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Esta compañía argentina ofrece métodos de inversión y uso de criptomonedas de manera sencilla.
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Marcelo Cavazzoli cuenta que la recaudación millonaria se usará para triplicar el staff profesional.
«Un típico nerd» enamorado de la tecnología. Así describe Marcelo Cavazzoli a su versión adolescente. Hoy, con 29 años y dirigiendo una de las startups más prometedoras de Argentina, el CEO de Lemon Cash dialogó con CriptoNoticias en el marco del evento DescentralizAR. La conversación se centró sobre la empresa que dirige junto a Borja Martel Seward y el sueño de llevar a las criptomonedas a la vida cotidiana en todos los hogares.
Graduado como Ingeniero en Informática en la Universidad de Buenos Aires, Cavazzoli comenzó desde muy joven a desarrollar páginas web y a trabajar como desarrollador para agencias y compañías de la capital argentina. También emprendía con amigos, pero paradójicamente no se interesó en bitcoin en 2010, cuando lo conoció, sino unos años más tarde.
En la actualidad, él y su equipo en Lemon trabajan con un objetivo claro, «construir un producto para la persona de a pie», de modo que cualquiera se pueda sumar al ecosistema de las criptomonedas. La compañía fundada en 2015 comenzó muy bien: ya tiene servicios que se consolidan, una hoja de ruta clara e inversionistas de renombre mundial que apoyan su crecimiento.
Una tarjeta para amigarse con las criptomonedas
Marcelo Cavazzoli tiene claro que un factor clave para acercar a las personas y comercios «comunes y corrientes» a las criptomonedas es la usabilidad. El otro concepto que tienen como eje, comenta, es «cambiar la forma en la que comunicamos y vendemos finanzas y criptomonedas convirtiéndolo en algo cool, divertido y trendy».
En este «universo tan complejo» de las criptomonedas, Lemon plantea una adopción «paso a paso» y con productos que la gente ya conozca, como una tarjeta de débito o crédito. «Esto da la seguridad de que es algo tangible, algo que conoce y que puede usar», afirma.
Con esa finalidad, Lemon Cash (la aplicación de Lemon para celulares) y Visa se unieron para lanzar una tarjeta que permite gastar el saldo depositado en la cuenta, bien en pesos o en criptomonedas como bitcoin (BTC) o ether (ETH) en aquellos locales que las acepten como forma de pago. Como ha informado CriptoNoticias, la tarjeta tuvo una buena recepción de los usuarios y ya hay más de 60.000 personas en espera para adquirirla.
En el camino trazado por Lemon, esta tarjeta es «un producto clave para la usabilidad», dice Cavazzoli, que cuenta que de este modo se podrían usar las criptomonedas en más de 60 millones de comercios en todo el mundo. Además, anticipó que añadirán «otras funcionalidades todavía secretas» que permitirán a los usuarios «volcar su economía 100% a las criptomonedas y usar su moneda local solo cuando sea necesario».
Hay un caso testigo de esta adopción de las criptomonedas: San Martín de los Andes, una ciudad de la Patagonia argentina de donde es oriundo Cavazzoli, fue la sede de un experimento de Lemon Cash que dio buenos resultados. «Probamos que al bajar la barrera tecnológica la gente lo empezó a adoptar. El mercado está listo para aceptar ese nuevo sistema financiero», se enorgullece.
Creemos en un futuro cripto y en que el sistema financiero va a ser desplazado por completo y vamos a vivir bajo un sistema 100% descentralizado y en blockchain.
Un ingreso seguro a las finanzas descentralizadas
Además de la tarjeta Visa, Lemon ofrece también la función de Earn en su plataforma. Esta permite generar intereses a partir de las criptomonedas depositadas en la cuenta. La metodología «es sencilla» y ofrece al usuario ganancias semanales en criptomonedas.
Sin embargo, como dice el refrán, no se puede tapar el sol con la mano. Cavazzoli está al tanto de los hackeos que las plataformas de finanzas descentralizadas (DeFi) sufrieron en el año. Por eso, explica que Lemon «toma la seguridad como algo fundamental» y utiliza protocolos como Aave y Compound. Asimismo, asegura que añadirán en el corto plazo un seguro por 100 millones de dólares»con una compañía de renombre mundial».
Gracias a esta función de la plataforma, Lemon «facilita el acceso a protocolos DeFi que generan interés mediante staking o protocolos de lending y borrowing». Según Cavazzoli, se trata de una potencialidad todavía poco explorada en el mundo por la «complejidad técnica para operar y los conceptos de seguridad que hacen falta». «Nosotros quitamos eso del medio y ofrecemos una solución para hacerlo de forma automática», describe.
El camino a una adopción masiva
La buena recepción del público a este método más amigable y con menos requisitos técnicos es lo que lleva al equipo de Lemon «a plantear una expansión a Argentina y Latinoamérica».
Va a haber un avance gigante de la revolución cripto en América Latina.
Con esa zanahoria en el horizonte, Lemon se lanzó este año a la que terminó siendo la ronda de financiación de Serie A más grande para una startup argentina; recaudaron 16 millones de dólares gracias a inversionistas de renombre internacional, como el fondo Draper Cygnus y el exchange Coinbase. «Esto no es una presión, sino un apoyo a nuestro crecimiento», dice Cavazzoli, quien agrega también que estas empresas tan grandes y que tanto admiran les dan «importantes consejos».
Estos fondos ya tienen un destino claro, que será «triplicar nuestro equipo sumando desarrolladores, gente de operaciones, RRHH y negocios». «Necesitamos talento excepcional», dice el CEO de la empresa.
En todo este contexto favorable, Cavazzoli augura un futuro todavía más prometedor: «Va a haber un punto de inflexión dentro de muy poco; se van a ver bitcoin y criptomonedas por todos lados, incluso en lugares donde ni nos imaginamos. Para eso, la usabilidad es clave, y ahí entra Lemon para darle un uso más allá de atesorar bitcoin». Esta postura, muy característica de los primeros bitcoiners, contrasta con la tendencia actual a pensar que bitcoin solo será usado como resguardo de valor en el futuro.
«Va a haber un avance gigante de la revolución cripto en América Latina», asegura con confianza. Hace más de una década, cuando escuchó sobre bitcoin, seguramente ese «nerd» no se imaginaba ser uno de los hacedores de esa revolución incipiente.