El pasado 10 de marzo se dio conocer en Twitter un nuevo uso para los dispositivos dedicados a la minería de criptomonedas. Kamil Brejcha desarrolló exitosamente un proyecto en el cual se usa el exceso de calor generado por estas maquinas para cultivar tomates en un invernadero.
Su publicación en la red social muestra una imagen del sembradío de tomates ya listo para ser cosechado y establece una relación entre la minería de criptomonedas y la agricultura que tal vez no había sido considerada hasta ahora.
Who would imagine that mining cryptocurrencies and agriculture can work together? The first batch of cryptomatoes is ready to be harvested. We are using the excess heat for the tomato greenhouse and it is working:-) pic.twitter.com/U7qqKTshqO
— Kamil Brejcha (@KamilBrejcha) 10 de marzo de 2018
Según Brejcha, el calor generado de las instalaciones de minería es redireccionado hacia un invernadero de tomates, ayudando a mantener una temperatura adecuada para el cultivo de estos alimentos, los cuales bautizó como “Criptomates”.
Brejcha, quien además es cofundador de la casa de cambio NakamotoX (aún en su etapa alpha de desarrollo), explicó en el mismo hilo de su publicación haber desarrollado algo llamado “container” que se ubica en el sótano de las instalaciones y conduce el calor producido por los mineros hasta el invernadero situado en la superficie.
Cabe destacar que este proyecto aún se encuentra en desarrollo, por lo que Brejcha no pudo revelar mayores detalles, tales como la ubicación de las instalaciones o cuál criptomoneda estarían minando, sin embargo, sí fue capaz de brindar cierta información en la discusión que surgió alrededor de su Tweet.
Por ejemplo, se dio a conocer que este invernadero consta de 5 acres de extensión, la energía usada en el proceso de minería proviene en un 100% de componentes biodegradables y que la primera tanda de criptomates cosechada pronto estará disponible para la venta en tiendas comunes.
Asimismo, Brejcha explicó que este proyecto es solo la primera parte de una startup Agricultural basada en tecnología blockchain que será revelada al público próximamente. Esto podría significar que se podría llegar a utilizar este método para cultivar otros alimentos además del tomate en el futuro cercano.
La cantidad de calor que generan las máquinas dedicadas a la minería es considerable, pero poco a poco se han ido gestando una variedad de iniciativas para no desperdiciar este subproducto generado por la minería de criptoactivos. Uno de los usos más comunes es desviar el calor para utilizarlo como calefacción en espacios del hogar. De hecho, recientemente se ha diseñado un aparato de calefacción hogareña llamado QC1 que cumple precisamente esta función mientras mina criptomonedas.