En estos momentos, el fundador de la conocida organización mediática internacional WikiLeaks se encuentra en una precaria situación legal, muy similar a la de Edward Snowden, y por los mismos motivos: a ningún gobierno le agrada que se desvelen sus secretos. Tras enfrentar en 2010 acusaciones de delitos sexuales en Suecia que eventualmente podrían extraditarlo a Estados Unidos, donde podría conseguir la pena de muerte por espionaje y traición debido a las filtraciones de WikiLeaks; desde 2012 se refugia en la sede diplomática de Ecuador en Londres.
Por otro lado, su familia incluso tuvo que cambiar de identidad debido a amenazas de muerte, uno de sus abogados presuntamente se suicidó, e incluso en el 2010 corrió el rumor de que podría ser asesinado por agentes especiales. El pasado agosto la sede que lo protege, además, sufrió un intento de asalto.
Considerando todo lo anterior, no resulta extraño que nuevos rumores sobre su muerte se hayan expandido a finales del año pasado, tomando como base algunos crípticos mensajes alfanuméricos publicados en el Twitter de WikiLeaks, que muchos usuarios decidieron interpretar como un ‘código de hombre muerto’. Y aunque poco después fue publicada una fotografía de él junto a un voluntario de la página, muchos no estaban convencidos todavía.
Por ello, en una reciente sesión de preguntas y respuestas en vivo desde Reditt, Assange, después de tildar estos rumores como ‘tontos’, decidió recurrir a una prueba de vida pública e inalterable: la blockchain de Bitcoin. En esta línea hizo algo tan sencillo y definitivo como leer el hash (número único) del último bloque agregado entonces, prácticamente imposible de falsificar y mucho menos de adivinar.
Y aunque en la primera lectura cometió un error pequeño, todo parece indicar que se encuentra con vida.
Pensando sobre una prueba de vida en tiempo real, intelectualmente la opción más interesante es tomar el bloque más reciente de la blockchain de Bitcoin.
Julian Assange
Fundador
Sin duda se trata de una buena prueba y, ¿por qué no? De un nuevo uso para la blockchain. Entretanto, WikiLeaks afirmó desde su Twitter como promesa de año nuevo que si en 2016 se produjeron grandes filtraciones, 2017 nos haría “volar la cabeza”.
Adicionalmente, cabe mencionar que esta página trabaja sobre todo gracias a las donaciones, y luego de que proveedores de pago como Visa, MasterCard y PayPal bloquearan los montos enviados a WikiLeaks, esta ha podido seguir funcionando mediante la utilización de criptomonedas. De hecho, el mes pasado recibió su Bitcoin número 4000, aunque esta es sólo una aproximación a la cantidad real de sus donativos, ya que los voluntarios pueden generar una nueva dirección más privada para el envío.
WikiLeaks fue una de las primeras organizaciones en confiar en Bitcoin. Además, Assange formó parte en los años 90 del grupo de activistas cibernéticos conocidos como Cypherpunks, dedicados a impulsar el uso de la criptografía como medio de eludir los abusos Estatales y preservar la privacidad de los individuos, nicho en el cual nació Bitcoin. Por estas razones, es bastante probable que sigan ligados a esta tecnología en el futuro.