La Agenda Fintech 2016 continúa y la blockchain sigue siendo uno de sus temas recurrentes. El último de los eventos en hacer hincapié en la tecnología que forma parte de las criptomonedas fue la Cumbre Innovative Finance 2016, realizada el día de ayer, en el corazón de los servicios financieros: la ciudad de Londres, Inglaterra.
Durante la cumbre tuvo lugar la charla Llegó la hora de la Blockchain, que contó con la participación de John McLean, ejecutivo de IBM (que recientemente lanzó un proyecto vinculado a la blockchain) y de Clive Cook, ejecutivo de R3, el célebre consorcio que ha aglomerado a los principales bancos del mundo para realizar investigaciones sobre la afamada tecnología. También participaron Leanne Kemp por Everledger y Peter Kirby por la empresa Factom.
«En menos de un año, la tecnología blockchain ha migrado del Bitcoin a los consejos de administración de las instituciones financieras más grandes del mundo», aseguró McLean, algo que los hechos parecen confirmar. Y es que si en 2013 la blockchain pasaba prácticamente desapercibida en el mundo corporativo, para el 2015 la tecnología se convirtió en una apuesta seria para la banca y las finanzas.
El potencial que tiene para la gestión de datos y procesos es evidente y ello hace que las empresas de tecnología la consideremos un punto de apoyo medular. Esperamos que para el 2017, IBM incorpore la blockchain en productos en el mercado
John McLean
Por su lado, Clive Cook, ejecutivo de R3 se centró en explicar lo que hace la tecnología y por qué la banca la encuentra tan eficiente. «La blockchain permite a una base de datos ser compartida entre varias entidades directamente, sin necesidad de un administrador central», aseguró.
La principal ventaja es que una vez que los usuarios se ponen de acuerdo, se crea un conjunto de reglas bajo las que se pueden realizar transacciones de forma segura entre sí sobre una base de igual a igual. Esto, aplicado a la banca, dispara todas las posibilidades.
La principal ventaja es que una vez que los usuarios se ponen de acuerdo, se crea un conjunto de reglas bajo las que se pueden realizar transacciones de forma segura entre sí sobre una base de igual a igual. Esto, aplicado a la banca, dispara todas las posibilidades.
John McLean
De aplicarse al sistema financiero, la blockchain implicaría un cambio infraestructural notorio. Se irían los sistemas de mensajería centralizados, bancos de custodia y cámaras de compensación. En lugar de ello, los participantes en cualquier mercado podrían utilizar un libro de contabilidad descentralizado para gestionar sus interacciones con la red automática, liquidación y conciliación. Y todo esto en cuestión de segundos, sin riesgo de fraude o controversia.
Sin embargo, fue Leanne Kemp quien señaló la incomodidad con respecto a la flamante tecnología: «Yo creo que es momento de que la blockchain llegue al mercado. Pero no todos creen eso en las empresas». Según profundizó Kemp, el motivo se encuentra en la propia naturaleza de la blockchain. «Es una base de datos punto a punto, donde cada participante ve todo lo que pasa. Es una tecnología que representa un equilibrio en el que la desintermediación se obtiene a costa de confidencialidad y eso es algo que todavía no termina de gustarle a muchos».
Kirby coincidió con Kemp y señaló que «si bien muchas estrategias están en desarrollo para mitigar esa característica de la blockchain, ninguna coincide con la simplicidad y eficiencia de tener bases de datos centralizadas, en la que un administrador de confianza tiene un control total sobre quién puede ver qué».
La conclusión de la charla es que el paradigma de la confidencialidad es, por los momentos, el motivo de que la blockchain no haya salido de fase experimental para muchas empresas, especialmente las del sector financiero. «Es un tema de ver que pasa primero: o se cambia de paradigma o se adapta la blockchain a las políticas de privacidad existentes» concluyó Kirby.