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Tecnologรญas como RGB, e-Cash y Ark estuvieron en el foco.
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El evento congrego a figuras como Adam Back y Martti Malmi.
La Baltic Honeybadger no estรก hecha para la atenciรณn mediรกtica. No le interesa. No posa para las cรกmaras ni hace mรกs ruido del necesario. La Baltic Honeybadger va a lo suyo, fiel a sus principios que son los principios de Bitcoin y los principios cypherpunk. Con una altivez nietzscheana, avanza sin pedir permiso, convocando a todos aquellos que tengan el coraje para construir tecnologรญas de libertad.
La sรฉptima ediciรณn de la conferencia iniciada en 2017 (interrumpida entre 2020 y 2021 por las restricciones a la libertad de movimiento y reuniรณn de esos distรณpicos aรฑos) reuniรณ a personalidades de la talla de Adam Back, creador de la Prueba de Trabajo que usa Bitcoin; Martti Malmi (Sirius), la primera persona en cambiar BTC por fรญat; y Peter Todd, el Satoshi de HBO; para un fin de semana de pura seรฑal.
Para quienes asistieron a conferencias multitudinarias como Bitcoin 2025 o BTC Prague, Baltic Honeybadger puede lucir como un evento mรกs modesto. Pero esto es una caracterรญstica, no un bug. A pesar de que los asientos del escenario principal no se llenaron en ninguna charla como suele suceder ante paneles de superestrellas como Michael Saylor o Jack Mallers, este petit comitรฉ tambiรฉn hace a la Baltic Honeybadger un evento mรกs familiar y cercano, donde todos los plebs conviven en el mismo espacio, sin salas VIP, porque lo que importa es compartir y profundizar el conocimiento sobre Bitcoin.
Y asรญ fue. No solo en los escenarios, sino en las salas de talleres y en los pasillos, tanto en la fila para el cafรฉ, como en los stands de las empresas; en todas partes los asistentes discutรญan sobre el vertiginoso avance del panรณptico digital y la imperativa necesidad de construir y difundir herramientas de privacidad; sobre la galopante inflaciรณn y el milagro del dinero duro; sobre experiencias totalitarias y el frรกgil hilo de la libertad.
Letonia sabe quรฉ significa perder la libertad. Basta con repasar la dolorosa historia del siglo XX para confirmarlo. Campo de batalla entre el Imperio Ruso y el Imperio Alemรกn durante la Primera Guerra Mundial; ocupaciรณn bolchevique de Riga en 1919; guerra de independencia que les darรญa menos de dos dรฉcadas de democracia hasta el golpe de Estado de Kฤrlis Ulmanis en 1934; invasiรณn soviรฉtica en 1940; invasiรณn nazi en 1941; segunda ocupaciรณn soviรฉtica desde 1944 hasta 1991, hasta la final caรญda de la URSS.
Durante estos aรฑos, los letones no solo sufrieron de una terrible supresiรณn cultural, prohibiendo el idioma, censurando la literatura y promoviendo la cultura rusa, con una total restricciรณn de la libertad de expresiรณn, sino que su poblaciรณn fue diezmada en holocaustos y deportaciones masivas a Siberia. Todos los paรญses que viven tragedias de este tipo, avanzan con la cicatriz de la desconfianza al poder del Estado.
Probablemente, esto explica el foco en la privacidad del escenario cypherpunk en la Baltic Honeybadger. Mientras que el escenario principal difunde en vivo las charlas, en el escenario cypherpunk estรก estrictamente prohibido hacer cualquier tipo de registro.
Si bien es indispensable difundir pรบblicamente Bitcoin para que sus beneficios puedan estar al acceso de aquellos que mรกs lo necesitan, hay conversaciones que es mejor mantener entre pares, inaccesible al ojo sin pรกrpado de la vigilancia digital. Solo una persona, por idiotez o por ignorancia, fue pillada dirigiendo su cรกmara ante el escenario y de inmediato fue interpelado por el ex-Wasabi Wallet, Max Hillebrand.
Asรญ transcurrieron los dรญas de la Baltic HoneyBadger, con el foco puesto en tecnologรญas de libertad y no en barullos sobre la volatilidad del fรญat respecto a bitcoin. Charlas sobre Nostr, RGB, Ark, e-Cash, ofrecieron una mirada sobre el presente y el futuro del desarrollo de Bitcoin y cรณmo, a pesar del ruido de la adopciรณn institucional, corporativa y Estatal, Bitcoin sigue siendo construida por cypherpunks.
Pero la Baltic Honeybadger no es toda seriedad. Y si para algo importa tener libertad es para vivir la vida, reir y disfrutar con amigos. El panel All Time High, tradiciรณn para cerrar la conferencia, en la que lo que estรก high no es el precio, sino la embriaguez de los asistentes, refuerza los lazos humanos que se tejen en este tipo de conferencias. Y para la resaca del dรญa siguiente, como brillaba en un letrero de neรณn durante el panel, ะะฐะฟะพะน (zapรณy) arregla esto. O, como dicen en Venezuela, el ratรณn se cura engrapando la pea.
Si todo esto no te suena como suficiente motivo para asistir a Baltic Honeybadger, el evento finalizรณ en un concierto tambiรฉn tradicional llamado Rockamoto, donde pudimos ver a Knut Svanholm en la guitarra, Luke de Wolf en el bajo, y Giacomo Zucco cantando Creep de Radiohead, y luego, escuchar la impresionante voz de Mir Liponi interpretando Zombie de The Cranberries. Inolvidable.
Baltic Honeybadger, organizada por el equipo del exchange HodlHodl, cumple con otro aรฑo fiel a la esencia de Bitcoin: tecnologรญas de libertad, privacidad y soberanรญa individual.