-
Cambios de sede y organizadores desinflaron el interés previo al evento que terminó desierto.
-
Los ponentes dictaron sus charlas en auditorios casi vacíos.
El calendario de muchos marcaba las fechas del 14 al 16 de agosto como importantes, dada la celebración de uno de los eventos más esperados del año en el ecosistema de bitcoin (BTC) y otras criptomonedas: la Blockchain Summit Latam 2024. Sin embargo, lo que durante siete años se había consolidado como una plataforma para presentar nuevas ideas y fomentar la creatividad empresarial, se transformó en un espacio vacío que dejó más preguntas que respuestas.
La expectativa en torno a la octava edición era alta. Con meses de promoción en redes sociales y medios de comunicación, muchos habían planeado asistir a este evento que iba a tener lugar en uno de los espacios más emblemáticos de Colombia, en la ciudad de Bogotá. Por segundo año consecutivo, se trataba del centro de convenciones Ágora, reconocido como un destino destacado en Sudamérica para la realización de congresos y conferencias de gran formato.
Sin embargo, poco antes del inicio del evento, la organización anunció un cambio de sede y una reestructuración inesperada en el equipo, ahora dirigido por Rodrigo Sainz en lugar del reconocido Cristóbal Pereira, quien había sido la figura clave en las ediciones exitosas anteriores. Estos anuncios comenzaron a desinflar el interés, y con el paso de los días, el entusiasmo de quienes planeaban asistir se fue apagando.
El tan esperado primer día llegó, pero la realidad al abrir las puertas fue muy diferente respecto a ediciones anteriores. El nombre de Pereira resonaba entre los asistentes como un eco del pasado.
¿Qué está ocurriendo? Preguntó CriptoNoticias a Sainz, el nuevo líder de la organización, quien respondió de la siguiente manera:
“El año pasado en el Ágora, uno de nuestros principales patrocinadores nos comentó que su experiencia no fue buena; su stand estuvo desierto. La razón fue que el espacio era demasiado grande para nosotros. Cuando Cristóbal insistió en repetir el mismo escenario, le respondimos que no, pero él seguía insistiendo. Así que el directorio tomó la decisión de nombrarlo director y a mí como presidente se me encargó la tarea de la organización del Blockchain Summit Latam”,
Rodrigo Sainz, gerente general del Blockchain Summit Latam 2024.
Durante ese primer día, cuando se celebró el Business Day, las expectativas se habían desvanecido, dejando un espacio desolado. Se esperaba la asistencia de 600 personas por día, y las sillas fueron dispuestas cuidadosamente para recibirlas. Sin embargo, el auditorio estuvo prácticamente vacío, con un ambiente palpable de desánimo. De vez en cuando, algún asistente recordaba las ediciones anteriores, donde el entusiasmo era la norma.
Sainz añadió que el directorio de la empresa organizadora, compuesto por cinco miembros, había manifestado su deseo de no seguir incurriendo en pérdidas de dinero, como había ocurrido el año anterior. “Era fundamental manejar bien el espacio. No podía ser que nuestro principal patrocinador no tuviera visitantes en su stand, algo que ocurrió al estar ubicado en el quinto piso con una distribución poco adecuada. Al final, esta decisión representó una mejora económica, y gracias a Dios, este año hemos recibido más gente de la esperada”, afirmó.
Al día siguiente, en un rincón del auditorio, dos emprendedores hablaban animadamente sobre sus proyectos, ajenos a la falta de público. «¿Te imaginas lo que podría haber sido esto si al menos el público hubiese asistido y este escenario estuviera medio lleno?» comentaba uno, mientras el otro asentía manifestándose de acuerdo.
Luego, un ponente expresó: “Había tan pocas personas en el auditorio que pude establecer contacto visual con cada uno”. Más allá, un par de promotoras intentaban, casi desesperadamente, reunir a los participantes necesarios para un concurso que requería 500 personas, de las cuales solo habían logrado reunir 70.
Y un tanto más allá, los expositores, en un intento por reavivar el espíritu del evento, comenzaron a acercarse entre sí, compartiendo anécdotas y risas nerviosas sobre lo que podría haber sucedido. Así, lo que originalmente debía ser un espacio de innovaciones y encuentros se convirtió en una improvisada sala de negocios, donde ideas y contactos florecieron en un clima de camaradería inesperada. Al final del día, algunos se cuestionaban si no habría sido mejor optar por una reunión más íntima, como un café o incluso un webinar.
Después de todo, entre las preguntas que quedaron en el aire estuvo: ¿qué futuro le espera a la Blockchain Summit Latam? Si la tendencia se mantiene, podríamos estar ante un retroceso en el interés por un espacio que ya había madurado para escalar al rango de referente en latinoamérica. Quedará el recuerdo de cómo fue que se abrió para el intercambio de conocimientos, y de cómo evolucionó para convertirse en un modelo, un reflejo del potencial global que ofrece el mundo de las criptomonedas.
