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Desarrolló cinco videojuegos para Atari entre 1979 y 1982.
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El videojuego más conocido fue “Adventures of Tron”, basado en una película de Disney.
Los amantes de los videojuegos en Atari y el mundo de Bitcoin (BTC) le deben bastante a una persona: Hal Finney.
Es que la vida profesional de este programador estadounidense no comenzó con Bitcoin, aunque haya sido su protagonismo en algunos hitos de la historia de esta criptomoneda lo que le dio renombre internacional.
A finales de la década de 1970 y principios de la década siguiente, Finney desarrolló varios videojuegos que podían ejecutarse en la consola Atari 2600. Sus creaciones fueron Armor Ambush (1979), Space Attack (1979), Astroblast (1981), Adventures of Tron (1982) y Dark Cavern (1982).
Su carrera como desarrollador de videojuegos comenzó dentro de la compañía Mattel, que lo contrató en 1978, un año antes de su graduación como ingeniero, para trabajar en un software de caja registradora.
Su facilidad de aprendizaje le permitió incorporarse en otras áreas de la compañía, entre ellas la de desarrollo de videojuegos. Su primera asignación fue la creación de efectos de sonido y lo hizo con éxito. Incluso logró crear nuevos efectos.
Las adaptaciones para Atari del pionero de Bitcoin
Al poco tiempo estaba dedicado casi por completo al desarrollo integral de videojuegos. Sus tres primeras creaciones fueron adaptaciones para Atari 2600 de juegos preexistentes en la consola Intellivision, que otros programadores habían desarrollado.
Por ejemplo, su ópera prima, Armor Ambush era la adaptación de Armor Battle. Este juego simulaba una batalla de tanques que podía tener lugar en uno de los 240 campos de batalla seleccionados al azar.
Luego vino Space Attack, otra adaptación que ponía al jugador a defender la Tierra de las naves espaciales que intentaban acercarse.
Astroblast tenía una temática bastante parecida al anterior, aunque mejores gráficos y sonidos. La particularidad de este juego era un bug que generaba gráficos impredecibles cuando dos joysticks se conectaban y se presionaban sus botones al mismo tiempo. A partir de la segunda tanda de producción de este juego, el error fue corregido.
Adventures of Tron, la obra maestra de Hal Finney
El momento de máxima gloria para Finney, en cuanto al desarrollo de videojuegos, fue en el año 1982. Mattel lo designó como responsable para dirigir el proyecto que llevó a la consola la película cinematográfica Tron, producida por Walt Disney, muy popular por aquel entonces.
Adventures of Tron fue el nombre del juego cuyo concepto, para la época, fue considerado “interesante” por la publicación especializada GameFreaks365. Lo describieron como “razonablemente difícil, aunque no tan adictivo como Pac-Man o Missile Command”.
El protagonista del videojuego, Tron, debe deslizarse por un poste en el centro de la pantalla hasta la capa inferior de un campo de juego con cinco plataformas. Sobre estas plataformas, a las que Tron puede acceder mediante ascensores, hay elementos volando que Tron debe recolectar.
Pero eso no es todo, sino que una gran variedad de enemigos aparece sorpresivamente en la pantalla. Tron debe evitar el contacto con ellos pues cada vez que lo tocan pierde una vida.
Cuando el jugador logra recolectar todos los elementos pasa a un nuevo nivel y repite lo mismo en un escenario con dificultad mayor.
El sitio web GameFAQs destaca los “gráficos extraordinarios” de este juego. “El personaje principal y los enemigos todopoderosos están muy detallados para la época y los elementos son coloridos”, aseguran. También valoran los efectos de sonido que son “mucho mejores que en los demás juegos de Atari 2600”, aunque lamentan que no haya ninguna música en el juego.
Para este sitio web, la calificación es de 6 sobre 10. “Aunque no es uno de los mejores juegos para Atari 2600, de todos modos, es un juego genial”, dicen.
Su último videojuego: un laberinto
Luego de Adventures of Tron llegó el último trabajo de Finney como programador de videojuegos. Se trató de un juego lanzado de forma simultánea en Atari 2600 e Intellivision con los nombres de Dark Cavern y Night Stalker, respectivamente.
Aquí, el jugador atrapado en un laberinto debía dispararle a robots, murciélagos y arañas que lo perseguían. Su pistola tenía un número limitado de disparos y cuando los usaba, aparecía una nueva pistola en otro lugar del laberinto.
A diferencia de los anteriores videojuegos aquí nombrados, este no fue comercializado bajo el sello de Mattel. Finney trabajó en esta ocasión para Telegames, una compañía mucho más pequeña y sin tanta capacidad de distribución. Por este motivo el juego, a pesar de su calidad, no tuvo la popularidad de su predecesor.
Los lectores que no se conformen con conocer la historia de Finney como programador de videojuegos y con simplemente leer las descripciones de sus juegos, pueden experimentarlos de primera mano. Existen numerosos emuladores de Atari que están disponibles de manera libre y gratuita en Internet como, por ejemplo, RetroGames.
Después de los videojuegos, la criptografía y Bitcoin
Luego de abandonar la industria de los videojuegos, Finney dedicó la mayor parte de su carrera profesional a su trabajo en la compañía PGP. Allí desarrolló implementaciones criptográficas para protección de la privacidad en Internet.
Con relación a Bitcoin, puede decirse que Finney fue el primer bitcoiner. Él fue la primera persona en mostrarse especialmente entusiasmada con el proyecto.
El 11 de enero de 2009 escribió por primera vez en la historia de Twitter la palabra “Bitcoin” y al día siguiente recibió la primera transacción de BTC, por parte del propio Satoshi Nakamoto.
Lamentablemente, ese mismo año le fue diagnosticada esclerosis lateral amiotrófica que, de forma progresiva deterioró su salud y lo hizo alejarse poco a poco de la programación.
“Ha sido un ajuste, pero mi vida no es tan mala. Todavía puedo leer, escuchar música y ver televisión y películas. Recientemente descubrí que incluso puedo escribir código. Es muy lento, probablemente tardo 50 veces más que antes, pero todavía me encanta la programación y me permite ponerme metas.”
Hal Finney, 19 de marzo de 2013.
Y tal vez Hal pueda cumplir sus metas. Desde el 28 de agosto de 2014, día de su fallecimiento del que hoy se cumplen seis años, su cuerpo espera en estado de criogenia que los avances de la ciencia puedan devolverle la vida.