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Ross fue condenado por ser el fundador de Silk Road, el primer mercado global de bitcoin.
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Previo a su condena, Ulbricht no tenía antecedentes penales ni cargos por delitos violentos.
Ahora mismo, la comunidad bitcoiner espera con impaciencia el inicio del mandato del nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Una de sus promesas electorales es indultar a Ross Ulbricht, el creador de Silk Road, un mercado negro digital que admitía el uso de bitcoin.
Ross Ulbricht fue arrestado en 2013 y, tras un juicio en 2015, condenado a dos cadenas perpetuas sin posibilidad de libertad condicional. Fue hallado culpable de cargos relacionados con el tráfico de drogas, lavado de dinero y conspiración para cometer delitos informáticos. Actualmente, cumple su condena en el Centro Correccional Metropolitano de Nueva York.
Ulbricht fue arrestado principalmente por ser el creador y administrador de Silk Road, un mercado en línea que permitió a los usuarios comprar y vender productos de todo tipo, incluyendo productos y servicios ilegales, de forma anónima. La plataforma permitía pagos con bitcoin y otras criptomonedas.
El arresto ocurrió cuando Ross fue detenido en San Francisco en una biblioteca pública. A lo largo de su juicio, las autoridades alegaron que había facilitado la venta de drogas y otros productos ilícitos a través de Silk Road. Si bien nunca se le acusó de generar daño físico a personas, las autoridades lo consideraron responsable de todas las actividades que ocurrían en la plataforma.
Muchos consideran que la condena fue extremadamente dura, pero el gobierno argumentó que quería enviar el mensaje de que se estaban tomando en serio los delitos cibernéticos y el uso de criptomonedas para actividades ilegales.
Es importante dejar claro que, para el momento de su arresto, Ulbricht no tenía antecedentes penales ni cargos por delitos violentos. Para muchos, acabó convirtiéndose en el primer preso político relacionado con Bitcoin.
Más tarde, en 2021, Ross dio sus primeras declaraciones desde prisión, compartiendo una reflexión sobre la pérdida de libertad y el impacto de Silk Road en su vida y en la historia de bitcoin. Contó cómo, al entender el potencial de BTC, sintió que podía cambiar el mundo impulsado por una filosofía libertaria. No obstante, reconoció que su impulsividad al crear Silk Road, en lugar de ser una acción calculada, hizo las cosas más difíciles para la industria, especialmente por la asociación de la criptomoneda líder con actividades criminales.
La lucha por la libertad de Ross Ulbricht ha logrado movilizar a miles de personas en todo el mundo, con el apoyo de figuras influyentes dentro de la comunidad de bitcoin. El movimiento apostó por varias acciones, como crowdfunding, peticiones y eventos, buscando generar un cambio en el sistema judicial. No obstante, a pesar de la enorme campaña de apoyo, las múltiples solicitudes presentadas a la administración del presidente Joe Biden fueron ignoradas.
Trump entra en escena
«Si votan por mí, desde el primer día, voy a conmutar la pena que pesa sobre Ross Ulbricht», afirmó Trump en mayo de 2024, en un discurso en la Convención Nacional Libertaria en Washington. A solo minutos de volver a la Casa Blanca, la comunidad bitcoiner espera que el presidente cumpla su promesa y libere a quien se ha convertido en un símbolo de libertad, aunque hay quienes se muestran escépticos. Un ejemplo es Jameson Lopp, conocido defensor de Bitcoin, quien cree que las declaraciones de Trump son una táctica política y no un compromiso genuino. Lopp recordó que el presidente tuvo la oportunidad de abordar el tema durante su primer mandato, pero decidió no hacerlo.
Cumplir con las promesas de campaña es esencial para mantener la credibilidad y la confianza de los votantes. En el caso de Trump, no cumplir con su compromiso de conmutar la pena de Ross generaría un gran descontento entre quienes lo apoyaron. La comunidad se sentiría traicionada y esto afectaría negativamente la base de apoyo en futuros proyectos políticos que pretenda impulsar el presidente.
Aquí es importante hacer mención a la sentencia de Sam Bankman-Fried, condenado a 25 años por el colapso de FTX y uno de los fraudes más grandes en la historia financiera, pues la misma contrasta notablemente con la de Ulbricht, quien pese a no haber tenido contacto directo con personas ni artículos ilegales está cumpliendo dos cadenas perpetuas de más 40 años. La comunidad tiene esta espina enterrada y no perdonará que Trump convenientemente olvide su promesa.
A minutos de la asunción, los bitcoiners están atentos.