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Algunos usuarios recordaron que las ventas de bitcoin pueden llevarse a cabo por varias razones.
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Matt Hougan, CIO de Bitwise, participó en el debate, y alentó a seguir construyendo en torno a BTC.
El analista Scott Melker generó un intenso debate al señalar el fin de semana que, aunque considera a bitcoin (BTC) una tecnología revolucionaria, en cierta medida ha sido cooptada por aquellos contra quienes originalmente fue creada como un refugio.
Melker sentenció en X que muchos de los primeros grandes poseedores de bitcoin —conocidos como ballenas— han perdido su confianza en el activo y están vendiendo a los precios actuales.
El comentario tomó lugar luego de que se conociera que un inversor vendió 80.000 BTC adquiridos hace 14 años por más de 9.000 millones de dólares (USD).
«Bitcoin es increíble, pero obviamente ha sido cooptado hasta cierto punto por las mismas personas contra las que fue creado como cobertura. Muchas de las ballenas primitivas más ardientes han visto su fe sacudida y han estado vendiendo a estos precios»
Scott Melker, analista conocido por su podcast The Wolf Of All Streets.
Esta afirmación provocó diversas respuestas en acuerdo y desacuerdo, entre ellas la del CIO de Bitwise, Matt Hougan, quien dijo que entiende su visión, pero ve que bitcoin es aún «bastante revolucionario» por su valor intrínseco.
El especialista destacó que, pese a los desafíos, BTC sigue siendo una innovación única: «la primera forma de dinero global respaldada no por un Estado ni por la amenaza de la violencia, sino por la lógica matemática y la comunidad».
Así, Hougan, quien mantiene una visión alcista para BTC, valoró la importancia de las primeras ballenas, aunque algunas vendan, y alentó a seguir fortaleciendo el ecosistema, afirmando que «el mundo necesita bitcoin más que nunca».
No obstante, Melker aclaró, ante el comentario, que solo está reflejando lo que ha escuchado en conversaciones dentro de la comunidad. Comentó que ha tenido debates frecuentes con personas que han ganado mucho dinero con bitcoin y están vendiendo o transfiriendo a empresas que gestionan tesorerías.
En contraste, el inversor Mike Alfred matizó una opinión diferente. Aunque afirmó que rara vez discrepa con Melker, recalcó que este es uno de esos momentos.
Alfred expresó que las decisiones de venta son personales y pueden responder a múltiples razones ajenas al activo o al protocolo: «Todo mundo muere. Llega un momento en que la rentabilidad de la inversión se vuelve irrelevante».
Pero el debate no quedó ahí, pues un usuario no escatimó en posicionarse a favor de las ballenas: «No entiendo cómo alguien puede interpretar que un inversor a largo plazo que obtiene una ganancia de 9.000 millones de dólares esté ‘cooptando’ el sistema o haya ‘perdido la fe’. Existe el término ‘ganancia no realizada’ por algo… En algún momento, simplemente hay que aprovechar para disfrutar la vida».
Aunque Melker volvió a aclarar que no se refería a cualquier ballena aleatoria, sino a aquellas con las que mantiene conversaciones directas y que no necesariamente esté de acuerdo con su perspectiva, el debate siguió generando opiniones divididas.
Otro aporte relevante vino del comentarista financiero Gary Woods, quien señaló que los primeros compradores que mantuvieron su bitcoin durante 14 años probablemente eran cypherpunks que creían en la visión original del dinero peer-to-peer. No obstante, sostuvo que a su modo de ver «no habrá un estándar bitcoin para el mundo».
Según Woods, «existirán bitcoin en reservas y derivados con las mismas llaves administrativas, reglas KYC y procesos de liquidación, algo parecido a la banca que hemos tenido durante siglos». Además, agregó que el ecosistema seguirá creciendo con nuevas innovaciones que multiplicarán las oportunidades financieras basadas en dinero fíat, pero la idea de que las criptomonedas sean la solución definitiva para el efectivo peer-to-peer quedará incumplida.

Un ejemplo de lo planteado en esta discusión también radica en el enfoque de la empresa Strategy, liderada por Michael Saylor, que actualmente posee más de 600.000 BTC.
Su estrategia de acumulación masiva han reforzado la legitimidad de bitcoin en los mercados tradicionales, pero también ha alimentado la incertidumbre sobre hasta qué punto la concentración de grandes cantidades de BTC en manos de corporaciones podría afectar la descentralización y los principios fundacionales del activo, como publicó CriptoNoticias.
Bitcoin nació como una propuesta para ofrecer una alternativa al sistema financiero tradicional, particularmente como un refugio contra el control estatal y la inflación. Los primeros grandes inversores, o ballenas, fueron figuras clave en su adopción y valorización, movidos muchas veces por ideales libertarios y una visión de soberanía financiera individual.
Sin embargo, con el tiempo el ecosistema ha evolucionado. Fondos institucionales, bancos y grandes corporaciones han entrado en el mercado, otorgándole a bitcoin mayor legitimidad ante el sistema financiero tradicional.
Esto ha generado tensiones dentro de la comunidad: para algunos, la institucionalización de bitcoin es una traición a sus principios fundacionales; para otros, es una muestra de madurez que allanará el camino hacia su adopción masiva.
Más allá de las posturas, lo cierto es que bitcoin ha abierto un espacio único para replantear qué es el dinero, quién lo controla y cómo se distribuye el poder económico.