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La restricción se hace por la "gran cantidad" de fraudes con criptomonedas, dice la FCA.
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Se podrán hacer transacciones de hasta 3.000 libras por 30 días consecutivos.
La filial del banco Santander que opera en Reino Unido, informó a sus clientes que a partir del 15 de noviembre se restringirán las transacciones desde la entidad a exchanges de bitcoin (BTC) y otras criptomonedas.
Los nuevos límites establecidos serán de 1.000 libras esterlinas por cada transacción, adicionalmente un límite total de 3.000 libras esterlinas en cualquier período de 30 días consecutivos, según un comunicado del banco de este 3 de noviembre.
La restricción va dirigida a los pagos que hagan a los exchanges bajo la modalidad de banca móvil y en línea, según apuntaron.
«Realizaremos más cambios para limitar o evitar pagos a intercambios de criptomonedas en el futuro, aunque siempre le informaremos antes de realizar estos cambios», advirtió la entidad financiera.
La decisión de Santander obedece a un llamado de la Autoridad de Conducta Financiera (FCA) debido a que, en los últimos meses, han visto «un gran aumento de clientes del Reino Unido que se convierten en víctimas de fraude con criptomonedas».
A su vez han advertido a los consumidores, los riesgos de invertir en activos digitales, ya que es «poco probable» que los fondos guardados en los monederos estén protegidos por las agencias reguladoras.
Publicidad sobre bitcoin tendrá sus restricciones en Reino Unido
Además de las restricciones entre la banca y los exchanges, la promoción y publicidad de bitcoin y las criptomonedas también parecen tener un futuro limitado en Reino Unido, tal como informó CoinDesk.
Esta limitación estará contemplada en la recién aprobada Ley de Mercados y Servicios Financieros con el fin de reconocer a bitcoin y a las criptomonedas como instrumentos y productos financieros regulados, hecho que reportó CriptoNoticias.
La regulación estricta de la publicidad de bitcoin ha caído mal entre la comunidad bitcoiner británica. Estos grupos consideran que la normativa es bastante rigurosa para un país que dice apoyar a la industria de los activos digitales.
Entre las preocupaciones de la comunidad está el hecho que las empresas del sector deban enfrentar altos costos, ya que deben depender de la agencia reguladora, que la que aprueba o rechaza las promociones.