monedas estables ancladas a otras divisas.
Aunque, esta legislación sienta un precedente que otras jurisdicciones podrían seguir, adoptando regulaciones similares para mantener su competitividad y asegurar la interoperabilidad con el mercado estadounidense.
De hecho, la Unión Europea, a través de su normativa MiCA —si así lo decidiera—, podría buscar acuerdos de reciprocidad para promover nuevos estándares globales. No obstante, la facultad del Departamento del Tesoro para bloquear stablecoins extranjeras que no cumplan con las regulaciones estadounidenses podría generar tensiones con países que no alineen sus normativas.
La ley GENIUS representa un avance significativo hacia la integración de las stablecoins en el sistema financiero global, buscando un equilibrio entre la protección al consumidor y el fomento de la innovación.
Para América Latina, esta normativa ofrece oportunidades para dar mayor legitimidad al uso de proyectos como USDT y facilitar las transacciones transfronterizas, aunque también presenta desafíos relacionados con la inclusión financiera y la autonomía tecnológica.
A nivel global, la ley fortalece el liderazgo de Estados Unidos en las finanzas digitales, aunque su enfoque riguroso podría generar tensiones con otras jurisdicciones. La aprobación final, aún pendiente en la Cámara de Representantes, será clave para determinar su impacto definitivo en la región y el resto del mundo.