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Pagó con bitcoin todos los platos que disfrutó, cocteles y hasta artículos para su pasatiempo.
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En Ojochal, Dominical y Uvita ya comprenden los conceptos básicos de la criptomoneda pionera.
Eugenio, un bitcoiner nativo de Costa Rica, decidió tomarse unas vacaciones para demostrar que en su país ya hay suficientes comercios que aceptan el bitcoin (BTC). Con ello, dejó claro que es posible disfrutar de las paradisíacas playas que tiene el país, solo pagando con el criptoactivo.
El costarricense siguió los pasos de la también bitcoiner Juliet Lima, quien en julio pasado comprobó los avances de la adopción de bitcoin que se está produciendo en la región suroeste de Costa Rica.
En esta zona, se encuentran Dominical, Uvita y Ojochal, localidades costeras en el Pacífico Sur de la provincia de Puntarenas, donde el proyecto Bitcoin Jungle está trabajando con la idea de instaurar una economía circular basada en la pionera de las criptomonedas.
En su Twitter, Eugenio se pregunta que, así como San José de Costa Rica se convirtió en 1884 en la tercera ciudad del mundo en tener energía eléctrica, «¿qué número en el planeta seremos en la adopción de bitcoin, una tecnología sustancialmente más importante?».
La respuesta a la interrogante de Eugenio surge de manera espontánea cuando se observa que Costa Rica no aparece en los lugares con mayor adopción de bitcoin en el mapa de Finder. Sobre su territorio se está produciendo un gran entusiasmo alrededor de la criptomoneda, desde las comunidades.
Unas vacaciones sin fíat, solo con bitcoin en Costa Rica
Como buen ciclista, Eugenio pedaleó para recorrer el suroeste de Costa Rica, uno de los países más verdes de Centroamérica. Mientras, en su cuenta de Twitter, no solo dejó evidencia de ello, sino de todos los pagos que hizo con bitcoin.
Disfrutó de los atractivos gastronómicos y culturales del Barrio Escalante, y cenó en el restaurante Jardín de Lolita, donde pagó con bitcoin en la red Lightning para hacerlo a la velocidad del rayo.
También disfrutó la pizza y el helado que sirven en Sibú Café de playa Uvita. «Allí estaban muy contentos de aceptar bitcoin como forma de pago», escribió Eugenio.
Pagó desayunos con bitcoin en el hotel Uvita Bali Bosque y compró suculentas chuletas sin aditivos químicos en el restaurante de carnes Seguras Butcher.
En las noches, después de disfrutar de la abundante naturaleza del país tico, Eugenio compartió cocteles con sus amigos en Mosaic Wine Bar and Café. «Y todos pagamos con bitcoin», dijo.
En la ecoferia de Dominical compró accesorios para juegos de rol, ingredientes para sus bebidas frías y hasta queso de cabra. Además, almorzó y pagó con bitcoin en Café Mono Congo, ubicado en esa misma localidad.
Innovación financiera a otro nivel con bitcoin en Costa Rica
«Fue una visita corta y esto fue solo una muestra del lugar y todas las cosas que puedes pagar con bitcoin. En todos esos lugares tenían una sonrisa en sus rostros cada vez que pagaba, mientras me preguntaban ¿en cadena o Lightning?», escribió el costarricense.
En apenas seis meses, el equipo de Bitcoin Jungle había logrado que más de 30 locales del distrito de Bahía Ballena aceptaran pagos con bitcoin. Sin embargo, su trabajo sigue mientras celebran logros, como lo han dejado ver en sus redes sociales.
Uno de los primeros proveedores en aceptar bitcoin aquí me dijo hoy que investigó y quiere tener una autocustodia total. Después de una charla de 20 minutos al respecto, le ayudé a configurar una billetera fría. Al final me dijo lo feliz que estaba de que nunca más tendría que confiar en un banco.
Equipo de Bitcoin Jungle, la ciudadela bitcoiner que crece en Costa Rica.