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Para Di Pietrantonio, las stablecoins son actualmente un mejor dinero que bitcoin o ether.
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Uno de los principales beneficios de las stablecoins, según el entrevistado, es su programabilidad.
El pasado 19 de agosto, Mariano Di Pietrantonio se presentó como moderador de un panel sobre stablecoins en el marco del encuentro Ethereum Argentina. Al concluir, dialogó con CriptoNoticias acerca de los temas de su experticia.
Di Pietrantonio, quien se hizo conocido en el ecosistema de las criptomonedas por su participación en MakerDAO (organización emisora de la stablecoin DAI) está actualmente también embarcado en la aventura de Num Finance. Esta es una empresa que desarrolla stablecoins que mantienen paridad en su precio con las monedas de países emergentes como Argentina, Perú o Colombia.
Según su particular visión, que se aleja de maximalismos o de idealizaciones a la industria, «las criptomonedas son un canal de distribución más» de las finanzas tradicionales. Dice el empresario argentino:
«Hay que empezar a ver [a las criptomonedas] como un canal de distribución de las finanzas tradicionales. Nosotros, en Argentina, tenemos las denominaciones CVU y CBU. Podemos tener transferencias internacionales con código SWIFT. Y bueno, creo que, para las finanzas tradicionales, las blockchains y las criptomonedas son otro canal más».
Mariano Di Pietrantonio, cofundador de Num Finance.
Para Di Pietrantonio, «lo que tiene de bueno este canal con relación a otros, es su programabilidad, la cuestión realtime y su transparencia, en ciertos casos».
Ante tales afirmaciones, CriptoNoticias le preguntó al empresario: «¿No estamos, sin querer, extendiendo el sistema financiero tradicional?». La respuesta de Di Pietrantonio no dejó lugar a dudas: «Totalmente».
Sobre si eso está bien o mal, este especialista dice: «Yo creo que acá lo que tenemos que hacer, primero que nada, es empezar a preguntarnos si vamos a hablar sobre productos políticos o sobre productos financieros». Añade: «Creo que extender el sistema financiero tradicional tal cual está, en cierta medida es un producto político, porque va a estar controlado también por Estados. Si vos estás representando un dinero soberano de un país en una forma tokenizada, on-chain, ese canal de distribución sigue siendo un producto político porque, al fin y al cabo, el asset está dentro de lo que es el poder del gobierno».
De todos modos, explica que una stablecoin, como producto de información, tiene la ventaja —por sobre el dinero no tokenizado— de ser programable. «Y al ser programable se pueden generar muchas cosas», asegura.
«Hay developers que se pueden bajar un SDK [kit de desarrollo de software] de cualquier blockchain, tomar el token de dinero soberano de un país y hacerle productos alrededor. Ahí puede haber un cambio, pero no es un borrón y cuenta nueva. Creo que, a veces, nosotros pecamos en que queremos el cambio ya. Queremos que esto sea nuevo ya, que sea distinto ya, que sea algo que nunca vimos ya. Pero los cambios no suelen ser así. Los cambios suelen ser más graduales. Y eso está bueno: empezar a ver cómo lo que antes se hacía de una manera ‘oscura’ ahora puede hacerse de una manera más transparente y eso es un gran cambio, por más que la operación siga siendo la misma».
Mariano Di Pietrantonio, cofundador de Num Finance.
Dinero y estado ¿asuntos separados?
Tras escuchar estas explicaciones, le pedimos a Mariano que realice un poco de «futurología», al preguntarle si cree que irá quedando atrás la idea bitcoiner de separar el dinero del Estado (lo que incluye también la política monetaria y el poder de emisión infinita que tienen los Estados).
Di Pientrantonio dice al respecto que esa idea separatista y la idea de mejorar las capacidades del dinero fíat mediante la tokenización, no son mutuamente excluyentes.
«Va a estar el dinero del Estado y va a estar el dinero privado también», sostiene. Explica: «Por ejemplo, bitcoin (BTC) es una forma de dinero privado ¿es el mejor dinero? Para mí no es el mejor dinero, pero sí es uno de los mejores activos en términos de refugio de valor y es una de las mejores formas (tal vez la mejor) de propiedad privada existente».
Expandiéndose sobre esta idea, el entrevistado reflexiona sobre las cualidades de bitcoin como dinero. Para él, «que se pueda usar como dinero, no quiere decir que tenga que ser dinero». Agrega: «Yo siempre me quejo un poco de lo mal que nos hizo el título del White Paper de Bitcoin: ‘Un sistema de dinero en efectivo electrónico (electronic cash) entre pares’». Para Di Pietrantonio, BTC «no necesariamente tiene que ser un electronic cash».
Según el cofundador de Num Finance, ese mejor dinero son actualmente las stablecoins. Y justifica su opinión en la aceptación que tienen este tipo de activos digitales:
«Si nosotros salimos a preguntarle a la gente ‘¿qué aceptás, dólares o bitcoin?’ La mayoría te va a decir dólares. Entonces, en términos de aceptación, por ahora es mejor. ¿Va a ser el mejor? No tengo ni idea. De todos modos, sí, me parece que bitcoin y ether [ETH, criptomoneda nativa de Ethereum] son la mejor propiedad privada que existe por lejos».
Mariano Di Pietrantonio, cofundador de Num Finance.
Cree Di Pietrantonio que es la falta de estabilidad en la cotización (contra otro activo financiero, por ejemplo, el dólar) lo que hace que la gente prefiera utilizar stablecoins como medio de pago y no BTC o ETH. Según su explicación, esa falta de estabilidad dificulta el hecho de poder hacer pagos diferidos en el tiempo. «Cuando tenés bitcoin o ethereum y lo tenés que emparejar contra una cotización futura, te puede ir bien o mal».
De todas formas, es importante enfatizar el hecho de que tanto bitcoin como ether tienen varias propiedades que son propias del dinero, entre ellas, la posibilidad de ser usados como medio de intercambio y reserva de valor (en el mediano y largo plazo). En ciertos contextos, también se emplea a estos activos como unidad de cuenta, por ejemplo, en los marketplaces de tokens no fungibles.
«No creo que un regulador pueda matar un producto»
Algo en constante crecimiento es el avance de las regulaciones sobre el ecosistema de las criptomonedas, particularmente sobre las stablecoins. Por ejemplo, tal como CriptoNoticias ha reseñado, estos tokens podrían verse afectados por la recientemente sancionada Ley MiCA, en Europa.
Sobre los reguladores, Di Pietrantonio dice que «atacan un problema, entre comillas, una vez que es muy grande. Básicamente le prestan a tención porque hay una agenda política que indica que le tienen que prestar atención a eso». Y, para él, la tecnología avanza más rápido que los reguladores, lo que lo lleva a decir: «Yo no creo que un regulador pueda matar un producto».
Sí, los reguladores podrían llevar a un producto —por ejemplo, una stablecoin— a su mínima expresión, dice el entrevistado. Pero añade: «Igual pensá que ese producto llevado a su mínima expresión también genera un ejército de developers que, por una cuestión ideológica muy fuerte, van a estar trabajando en eso para hacerlo crecer de otra manera».
Menciona, a modo de ejemplo, a las tecnologías de prueba de conocimiento cero (ZK proofs technology). «Vamos a hacer un poco de futurología», dice a modo de introducción y agrega: «es probable que, si eliminamos de la faz de la tierra el dinero papel, parte de lo que es el dinero en efectivo sea tomada por ZK, que el gobierno no puede sabier ni quién lo tiene, ni quién lo manda, ni quién no lo manda. Vos sabés que lo recibís y lo podés recibir en una wallet tuya, y listo».
Sobre la estabilidad de las stablecoins
El diálogo con Di Pietrantonio sobre la preferencia de los usuarios por las criptomonedas estables para realizar pagos, llevó la conversación a debatir sobre el concepto filosófico de estabilidad.
«Al final ¿la referencia no es imaginaria? ¿Tener el 1 no es, a fin de cuentas, algo imaginario?», preguntó CriptoNoticias. Di Pientrantonio asintió y luego explicó con mayor detalle:
«Ese es el tema. Primero que nada, como me lo dijo un físico amigo mío, ‘Mariano, en este universo no hay nada estable’. Es muy difícil hacer algo estable. Entonces, partiendo también de esa base, desde el punto de las regulaciones. Suponé que a Estados Unidos le enoja que existan stablecoins de dólar. ¿Qué significa stablecoin de dólar? ¿Una moneda que cotiza a un dólar? Imaginate que el día de mañana yo tengo una varita mágica y hacemos que ETH y BTC valgan un dólar. Clavado. Duro. ¿Eso es una stablecoin? ¿Eso atenta contra el dólar porque vale lo mismo que 1 dólar? Entonces ¿cuál es acá el problema? ¿La nominalidad de la moneda porque le quita demanda al dinero soberano y bancario? Entonces, desde ese lado uno tiene que ponerse a pensar: nominalidad es importante. Segundo, respaldo y rendimiento».
Mariano Di Pietrantonio, cofundador de Num Finance.
Sobre rendimiento, el cofundador de Num Finance se refirió a la posibilidad de replicar, mediante activos tokenizados, las tasas de interés que pagan diversos productos financieros fíat del mundo. «Por ejemplo, nosotros en MakerDAO tenemos el sDAI, que es un DAI que va acumulando el DAI Savings Rate (DSR)», dice.
Agrega Di Pietrantonio: «Imaginate un escenario donde las tasas de interés siguen creciendo. Hoy te pagan 5%, en un año te van a pagar 10%, entra un período inflacionario más complicado en EE. UU. y te empiezan a pagar 25%… Yo creo que la gente va a dejar de demandar el dólar para estar como pasa hoy en argentina, en plazos fijos, pero van a estar parados en esas tasas de interés y eso es estar acostumbrado a pararte en algo que no vale 1». Concluye: «La referencia del 1 ya no sirve cuando vos estás parado en otro activo. Y eso te va acercando a bitcoin, te va acercando a Ethereum, te va acercando a otros activos».
Luego de abordar esas temáticas, la charla con el especialista tomó otro rumbo, para conocer qué está haciendo Num Finance y cuáles son las motivaciones para crear stablecoins respaldadas por monedas de países emergentes, como Argentina, Colombia o Perú. Los mejores fragmentos de esa parte de la conversación fueron publicados el pasado viernes, en un artículo de CriptoNoticias referente al lanzamiento de la nueva stablecoin nCOP, especialmente desarrollada para el mercado colombiano.