Hechos clave:
-
La emisión de dinero representa un 25% del total de financiamiento; en enero era del 2%.
-
Analistas temen que la situación genere mayor inflación y una depreciación del peso.
Argentina recurre cada vez más a la emisión de dinero para financiarse en medio de la crisis económica y sanitaria que enfrenta. El país suramericano muestra un incremento porcentual en el uso de los pesos recién impresos para saldar sus deudas y tratar de mantener la solvencia.
De acuerdo con la firma de análisis macroeconómico Arriazu, el sector público nacional no financiero se está «alimentando» actualmente en un 25% a través de la impresión de pesos argentinos. La cifra representa el acumulado del 2020 hasta septiembre, pero si se compara con la de enero, alrededor del 2%, se evidencia que el Estado incrementó significativamente el porcentaje.
La gráfica que se muestra a continuación exhibe que la recaudación de impuestos sigue siendo la principal fuente de financiamiento. Sin embargo, esta sigue disminuyendo con el transcurrir de los meses. En enero de este año los tributos representaban alrededor del 92% del total de ingresos, no obstante, para el mes pasado el porcentaje disminuyó a un 55%, aproximadamente.
La tercera fuente de ingresos, el de la emisión de deuda, también muestra un repunte. En la actualidad el porcentaje de financiamiento con este tipo de instrumento es alrededor del 20%. Es decir, Argentina se está financiando de la siguiente forma: 55% por tributos, 25% por emisión de dinero y 20% por toma de deuda.
«¿Por qué no tenemos moneda? Porque el sector público establece un nivel de gasto que no logra financiar con impuestos (ingresos genuinos) + deuda (genuino, pero no puede ser permanente). Recurre a la emisión», explicó la economista Bárbara Guerezta, de Arriazu, quien compartió el gráfico a través de su cuenta en Twitter.
Para Guerezta lo que está ocurriendo en el 2020 –pandemia por COVID-19, economías semiparalizadas por cuarentena y disminución de ingresos por tributos – está pasando factura. La analista considera que en «Argentina hay dudas sobre la transitoriedad y la convicción del gobierno de volver al equilibrio; se rompe la confianza; luego, sube el dólar».
Emisión de dinero, riesgo de inflación
Un punto de vista similar es el del consultor tributario, Marcos Zocaro, quien señaló a CriptoNoticias que la crisis que arrastraba Argentina se agravó aún más por la pandemia. El país está en cuarentena desde hace siete meses, lo que está influyendo negativamente en la economía, según Zocaro.
«El que las empresas cierren genera por un lado una baja en la recaudación de impuestos. Por el otro lado, el Estado aumentó el gasto para ayudar a las empresas, sin embargo, este gasto debe solventarse con alguna de las tres fuentes de financiamiento», apuntó Zocaro a este periódico.
Para el especialista en impuestos hay un riesgo latente de inflación para el mediano plazo y una mayor depreciación del peso argentino. «Eso es precisamente lo que está pasando, el dólar no deja de aumentar, cada vez se van poniendo más restricciones para la compra del dólar oficial», añadió.
Zocaro indicó que la situación está despertando entre los argentinos un mayor interés por las criptomonedas, ya que representan una alternativa sin límites para tener acceso al que denomina el «dólar cripto».
«La falta de alternativas tradicionales para dolarizarse está haciendo que muchas personas, que hasta hace pocas semanas apenas habían escuchado hablar de bitcoin, se interesen cada vez más en el tema y quieran empezar a comprar criptomonedas. En Argentina las principales opciones son: bitcoin, DAI y, cada vez más, el USDT», puntualizó.
CriptoNoticias reportó en junio que Argentina estaba experimentando la emisión monetaria más grande de las últimas tres décadas. En ese entonces se informó que en los primeros seis meses del 2020 el Banco Central de la República Argentina (BCRA), había emitido más de 1 billón de pesos para financiar al sector público, una cifra inédita.
Un mes después, en julio, se difundió que Argentina importaría billetes de 500 pesos para contrarrestar la escasez de efectivo, un efecto colateral producto de la complicada situación que enfrenta el país.