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Hines afirmó que tanto EE. UU. como el Salvador están comprometidos con la innovación.
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Pakistán está impulsando diversas iniciativas a favor de bitcoin y los criptoactivos.
Estados Unidos ya ha iniciado conversaciones bilaterales con El Salvador y Pakistán para coordinar esfuerzos en torno al desarrollo de políticas sobre bitcoin (BTC) y criptomonedas. Bo Hines, director del Consejo Presidencial de Asesores sobre Activos Digitales de la Casa Blanca, sostuvo reuniones por separado con representantes de ambos países.
En el caso de El Salvador, la reunión tuvo lugar el miércoles entre Hines, en representación de la administración de Donald Trump, y el presidente salvadoreño Nayib Bukele, quien es una figura clave en la adopción de bitcoin no solo en su nación, sino también en el mundo.
Según Bitcoin Office, entidad gubernamental que funciona en el país centroamericano, ambos discutieron posibles vías de colaboración entre Estados Unidos y El Salvador en temas relacionados con bitcoin y los activos digitales.
Hines elogió el liderazgo de Bukele, calificándolo como un agente de cambio transformador, y destacó el compromiso compartido de ambos países con la innovación financiera global.
Por su parte, desde Pakistán informaron más temprano el mismo día que el Ministro de Estado para temas relacionados con criptomonedas, Bilal Bin Saqib, también se reunió con Bo Hines. El objetivo del encuentro, que fue en la Casa Blanca, fue «discutir la alineación estratégica sobre bitcoin, los activos digitales y la infraestructura descentralizada».
«La reunión subraya el papel cada vez mayor de Pakistán en la configuración de la política de activos digitales en los mercados emergentes y su compromiso de fomentar asociaciones internacionales que respalden la adopción de criptomonedas y blockchain»
Consejo de criptomonedas de Pakistán
Estas reuniones reflejan el interés de Washington en establecer puentes con países que están trabajando en la experimentación y regulación del ecosistema de activos digitales. El Salvador y Pakistán siguen enfoques distintos, pero ambos forman parte del grupo de naciones que están incorporando las criptomonedas a sus economías nacionales.
El país gobernado por Nayib Bukele es ampliamente reconocido entre los entusiastas de bitcoin. En 2021, El Salvador convirtió a BTC en moneda de curso legal. Si bien más tarde dejó de ser de uso obligatorio —como parte de las condiciones para lograr un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI)—, Bukele y su equipo aseguraron que seguirían con su estrategia de comprar 1 BTC al día. Esta iniciativa, salvo algunas excepciones, se ha mantenido hasta hoy.
Mientras tanto, la renovada postura de Pakistán hacia las criptomonedas marca un giro notable respecto a su enfoque previo, cuando la nación mantenía una actitud abiertamente restrictiva. Ahora, altos funcionarios del gobierno, como el ministro de Finanzas Muhammad Aurangzeb, y el gobernador del Banco Central Jameel Ahmad, están trabajando para establecer un marco regulatorio que fomente el desarrollo del sector. Un paso clave en esta transición fue la designación del ex CEO de Binance, Changpeng Zhao, como asesor estratégico del Consejo de Criptoactivos.
Este giro estratégico también se debe al impulso de Bilal bin Saqib, quien ha delineado una visión clara: atraer inversión extranjera y posicionar al territorio como un hub de innovación tecnológica. Respaldado por el hecho de que Pakistán figura entre las naciones con mayor adopción de BTC —según el índice de Chainalysis—, Saqib sostiene que el país tiene condiciones favorables para capitalizar este auge: bajos costos, talento local y una población joven.
Por su parte, Estados Unidos también ha tomado medidas importantes hacia la adopción de BTC y activos digitales bajo la administración de Donald Trump. Entre ellas, a inicios del año, el presidente firmó una orden ejecutiva autorizando la creación de una reserva estratégica, utilizando alrededor de 200.000 BTC obtenidos a través de incautaciones en casos criminales.
Además, la senadora estadounidense Cynthia Lummis presentó el «BITCOIN Act», una propuesta legislativa que plantea la adquisición de un millón de BTC en cinco años, lo que representaría el 5% del suministro total de bitcoin.