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El país cerraría el 2023 con un incremento de la pobreza por segundo año consecuti
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Se extienden por el país los puntos naranjas de los sitios que aceptan bitcoin.
Varias señales indican que la adopción de bitcoin (BTC) está en ascenso en Perú, mientras que la economía del país suramericano muestra un claro retroceso con un alto costo de vida para la población, y pocas probabilidades de mejoría a corto plazo.
El impulso que está experimentando la adopción de bitcoin en tierra peruana se aprecia a través de varias señales, compartidas por la comunidad que gira en torno al efectivo electrónico peer to peer.
Una de ellas son los mapas que reflejan el aumento de los comercios que ahora aceptan bitcoin como forma de pago. La segunda señal muestra que el emprendimiento femenino se está apropiando del efectivo electrónico peer to peer y en tercer lugar se observa que crecen los meetups y las actividades educativas sobre la primera de las criptomonedas.
Todo lo anterior surge de la mano del movimiento desplegado por la organización Motiv en todo el país. De su mano, unas 60.000 personas han recibido enseñanzas sobre la criptomoneda, incluyendo a las 3.000 que hoy tienen acceso al criptoactivo en ciudadelas o proyectos de economías circulares de bitcoin.
No obstante, detrás del impulso que experimenta la adopción de bitcoin en territorio inca, está una recesión económica que azota a la población, la cual busca alternativas ante un cada vez más elevado costo de vida que empuja a los peruanos hacia la pobreza.
El interés por bitcoin es directamente proporcional al sufrimiento que se desprende de las dificultades económicas generadas por el dinero fíat. Es algo que se aprecia en otros países del mundo, como Nigeria, por ejemplo, donde se cree que comenzarán a surgir múltiples ciudadelas de bitcoin, creadas por una población que busca escapar de la inflación y otras dificultades económicas.
Perú y las señales de adopción de bitcoin
Como se mencionó antes en este artículo, la ONG Motiv ha impulsado 16 ciudadelas de bitcoin en Perú y de esa manera, la adopción está a prueba en distintas circunstancias. Esto debido a que la división tripartita de la nación (costa, sierra y selva) la convierte en un lugar privilegiado para observar cómo se adapta la criptomoneda a las necesidades de cada región.
Con todo ello, también se ha puesto de manifiesto cómo están en aumento los pines naranjas que indican nuevos comercios que aceptan bitcoin como forma de pago.
En el centro poblado rural Quebrada Verde de Pachacamac, uno de los distritos que conforman la provincia de Lima, donde no solo hay más lugares aceptando bitcoin en los últimos meses, sino que en estos establecimientos también hay personas pagando con BTC.
“Para nosotros es más fácil usar bitcoin porque a veces nos olvidamos del efectivo, pero ya tenemos bitcoin aquí para pagar”, dijo una peruana mientras señalaba su teléfono móvil, tal como se observa en un video compartido.
Bitcoin se usa en los lugares más recónditos de Perú, entre ellos está el Distrito de Huay Huay, uno de los diez que tiene la Provincia de Yauli, donde unas 38 mujeres están usando bitcoin a 3.600 metros de altura, como lo compartió el caminante con bitcoin, Paco de la India.
Se trataba de personas desbancarizadas que ahora tienen la oportunidad de participar en el sistema financiero, ahora con bitcoin.
Igualmente, los masajes tántricos, que han ganado popularidad en Perú, están aceptando pagos con bitcoin.
Son señales que demuestran que la adopción de bitcoin es imparable sobre ese territorio. “Pero no creas en lo que te dicen, ven y compruébalo tú mismo”, señaló Valentín Popescu, cofundador de Motiv.
Mientras tanto, los meetups y actividades educativas sobre bitcoin también se están esparciendo sobre la tierra peruana, demostrando que hay un gran interés sobre el efectivo electrónico peer to peer.