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El proyecto de Mike fue muy influyente en el desarrollo del movimiento de criptoarte.
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Pepe, el meme de la rana rara, ya tiene 7 años viviendo en la red de Bitcoin.
El 8 de septiembre del año 2016 un misterioso usuario de Counterparty, solo identificado como Mike, creó tres tarjetas coleccionables de Pepe, dando nacimiento a la primera versión de unos NFT (tokens no fungibles) en la red de Bitcoin.
Entre estos primeros tres tokens coleccionables de Rare Pepe estaba la Nakamoto card, una señal inconfundible para la comunidad de las criptomonedas, la cual de inmediato siguió los pasos de Mike, creando sus propias imágenes.
Y así fue como nació el movimiento del criptoarte, que progresivamente fue tomando impulso, guiado por el fervor de la comunidad. Con Rare Pepe, cualquiera con un poco de iniciativa y creatividad podía crear diseños para convertirlos en tarjetas coleccionables.
Mike, ese personaje que nadie sabe quién es, al mismo estilo Satoshi Nakamoto, encendió una chispa, creando arte que puede permanecer resguardado para siempre en la blockchain de Bitcoin.
Mostró el camino que podía seguir la comunidad para proteger un activo valioso para ellos. En este caso, era un meme que para muchas personas representaba una forma de divertirse.
Creado en el año 2005 por el caricaturista estadounidense Matt Furie, Pepe, the frog, se ganó el cariño de todos los que interactuaban en Internet, al punto de convertirse en un símbolo.
Como se narra en un artículo de la Criptopedia de CriptoNoticias, el diseño: una rana antropomórfica con cuerpo humanoide; y lema: “Feels good, man” o “Se siente bien, hombre”, representaba el hacer lo que nos place y las dificultades para llevar esto a cabo.
Rare Pepe, un meme entre el amor y el odio
Las comunidades que más compartían imágenes de Pepe eran las que giraban en torno a 4chan, Reddit, Gaia, Myspace, Tumbl y Twitter. Pero cuando los memes de la rana comenzaron a usarse en otros espacios de Internet, las cosas dieron un giro inesperado.
“Están inundando la red con fotos de Pepe para que la gente se aburra y el meme eventualmente se desvanezca por la sobreexposición”, dijo un usuario de Reddit. “Quieren inundar Internet con memes de Pepe para bajar su valor o algo así”, dijo alguien más.
Lo que estaba pasando en ese momento fue que surgieron variaciones de Rare Pepe utilizando símbolos de odio, algo a lo que se opuso Matt Furie, el creador del personaje.
Lo que no gustaba a la comunidad original de Rare Pepe era que su apreciado meme se compartiera a granel vinculándolo con expresiones satíricas, políticas o de odio.
La campaña en su contra fue tan fuerte que la Liga Antidifamación declaró que el meme se había convertido en un símbolo de odio.
Y, luego, en un artículo de opinión en octubre de 2016, Furie señaló: «Es una pesadilla y lo único que puedo hacer es ver esto como una oportunidad para hablar contra el odio».
Para entonces ya había nacido Rare Pepe en la red de Bitcoin, haciendo una transición de Pepe The Frog del mundo del cómic al de NFT. A partir de ese momento, la comunidad comenzó a crecer en torno a los coleccionables digitales, un mundo donde la escasez tiene valor, siguiendo los principios del ecosistema de Bitcoin.
Por tanto, Mike resultó ser el personaje que encendió la llama de un movimiento que no ha dejado de crecer. A él nadie le puede identificar por su rostro, pero si te detienes a pensar en cómo sería, probablemente lo primero que te vendrá a la mente será el rostro de Dorian Nakamoto en color verde, como su rara tarjeta coleccionable. Es el mismo rostro que suele usarse en referencia a Satoshi, el creador de Bitcoin.
Lo que hizo Bitcoin con el sistema financiero tradicional Rare Pepe lo repitió en el mundo del arte, ya que eliminó las barreras técnicas de entrada para la creación de criptoarte y le dio nuevas oportunidades a cientos de usuarios y coleccionistas primerizos.
Se crearon cientos de tarjetas, aunque en el año 2018, su directorio dejó de recibir nuevas cartas.
Entre 2016 y 2018 el proyecto creó 1774 tarjetas coleccionables en una serie de 36 piezas y las más valiosas siguen estando entre las más raras y escasas.