El Partido Aragonés (PAR) ha registrado una propuesta en las Cortes de Aragón para valorar la necesidad de crear una criptomoneda en esta región española. La proposición, liderada por el parlamentario Jesús Guerrero, se encuentra pendiente de calificación y se contextualiza en una serie de iniciativas que buscan situar a esta Comunidad Autónoma en la vanguardia de la tecnología blockchain.
La proposición de Guerrero forma parte de un paquete de medidas encaminadas a conocer en qué sectores económicos de la región la aplicación de blockchain puede tener un mejor retorno para la sociedad aragonesa. En este sentido, el político español puso como ejemplo la industria de la logística, donde la capital de Aragón, Zaragoza, es referente europeo en esta materia, gracias a la Plataforma Logística de Zaragoza (PLAZA) y a su privilegiada situación entre cuatro de las principales ciudades españolas -Madrid, Barcelona, Bilbao y Valencia- y, por otro lado, la frontera francesa.
En PLAZA, se encuentra el Centro de Logística de Zaragoza (ZLC), un instituto de investigación adscrito a la Universidad de Zaragoza, que cuenta con la colaboración de Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT). El ejemplo puesto por el diputado aragonés respecto a la logística apunta a una de las industrias donde blockchain puede tener una mayor capacidad transformadora, por su capacidad desintermediadora en los procesos.
Para afrontar todas estas cuestiones, la Comisión de Innovación, Investigación y Universidad de la Asamblea de Aragón acaba de aprobar la elaboración de un estudio sobre las ventajas del uso de blockchain. La finalidad es convertir Aragón en símbolo nacional e internacional de la cadena de bloques. La iniciativa, que parte de la propuesta del PAR, esgrime la necesidad de crear un marco regulatorio sobre esta tecnología, una vez que se creen los marcos legislativos nacionales y europeos. La propuesta también alude a la búsqueda de la participación de instituciones públicas y privadas y a cualquier tipo de implicación y colaboración provenientes de otras organizaciones.
La iniciativa de la Comunidad aragonesa está en clara sintonía con otras similares que están llevando a cabo otras regiones españolas. Pero es el País Vasco, la comunidad con el PIB industrial más alto del territorio español, con un 23,95 por ciento, frente a la media nacional del 14 por ciento, la que más empeño está poniendo en colocarse a la vanguardia de lo que se denomina Cuarta Revolución Industrial. De hecho, en el País Vasco se encuentra uno de los laboratorios industriales de blokchain pioneros de Europa. Fue construido por el centro de investigación y desarrollo Tecnalia para que las empresas experimenten, vean demostraciones o casos de éxito reales.
El País Vasco trabaja a toda máquina para convertirse en el paradigma global de la Cuarta Revolución Industrial. De hecho, en el verano de 2015 invitaron a Wolfgang Wahlster, director del Centro de Investigación alemán de inteligencia artificial y a quien Google, por defecto, coloca la acepción de Cuarta Revolución Industrial, cuando tecleas su nombre, a un foro que se celebró en Bilbao para que explicara cómo estaba abordando su país el paso de un modelo de producción industrial tradicional al nuevo dominado por robots, inteligencia artificial y sensores.
Fue en esa charla, ante un aforo repleto de investigadores, ingenieros y directivos procedentes de las factorías más potentes del País Vasco, donde Wahlster relató a los presentes que la industria alemana ya había pactado con los sindicatos la sustitución de un trabajador por un robot en el caso de que éste enfermase o cogiese vacaciones.
Alemania intuyó la Cuarta Revolución Industrial en el año 2006 cuando trazó su High-Tech Strategy y la ratificó en 2011 con la ayuda de un grupo de empresarios, políticos y académicos preocupados por la manera en que el Internet de las Cosas (IoT) afectaría al futuro industrial del país. Liderados por la multinacional Bosch, constituyeron un grupo de trabajo para que les ayudara a crear un marco común de aplicación de las nuevas tecnologías en la industria. Este grupo, al que denominaron Industria 4.0, se encargó de describir cómo sería la vida en las nuevas fábricas, donde todos los procesos estarán conectados gracias al IoT. Este concepto, inventado por el británico Kevin Asthon en el año 1999 en el Auto-ID Center del MIT, traslada internet al mundo físico y permite la interconectividad entre cualquier objeto cotidiano o industrial mediante sensores.
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